Mam¨¢, ?me regalas una ¡®lipo¡¯?

En Europa, desde hace varias semanas, hay un sector que mira a Alemania. Y no se trata de la Bolsa, ni de la banca, ni de los funcionarios. Los cirujanos siguen de cerca un proyecto de ley que, de aprobarse, prohibir¨¢ el aumento de pecho o el embellecimiento de las orejas de soplillo en menores de 18 a?os. El objetivo de la coalici¨®n alemana es evitar que este tipo de operaciones acabe en la carta a los Reyes Magos. ?Regalar una operaci¨®n de aumento de pecho a una chica de 15 a?os en Navidades es inaceptable?, afirmaba Jens Spahn, portavoz de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana, uno de los partidos en el poder.

No es el primer pa¨ªs en tomar cartas en el asunto: en Italia y en Queensland (Australia) los adolescentes no pueden someterse a una intervenci¨®n de cirug¨ªa est¨¦tica si no es por salud. Pero la norma plantea varios interrogantes: ?Es realmente necesaria? Y, sobre todo, ?cu¨¢l es la situaci¨®n en Espa?a?

?Esta industria no es competencia del Gobierno, las comunidades aut¨®nomas inspeccionan las consultas. Nosotros nos ocupamos de vigilar la formaci¨®n, a trav¨¦s del MIR?, explica un portavoz del Ministerio de Sanidad en Espa?a. Javier Urra, psic¨®logo y el primer defensor del menor que hubo en Espa?a, aclara algo m¨¢s la situaci¨®n: ?No existe legislaci¨®n espec¨ªfica. Pero podemos recurrir a dos normas: la del derecho del paciente y la del menor maduro. Un adulto es libre de hacerse un tatuaje o lo que quiera, pero se entiende que un menor de 14 debe tener el consentimiento de los padres. La franja de los 14 a los 18 a?os genera m¨¢s dudas?.

El experto divide este periodo de edad en dos tramos: ?Hasta los 16 a?os, los m¨¦dicos suelen pedir la autorizaci¨®n del tutor: la jurisprudencia dice que no son maduros. Pero de los 16 a los 18 no est¨¢ claro. Una chica de 16 tiene tarjeta sanitaria y puede trabajar. El doctor puede recurrir al secreto profesional y a la ¨¦tica para decidir si opera o no?, razona. ?Es paternalista la norma alemana? ?No lo s¨¦¡­ Nuestra legislaci¨®n es suficiente: no es necesario prohibir la cirug¨ªa en menores. La mayor¨ªa de los padres y m¨¦dicos son razonables?.?

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Cirug¨ªa por capricho. ?Y qui¨¦n protege a los adolescentes si los padres acceden a todo y el sistema falla? ?Si la intervenci¨®n es lesiva, si se trata de una liposucci¨®n importante, el m¨¦dico informa al Ministerio Fiscal, y este decide?, informa Urra.

?Pasan m¨¢s adolescentes por el quir¨®fano hoy? En Espa?a y Europa no hay cifras. En EE?UU, s¨ª: el n¨²mero se ha quintuplicado en los ¨²ltimos 15 a?os y las peticiones han crecido en un 31%. La Academy of Facial Plastic and Reconstructive Surgery (equivalente de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica, Secpre) culpa a las redes sociales y a la banalizaci¨®n de la cirug¨ªa: ?En este sector se gana dinero y eso atrae a muchos¡­ Algunos lo convierten en un cat¨¢logo de supermercado y venden operaciones como si fueran lavaplatos, con bonos y descuentos. Mi junta directiva persigue esta conducta entre los 900 cirujanos titulados. Pero ?qu¨¦ hay de los 9.000 que operan en Espa?a sin diploma? Necesitamos una ley marco?, exige Miguel Chamosa, presidente de Secpre.

En Navidad y A?o Nuevo las intervenciones aumentan entre un 15% y un 20% en Espa?a. ?Adem¨¢s, es un buen momento: d¨ªas libres, paga extra, la ropa disimula las se?ales¡­ Pero la operaci¨®n debe realizarla un profesional?. Y a?ade: ?Apoyamos la iniciativa alemana, pero con matices. Hay malformaciones cong¨¦nitas como las fisuras palatinas (en el labio) que es mejor operar en un beb¨¦. Y si a un ni?o con las orejas despegada lo llaman Dumbo, el cirujano puede solicitar la opini¨®n del psic¨®logo y operar con el consentimiento paterno?.?

Mujercitas (1949).

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En Espa?a, este?defecto?se trata pronto. ?A los ocho a?os. Los adolescentes suelen motivar la mayor¨ªa de las intervenciones, a causa del acoso escolar?, explica Antonio de la Fuente, cirujano de la cl¨ªnica hom¨®nima. Y a?ade: ?Hay chicas de 17 a?os con unos senos hasta la cintura que no van a la playa porque no quieren ir en ba?ador. Entonces, operas. Eso lo vivimos aqu¨ª; el resto, es caricatura?. El m¨¦dico se refiere a casos como el de Nadia Ilse, una estadounidense que se oper¨® la nariz, la barbilla y las orejas con 14 a?os. ?Se habla de madres e hijas que se inyectan b¨®tox mutuamente [en 2011 una californiana se lo puso a su hija de ocho a?os], eso no sucede aqu¨ª?, apostilla.

En otras ramas no existe tanto dilema, pero la frontera entre la cirug¨ªa reconstructiva y la est¨¦tica es fina. ?Siempre pongo el caso de una paciente de 17 a?os con un seno m¨¢s desarrollado. Si es para buscar la simetr¨ªa, opero. Pero si la chiquilla solicita delante de la madre, que se queda boquiabierta, que le aumente la talla, no?, dice Chamosa.