Los mundos de Vanessa Beecroft, la artista m¨¢s imitada
La artista Vanessa Beecroft lleva operando en el ¨¢mbito del arte contempor¨¢neo desde que en 1993 present¨® su primera ¡®performance¡¯ p¨²blica. Su carrera es un rosario de provocaciones y epifan¨ªas fruto de un m¨¦todo irredento. Parte de su actividad reciente est¨¢ vinculada al ¨¢mbito de la moda y la cultura pop.
Primer acto, Roma. Vanessa Beecroft (G¨¦nova, 53 a?os) responde a la videollamada con un pijama de seda negra desde el hotel Locarno. Est¨¢ a tres d¨ªas de presentar una de sus performances en el Estudio 5 de Cinecitt¨¤, el espacio donde rod¨® Fellini, una suerte de templo pagano de la imaginaci¨®n. Es una de sus obras m¨¢s ambiciosas y problem¨¢ticas de producir. Bajo una voz suave, clara y exquisita en los modales, se la percibe convulsa. ¡°Nunca he trabajado en Roma, y est¨¢ siendo doloroso. Me dijeron que no pod¨ªa hacer la performance. Pero decid¨ª que iba a superar cualquier obst¨¢culo. Estoy de subid¨®n. Y tengo a los artistas que me acompa?an en la creaci¨®n: la persona que hizo el vestuario, Gustave Rudman, el compositor, el director de fotograf¨ªa de Los ?ngeles, Miguel Fern¨¢ndez aka Cambio, Aus Taylor, el director del documental. Me dijeron que no se iban, que yo iba a hacer el show. Fue muy agradable ver que el equipo me apoyaba porque he perdido a mucha gente en el proceso. A¨²n no s¨¦ qu¨¦ va a pasar¡±.
Ante la imposibilidad financiera de seguir adelante tir¨® de agenda y llam¨® a Kanye West. ¡°?l se ofreci¨® a producir la obra. As¨ª que finalmente es una coproducci¨®n entre Kanye y Cinecitt¨¤ porque hab¨ªa perdido el resto de la financiaci¨®n a pocos d¨ªas de presentarla¡±. Sin embargo, a¨²n se muestra cauta. ¡°No es una performance como las que estoy acostumbrada. Tambi¨¦n ser¨¢ una pel¨ªcula. La idea de documentar el evento con fotos ha quedado obsoleta para m¨ª. A¨²n no quiero contar mucho, porque creo que si lo hago no pasar¨¢, estoy segura que si lo revelo ocurrir¨¢ algo malo¡±.
Interludio. La obra de la italiana est¨¢ compuesta en su mayor¨ªa por eventos en los que grupos de mujeres, dispuestos en formaciones entre lo pict¨®rico y lo regimental, adoptan una postura fr¨ªa, hier¨¢tica y desafiante. Grupos de naturaleza escult¨®rica que normalmente se componen de variaciones de un patr¨®n: mujeres con peluca rubia, mujeres con trench, mujeres a la mesa en distintos grados de desnudez, etc. Seg¨²n Beecroft son variaciones de ella misma. ¡°Mi obra es autobiogr¨¢fica¡±. La idea parte de la multiplicidad y el impacto¡±.
Su estilo ha atra¨ªdo a no pocas marcas y celebridades. As¨ª Beecroft lleva trabajando para Kanye West desde la listening party de 808 and Heartbreak (2008). Por sus manos tambi¨¦n han pasado marcas como Fendi, Burberry, Louis Vuitton o Skims, el proyecto de ropa interior moldeadora de Kim Kardashian, de quien tambi¨¦n extrajo un molde de su cuerpo para crear una botella de perfume. ¡°Las marcas importan mi trabajo a su propio mundo. Pero el ¨²nico trabajo donde estoy haciendo lo correcto es en el arte. Aunque es precisamente ese ¨¢mbito el que en estos ¨²ltimos a?os no aceptaba mi trabajo. Siento que a veces pertenezco a alguna intersecci¨®n entre mundos¡±.
