Los influencers timados: as¨ª pagaron hasta 600 d¨®lares por zapatos que val¨ªan 20
Una zapater¨ªa de bajo coste orquest¨® un enga?o para hacer pasar sus complementos por piezas de dise?o. Y funcion¨®.
?Entienden los influencers de moda sobre moda? La redundancia tiene sentido para muchos, que se cuestionan cada vez m¨¢s los conocimientos reales de algunos de los perfiles que acumulan m¨¢s seguidores en Instagram. Para comprobarlo (y hacer una promoci¨®n redonda de sus productos por el camino) la cadena americana de zapater¨ªas low cost Payless orquest¨® un enga?o. ?Las v¨ªctimas del timo? Varios instagramers de Los ?ngeles a los que citaron ¡°en una exclusiva convocatoria¡± para conocer en primera persona la firma de zapatos Palessi. Con la particularidad de que tal marca no exist¨ªa, era una ilusi¨®n creada por el departamento de comunicaci¨®n de la empresa de bajo coste.
Se cuid¨® hasta el ¨²ltimo detalle: la compa?¨ªa DCX Growth Accelerator se encarg¨® de crear la imagen ilusoria. Para ello se reserv¨® un espacio en un centro comercial de lujo de la ciudad californiana, se decor¨® para la ocasi¨®n y hasta se cre¨® una cuenta de Instagram de la marca ficticia y una p¨¢gina web, porque ¡°imaginamos que la gente lo buscar¨ªa en Google¡±, explicaba Doug Cameron, CEO de DCX, en Adweek. Dio resultado: ¡°80 fashionistas acudieron a la cita¡± y compraron. Varios de los invitados llegaron a pagar entre 200 y 600 d¨®lares por cada par de zapatos. Salones, bailarinas o deportivas que Payless vende en realidad en sus tiendas por unos 20 d¨®lares. El dinero les fue reembolsado cuando se descubri¨® el enga?o, pero el experimento ya hab¨ªa demostrado su hip¨®tesis: el precio de un producto influye en la calidad percibida. Especialmente en el caso de estos perfiles autoproclamados ¡®fashionistas¡¯.
El poder real de influencia de estos actores est¨¢ permanentemente en entredicho. Esta misma semana The Atlantic se hac¨ªa eco del aumento de contenido ¡°falsamente patrocinado¡± en Instagram: cada vez m¨¢s personas comparten im¨¢genes haciendo ver que detr¨¢s de ellas hay una marca; pero no es cierto. El objetivo es darse a conocer y convencer a otras firmas de que ellos son los nombres con los que deber¨ªan colaborar; al fin y al cabo hay etiquetas que ya ?est¨¢n pagando por ello?. La t¨¢ctica tampoco es nueva: la mism¨ªsima Chiara Ferragni estuvo envuelta en varias pol¨¦micas en sus inicios por dejar caer a sus seguidores que trabajaba con las mejores marcas cuando ella misma pagaba por los bolsos que hac¨ªa pasar por regalos. El enga?o lleg¨® tan lejos que hasta alguna maison lleg¨® a publicar un comunicado negando su asociaci¨®n comercial con la bloguera. Pero la estrategia le funcion¨® y muchas otras terminaron sum¨¢ndose. ?C¨®mo no colaborar con la italiana, si ya estaba trabajando con las firmas de s¨²per lujo?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.