Los espa?oles que mandan en Instagram
Con sus fotograf¨ªas, que miman la est¨¦tica y se basan en aspectos cotidianos, baten r¨¦cords de seguidores. Desvelamos los nombres de varios instagramers nacionales que arrasan en la Red.
A pesar de no tener c¨¢mara, Isabel Mart¨ªnez (@isabelitavirtual) se ha convertido en el usuario an¨®nimo m¨¢s seguido de Instagram en Espa?a. No es fot¨®grafa, pero las im¨¢genes que capta con su m¨®vil son admiradas, comentadas y compartidas por m¨¢s de medio mill¨®n de personas. Ella las define como ?femeninas y conceptuales? y explica que captura el misterio porque es ?la ¨²nica manera de acercarse a lo que no se ve?. Una aventura que le ha abierto las puertas a colaborar con Vogue Italia, el Ballet de Mosc¨² y la firma de moda Delpozo.
Instagram es, con cuatro a?os de vida, uno de los mayores archivos de im¨¢genes del mundo y supera los 200 millones de usuarios activos al mes. Algunos dicen que su ¨¦xito est¨¢ en democratizar la fotograf¨ªa. Otros, que engancha porque es emocional y se basa en la ilusi¨®n de detener el tiempo y ver lo que nos rodea de manera diferente. A lo que hay que sumar, como apunta la fot¨®grafa y soci¨®loga de la Universidad de New Hampshire Alejandra Carles-Tolr¨¤, ?el placer de alardear y comparar?.
La cuenta de Carol Pe?a (@misshedwig), con m¨¢s de 642.ooo fans, crece a un ritmo de 15.ooo nuevos usuarios a la semana.
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Phil Gonz¨¢lez, fundador de Instagramers, la mayor comunidad de usuarios de esta red (400 grupos en todo el mundo), lo eleva un paso m¨¢s: ?Es el mejor remedio a la enfermedad del siglo XXI, la soledad?. Con 306.000 seguidores, este director de varios canales tem¨¢ticos habla de esa soledad que los estadounidenses han bautizado como?fomo?(fear of missing out: miedo a perderse algo). ?Si estamos dos segundos solos, dejamos de sentirnos parte del mundo. Necesitamos estar en contacto con las amistades, y los cinco minutos de espera en el metro son perfectos para ello?, explica. En ese contexto, ?Instagram es una herramienta de diversi¨®n donde la foto es una excusa para hacer de una experiencia breve algo m¨¢s emocional y duradero?. Tambi¨¦n m¨¢s bello. Porque se trata de una red basada en la est¨¦tica como herramienta para desgranar lo extraordinario de lo aparentemente ordinario, donde una imagen cualquiera puede recibir el tratamiento de una obra de arte ¨Ccon los filtros que ofrece la aplicaci¨®n¨C y ser comentada p¨²blicamente por amigos y desconocidos. Unas cuantas dosis de alabanzas que, seg¨²n Carles-Tolr¨¤, ?crean un sentimiento de satisfacci¨®n y elevan nuestro amor propio?.
Biblioteca gr¨¢fica.?En esta aplicaci¨®n se pueden encontrar im¨¢genes minimalistas,?vintage, gastron¨®micas, de viajes¡ pero lo importante no es tanto la tem¨¢tica como aquello que inspira. ?Lo que gusta es que una imagen atrape, emocione, cuente una historia y traspase la pantalla?, se?ala Marta Alonso (@martaar), especialista en marketing?online?y fundadora de la comunidad IgersBCN.
Nicanor Garc¨ªa (@nicanorgarcia, 595.000 seguidores) ha convertido su perfil de Instagram en una extensi¨®n m¨¢s de su profesi¨®n.