Las im¨¢genes resultantes de sus performances son pura documentaci¨®n con resultados muy est¨¦ticos y, en la era digital, altamente compartibles en redes. Esto ha provocado que sea una de las artistas m¨¢s imitadas. Beecroft, sin embargo, cree que el n¨²cleo de su obra se halla en un lugar intangible: la relaci¨®n entre una obra inc¨®moda y la mirada de la audiencia. Algo que dice haber aprendido de Luis Bu?uel. Su arte es la s¨ªntesis de ambas cosas, un espacio de tensi¨®n abstracta. ¡°Mi t¨¦cnica es dial¨¦ctica brechtiana y marxista. Enfrentar al p¨²blico con algo que no es agradable y sobre lo que tiene que reaccionar. Su reacci¨®n vendr¨¢ como una s¨ªntesis. Si pongo una mujer desnuda, no es porque me gusten las mujeres desnudas. Quiero ver qu¨¦ le sucede a la audiencia. Desencadenar resultados inc¨®modos a trav¨¦s de la mirada del espectador. El p¨²blico no es mi enemigo, pero trabajo con confrontaci¨®n. Si la audiencia est¨¢ molesta, no importa. Es parte del proceso¡±.
Segundo acto, Par¨ªs, Semana de la Moda. Beecroft ha culminado la performance de Cinecitt¨¤ hace menos de 12 horas. Aterriza en Par¨ªs para ayudar a West con el desfile de la nueva colecci¨®n de Yeezy: ¡°He llegado tarde, estoy tratando de ver qu¨¦ puedo hacer para ayudar en una etapa tan avanzada del proceso¡±. A punto de coordinar la presentaci¨®n del show, Beecroft sufre agotamiento y dudas: ¡°Todo el mundo qued¨® muy contento con lo de Roma, pero a m¨ª me hubiera gustado trabajar m¨¢s. El p¨²blico estaba muy conmovido, pero no soy buena jueza. Me conozco. Nunca acabo completamente satisfecha¡±.
A la hora de analizar lo que ha hecho comenta: ¡°Esta vez me ha parecido bien mostrar las intenciones, dejar ver el rodaje, lo que hay tras el tel¨®n, qu¨¦ es lo que he tratado de decir todos estos a?os, dar cuenta de d¨®nde vienen estas 300 mujeres, m¨¢s mayores de las que uso habitualmente, qu¨¦ hay dentro de ellas. La mayor¨ªa ven¨ªan de barrios muy empobrecidos como Corviale o Torre Angela, en Roma. Las combin¨¦ con algunas de origen aristocr¨¢tico y burgu¨¦s. El elemento unificador es el estilismo que es para todas similar, las sit¨²a en el estereotipo de la mujer burguesa italiana como Monica Vitti o Jeanne Moreau en las pel¨ªculas de Antonioni. Vest¨ªan un traje negro que se iba deshaciendo a medida que avanzaba la performance. La tela era de Velina, un material de construcci¨®n. A?ad¨ª a las mujeres aristocr¨¢ticas porque de alguna manera estaban desconectadas. Pertenecen a clases que no estaban involucradas activamente en la sociedad. Quer¨ªa ver c¨®mo eso marcaba su mirada en ese contexto¡±. El resultado eran 300 mujeres sin voz, pero con una agitaci¨®n interior, una conciencia de su propia condici¨®n proyectada por la m¨²sica de Gustave Rudman, creador de la banda sonora de Euphoria. Se basaron en el cl¨¢sico afroamericano de gospel Sometimes I Feel Like a Motherless Child.
Desde Par¨ªs, donde rememora el evento de Cinecitt¨¤, ha vivido ajena a la pol¨¦mica que ha rodeado a Kanye West instigada por las incendiarias camisetas White Lives Matter y la presencia de la comentarista pol¨ªtica pro-Trump Candace Owens en la presentaci¨®n de la colecci¨®n de YZY. Preguntada sobre la espantada de algunas prominentes figuras p¨²blicas de la cultura afroamericana del evento comenta: ¡°No me di cuenta de nada. Estaba centrada en la progresi¨®n del coro de ni?os, la colecci¨®n, no el p¨²blico. Nada fue tan visible como para que lo percibiera¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.