Bionda Swim, la marca que nace tras los pasos de la primera mujer que desfil¨® en bikini

El par¨®n obligatorio impuesto por la pandemia nos empuj¨® a reajustar el ritmo de nuestra vida y permanecer enclaustrados en nuestras casas durante meses. Un periodo de renacimiento que muchos experimentaron como un punto de inflexi¨®n para dar un giro a su vida o arrancar antiguos proyectos que hab¨ªan dejado por el camino. Melina Bernardini fue una de ellas y, con tan solo 25 a?os, decidi¨® dar vida a Bionda Swim: una firma de trajes de ba?o ¡®made in Mallorca¡¯ con el foco en la sostenibilidad.

Con ra¨ªces italianas y de madre suiza, Milena Bernardini naci¨® en Zurich, pero creci¨® en Mallorca en plena naturaleza frente al Mediterr¨¢neo. Tras terminar la etapa escolar, se traslad¨® a Madrid para cursar finanzas en el IED y, despu¨¦s de trabajar en diferentes empresas ligadas al mundo de la moda. En la pandemia, decidi¨® desmarcarse de su trayectoria profesional para emprender un nuevo camino con un objetivo: ofrecer una alternativa sostenible en la moda de ba?o a las ant¨ªpodas de la fast fashion.

Impulsada por un esp¨ªritu emprendedor que llevaba en los genes ¨Ctanto su madre como su padre impulsaron sus propios negocios¨C para entender la conexi¨®n de Bernardini con la moda de ba?o nos remontamos m¨¢s de medio siglo en el tiempo. ¡°Esto viene de atr¨¢s, Michelle Bernardini, que era pariente m¨ªa, fue la primera mujer en desfilar en una pasarela con un bikini de dos piezas en 1946¡±, nos cuenta a S Moda por tel¨¦fono. As¨ª, despu¨¦s del acto por entonces ¡°revolucionario¡± en el que su familiar irrumpi¨® en una pasarela con el abdomen al descubierto, ahora Melina ha impulsado una firma disruptiva con la misi¨®n de poner en jaque la producci¨®n en masa y la moda r¨¢pida.

Desde sus inicios, la creativa ha situado la sostenibilidad en el epicentro de su proyecto, algo que experimenta como una necesidad y no una elecci¨®n. ¡°Con la situaci¨®n actual, ser sostenible deber¨ªa ser la norma de todas las empresas¡±, explica. Sus dise?os atemporales e inspirados en la inmensidad de la naturaleza se dirigen a mujeres ¡°con una fuerte personalidad y una energ¨ªa desbordante y explosiva¡±. Con la ambiciosa misi¨®n de que sus creaciones nos acompa?en a lo largo de los a?os, el cuidado proceso de producci¨®n arranca en Mallorca, en un peque?o estudio donde la dise?adora traza las primeras l¨ªneas de los bocetos. ¡°All¨ª el universo de Bionda toma forma, color y textura. Es el lugar donde trabajo junto a amigos y artistas para crear cortes e ideas originales¡±, apunta. Un largo y minucioso proceso que se dilata entre siete y nueve meses hasta dar con el patr¨®n definitivo. ¡°Nuestras piezas se adaptan a cualquier tipo de cuerpo, por lo que dedicamos tiempo y dedicaci¨®n al proceso de muestreo hasta que podemos entrar en producci¨®n¡±, afirma.

La firme posici¨®n de Bionda Swim por respaldar la urgencia mediombiental se cristaliza tanto en el modelo de fabricaci¨®n como en los materiales que dan vida a sus personales trajes de ba?o. Con una producci¨®n local y limitada en la que dan forma a cada una de sus piezas de forma artesanal en peque?os talleres, dividen la confecci¨®n de sus dise?os entre Espa?a y Brasil. En su primera colecci¨®n c¨¢psula, utilizaron naylon reciclado procedente de pl¨¢sticos y desechos marinos. ¡°En esta ¨²ltima colecci¨®n hemos trabajado con tejidos deadstock, es decir, telas sobrantes de producciones de otras firmas que quiz¨¢ se equivocaron adquiriendo m¨¢s tejido de la cuenta o lo ti?eron del color err¨®neo. As¨ª, los errores de otros se convierten en nuestro tesoro¡±, confiesa el alma m¨¢ter del proyecto.

En un escenario en el que producir de manera responsable se ha convertido en una necesidad urgente, Melina reconoce como, en ocasiones, esta realidad se sit¨²a m¨¢s cerca de una estrategia de marketing que de una sincera consciencia medioambiental. ¡°A medida que la sostenibilidad se generaliza en la industria, hay una l¨ªnea muy fina entre la autenticidad y el green washing (una pr¨¢ctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecol¨®gica). Del mismo modo que las empresas deber¨ªan ser cada vez m¨¢s transparentes con el consumidor, tambi¨¦n deber¨ªamos ¡®educar¡¯ a la sociedad para que sea m¨¢s cr¨ªtica y consciente con lo que realmente est¨¢ consumiendo¡±, sostiene. Y reconoce la inabarcable brecha existente entre los costes de producci¨®n tradicionales y los gastos ligados a los procesos que respetan el medio ambiente. ¡°Ser realmente sostenible agrega muchos gastos que son desconocidos para los clientes y es muy dif¨ªcil para las empresas que apostamos por este modelo de fabricaci¨®n competir con los precios de la moda r¨¢pida. Todav¨ªa estamos a kil¨®metros de equilibrar la sostenibilidad a los costes de producci¨®n tradicionales¡± recalca.

Si hablamos de futuro, la directora creativa planea trasladar la esencia de la firma de ba?o a las prendas de ropa. ¡°Estamos trabajando en una l¨ªnea de ropa confeccionada con tejidos deadstock procedentes de Italia y tambi¨¦n experimentando con ropa vintage para darle una segunda vida¡±, nos cuenta. Pero siempre con una misi¨®n clara:?¡°No queremos poner m¨¢s ropa nueva en el planeta que acabe en los vertederos, sino crear peque?as c¨¢psulas con tejidos reciclados y dar una nueva vida a estos materiales¡±, termina.