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Mart¨ªnez ha sabido encontrar ese equilibrio. Sirvi¨¦ndose ¨²nicamente del m¨®vil y retocando la luz y el color, hace fotos con gran valor sugestivo: globos, piernas, zapatos, espaldas¡ Ella es creativa de publicidad, y se percibe. De hecho, muchos?instagramers?est¨¢n relacionados con el mundo de la imagen y se sirven de sus conocimientos para ?relacionar las fotograf¨ªas con alg¨²n concepto o idea. Es un intercambio de cromos?, seg¨²n H¨¦ctor Campoy (@hectormerienda). Igual que para Nicanor Garc¨ªa (@nicanorgarcia), arquitecto, quien dedica dos horas diarias a colgar fotos vinculadas con su profesi¨®n. Pero ellos no son los ¨²nicos que cuidan la est¨¦tica. Elena Ortega (@misswinter) es?coach?y consultora de recursos humanos, aunque su galer¨ªa parece la de una fot¨®grafa profesional. Sus estampas tienen mucha luz, son limpias, de espacios despejados, ?donde el sujeto u objeto aparece como un detalle insignificante pero da sentido a la imagen?.
C¨®mo destacar. En este puzle hay 5.000 millones de fotos y la mayor¨ªa son bonitas, pero ?por qu¨¦ triunfan unas y no otras? Gonz¨¢lez mantiene que no hay reglas que lo expliquen, pero s¨ª maneras de conseguir seguidores. Si no eres un personaje famoso, la ¨²nica forma de superar los 100.000 fans es que Instagram te seleccione como usuario sugerido. Para ello, no solo se tienen en cuenta criterios art¨ªsticos, tambi¨¦n se valora c¨®mo se act¨²a en la comunidad.
El ¨¦xito de Elena Ortega (@misswinter, 595.000 seguidores), consultora de recursos humanos y coach, est¨¢ en la aparente sencillez que desprenden sus instant¨¢neas.
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Durar m¨¢s de 15 d¨ªas en la lista de favoritos es dif¨ªcil, porque ¨¦sta se renueva peri¨®dicamente, pero Carol Pe?a (@misshedwig) se ha ganado un sitio casi fijo y su cuenta aumenta unos 15.000 usuarios por semana. ?Qu¨¦ im¨¢genes cuelga esta directora de arte en la Red? ?El reflejo de mi d¨ªa a d¨ªa. Desde una taza de caf¨¦ y una libreta, si estoy en la oficina, hasta un mar en calma si me he escapado en busca de ox¨ªgeno?.
Pero si Instagram no te recomienda, el m¨¦todo para conseguir seguidores (a escala mundial hay perfiles de personas an¨®nimas que llegan al mill¨®n y medio de fans) es, como dice Gonz¨¢lez, ?curr¨¢rselo?. Esto es, echarle horas. Subir tres o cuatro fotos al d¨ªa, conversar con otros usuarios y mandar likes a im¨¢genes ajenas. As¨ª se pueden obtener 20.000 followers en un a?o. ?
El siguiente paso, en cuentas con m¨¢s de 100.000 seguidores, es recibir ofertas para promocionar marcas. Interesadas por su actividad y relevancia en Internet, las empresas contactan con estos nuevos prescriptores en busca de una audiencia fiel y seleccionada. Arancha Ruiz, especialista enpersonal branding, considera que Instagram transmite una imagen m¨¢s humana del profesional y, dado que es una red m¨¢s exclusiva que Twitter o Facebook, ?llegas a menos personas, pero impactas m¨¢s?.
H¨¦ctor Campoy (@hectormerienda, 528.000 seguidores), dise?ador gr¨¢fico de profesi¨®n
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Los?instagramers?prefieren no hablar de marcas ni contratos, pero cuentan que en Espa?a se pueden cobrar entre 100 y 200 euros por foto. Y si el trabajo es para una compa?¨ªa extranjera, 1.000 euros. ?Aqu¨ª a¨²n son ingresos bajos. Para el usuario, es m¨¢s una aportaci¨®n especial en su vida que realmente un modus vivendi a largo plazo?, cuenta Gonz¨¢lez. A Alonso, por ejemplo, su experiencia en esta red le ha permitido gestionar y desarrollar la campa?a electoral del presidente de la Generalitat de Catalu?a, Artur Mas.
