C¨®mo el lujo se enamor¨® de las Haim y las transform¨® por el camino
La banda californiana sedujo a las marcas por su estilo relajado. Y , al instante, procedieron a cambi¨¢rselo visti¨¦ndolas de se?oras bien.
Desde hace cuatro a?os, el tumblr What Would Haim Wear? (Qu¨¦ Llevar¨ªan las Haim) se ha encargado de postear pr¨¢cticamente cada estilismo de Danielle, Este y Alana Haim y buscar el origen de las prendas y alg¨²n clon m¨¢s asequible. Al principio sus hallazgos consist¨ªan en detalles como estos parches de la marca Bing Bang que las hermanas californianas cos¨ªan en sus vaqueros, y que se venden por unos 10 euros, o una camiseta de Black Sabbath (se puede encontrar por menos de 20 euros) como la que lleva Danielle en el v¨ªdeo de I want you back.
Sin embargo, si uno rastrea el Tumblr o su equivalente en Instagram en los ¨²ltimos meses, el nivel y el estilo de la ropa ha cambiado bastante. ?Qu¨¦ llevar¨ªan las Haim? Pues gabardinas de Valentino, chalecos de Prada, looks completos de Gucci, vestidos forales de Prabal Gurung, sandalias de Dries van Notten, y blusas de Balenciaga.
La industria del lujo tiene un cuelgue importante con el grupo, por razones f¨¢ciles de discernir. Son delgadas, tienen melenazas, un estilo propio y hacen cosas. En concreto, dos discos muy buenos, Days are gone y Somethingn to tell you, que cruzan a Shania Twain con Tom Petty como nunca supimos que necesit¨¢bamos. Hace apenas unos d¨ªas, la banda actu¨® como anfitriona de Dior en el Guggenheim de Nueva York ¨CGuggenhaim, se bautizaron para la noche¨C, con dos estilismos para cada una, trajes rojos hechos especialmente para ellas por Maria Grazia Chiuri para actuar y looks sacados de la ¨²ltima colecci¨®n para posar en el posado de la entrada. All¨ª, tocaron para un p¨²blico en el que abundaban las camisetas con el lema ¡°We should all be feminists¡± y los tirantes lomogan¨ªacos de J¡¯Adior y en el que tambi¨¦n estaban Rebecca Hall, Kate Mara y la actriz de Mr. Robot Portia Doubleday.
Pero el evento no implica un acuerdo firme entre el grupo y la casa francesa. Las hermanas se lo est¨¢n pasando demasiado bien coqueteando con otras marcas, con todas las marcas. La ¨²ltima semana de la moda de Par¨ªs marc¨® probablemente el punto ¨¢lgido de ese romance entre las Haim y el lujo. Ah¨ª estaban, con looks muy adultos en negro y beige en el debut de Claire Wright Keller en Givenchy, coordinadas en camel en del desfile de Stella McCartney (la dise?adora no dej¨® pasar la oportunidad de posar con ellas), en rosa para Valentino y con dos looks para cada una de Chanel, el de d¨ªa y el de noche. Tambi¨¦n han vestido de Chlo¨¦ en una gala del MOCA de Los ?ngeles y de firmas independientes como Simone Rocha, Adam Shelman y Marques Almeida.
Lo parad¨®jico es que cu¨¢nto m¨¢s las cortejan las marcas de lujo, menos queda del estilo original de las hermanas, que era precisamente el que las marcas quer¨ªan comprar asoci¨¢ndose con ellas. Nadie pretende que tengan que seguir vistiendo siempre vaqueros, botas de media ca?a y camisetas vintage, shorts deshilachados y minifaldas, pero s¨ª es cierto que en algunas de sus ¨²ltimas excursiones estil¨ªsticas cuesta reconocerlas. Por ejemplo, con las faldas por la rodilla y los tacones gatito de la muy se?orial Bottega Veneta que llevaron a una gala del Hammer Museum. En su propio merchandising y en las colaboraciones que firman con marcas como Urban Outfitters o Reformation la banda s¨ª que se ha mantenido m¨¢s cercana a la onda que les hizo famosas en primer lugar, los escotes en pico y el denim que remite a la California de los 70.
Puede que las marcas no obtengan ya de ellas el producto original y sin corromper que querr¨ªan, pero a cambio tienen un entusiasmo genuino. Las tres hermanas parecen disfrutar de verdad con este momento makeover que est¨¢n viviendo y con la oportunidad de llevar esas piezas. De adolescentes, se despertaban los s¨¢bados a las seis de la ma?ana para ir a hacer cola al mercadillo de Jet Rag, donde todo vale un d¨®lar ¨Cen una entrevista describieron la experiencia ¡°como Los juegos del hambre¡±¨C. Sus padres les daban diez d¨®lares a cada una y les daba para 30 prendas. Tambi¨¦n buscaban camisetas y Levi¡¯s antiguos en el mercado semanal de Pasadena. Y algo de eso queda, s¨®lo que con Gucci en lugar de Wranglers con manchas de lej¨ªa. Seg¨²n su estilista, Rebecca Grice, californiana como ellas, ¡°todas aman la moda y est¨¢n muy abiertas probar cosas nuevas¡±. Aunque las tres suelen ir coordinadas, y las marcas las visten en pack, hay diferencias sutiles entre ellas. ¡°Este es mi chica para las faldas y los vestidos. Tiene unas piernas incre¨ªbles y es muy alta y espigada, as¨ª que luce incre¨ªble con esa silueta. Danielle es mi modelo para los trajes y el rollo masculino y cool y Alana lleva muchos pantalones y camisetas. Pero todas est¨¢n dispuestas a probar con nuevas siluetas. Las tres tienen mucho, mucho swag, as¨ª que si les gusta un look desde luego se nota en su actitud¡±, declaraba en una entrevista con Racked.
Y quien quiera copiar su estilo, siempre puede fijarse en sus estilismos m¨¢s callejeros, cuando siguen llevando sudaderas de Reebok y esos vestiditos con volantes tan instagramizables de Realisation Par.
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