La fotograf¨ªa es una herramienta poderosa por su capacidad de distorsionar, de decir medias verdades, cuenta Carles-Tolr¨¤: ?La veracidad de lo fotografiado es parcial y ambigua: capturamos una fracci¨®n del instante, que adem¨¢s descontextualizamos?. Lo que atrae a las empresas es que los?instagramers??son una tribu?, se?ala Ruiz. ?Se est¨¢n dando cuenta de que pueden conectar con el usuario de forma menos agresiva que con otros medios, como pas¨® con los blogs?, dice Campoy. ?
En su tiempo libre, Oliver Vegas (@ovunno, 302.000 seguidores) se dedica a fotografiar paisajes que le inspiran y a promocionar marcas desde su cuenta
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Con un blog, precisamente, empez¨® Aiala Hernando (@aialahernando). La mayor¨ªa de sus estampas muestran comida, una de las tem¨¢ticas con m¨¢s ¨¦xito porque, seg¨²n Gonz¨¢lez, la gastronom¨ªa est¨¢ de moda y retratarla es ?una forma disimulada de dar envidia a tus amigos?. Sin embargo, las im¨¢genes de esta fot¨®grafa y estilista gastron¨®mica donostiarra van m¨¢s all¨¢. Le atraen los degradados de luz, el color y las texturas: ?Puede ser una mesa con historia, un edificio o unas hortalizas reci¨¦n recogidas?, explica. Gracias, en parte, a Instagram, est¨¢ dando cursos y vendiendo?workshops?de fotograf¨ªa gastron¨®mica.
Pero la gastronom¨ªa no es la ¨²nica moda a la que se han apuntado los espa?oles. Se han subido al carro del?harlem shake?(bailes frikis), los?selfies?y el?planking?(tumbarse boca abajo, como en una tabla, en lugares peculiares), pero han ignorado corrientes potentes, como el?throwback thursday?(retratos antiguos que se cuelgan los jueves), una costumbre, seguida incluso por Beyonc¨¦ o Rihanna.
La pasi¨®n por la gastronom¨ªa ha permitido a Aiala Hernando (@aialahernando) vender workshops de fotograf¨ªa y cursos especializados en esta tem¨¢tica.
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Mostrar lo propio o ense?ar lo que veo es otro de los t¨®picos que ?une esa necesidad de inmortalizar y compartir con el placer de transformar lo banal?, reflexiona Carles-Tolr¨¤. ?Los atardeceres durante un viaje nunca fallan. La gente se proyecta en este tipo de fotos, se imagina en ellas?, sentencia Oliver Vegas (@ovunno), un experto en este campo. En su perfil hay playas, monta?as, cascadas, avenidas, edificios y alas de aviones. ?Intento transmitir sensaciones, captar el momento justo?, explica este joven que combina la promoci¨®n de marcas en Instagram con un trabajo fijo. La red social cada d¨ªa le roba m¨¢s tiempo y est¨¢ considerando dedicarse solamente a eso porque, al ritmo que va, ?podr¨ªa vivir de ella?.
Aun as¨ª, por encima de las ofertas laborales y la carrera por los?followers, hay que destacar su vertiente?offline. Los grupos que han creado gente como Gonz¨¢lez o Alonso han hecho posible que se comuniquen sin necesidad de m¨®viles. ?El a?o pasado estuvimos en San Francisco y, al colgar la primera foto desde all¨ª, algunos?instagramers?nos escribieron para conocernos, tomar un?instacoffee?y llevarnos a visitar la ciudad?, relata Ortega.
?Lo novedoso es que la tecnolog¨ªa no nos a¨ªsla, sino que genera relaciones desde el?online?al?offline. La gente quiere saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s?, explica Alonso. Campoy ha hecho ?verdaderas amistades? gracias a Instagram, una aplicaci¨®n que ya ha formado parejas y hasta?instababies.
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