Boicot a Trump, Brexit y anticonsumo: comienzan las semanas de la moda m¨¢s politizadas de la d¨¦cada
Los derechos civiles, la situci¨®n pol¨ªtica o la cat¨¢strofe ambiental marcan la tem¨¢tica de un mes de desfiles que arranc¨® esta semana en Nueva York y promete ser movidito.
En febrero de 2017, poco despu¨¦s de la investidura de Trump como presidente, los dise?adores neoyorquinos se posicionaron en contra de lo que se avecinaba con desfiles que daban voz al feminismo o la inmigraci¨®n. Despu¨¦s llegaron temporadas m¨¢s calmadas, semanas de la moda en las que lo importante volv¨ªan a ser las famosas sentadas en el front row, las modelos m¨ªticas reapareciendo sobre las pasarelas o los dise?adores de renombre estren¨¢ndose en marcas hist¨®ricas. Lo normal.
Pero lo cierto es que, m¨¢s all¨¢ de las novedades o de las noticias que solo interesan a los aficionados al sector, la moda, vista de forma conjunta, siempre es una respuesta a lo que ocurre en la sociedad. As¨ª que ahora, que el mundo est¨¢ como est¨¢, la temporada de desfiles que se avecina se prev¨¦ como la m¨¢s politizada en a?os. Por encima de los shows grandilocuentes, las famosas invitadas o las fiestas exclusivas, estar¨¢n las reivindicaciones.
La semana de la moda de Nueva York ha empezado con un boicot. Justo cuando la organizaci¨®n planeaba trasladar los desfiles al Hudson Yards, el complejo cultural inaugurado recientemente a orillas del r¨ªo, se destapaba que su principal inversor, Steven Ross, sufraga la campa?a de reelecci¨®n de Trump. Marcas como Prabal Gurung o Rag and Bone decidieron en el ¨²ltimo minuto rechaza la invitaci¨®n a desfilar all¨ª.
Pero m¨¢s all¨¢ de los emblemas antiTrump que puedan verse en ciertos desfiles, habr¨¢ una tem¨¢tica recurrente: la cuesti¨®n racial. Porque quiz¨¢ la semana de la moda de Nueva York est¨¦ en horas bajas, pero de un tiempo a esta parte acoge a dise?adores semidesconocidos con mucho que decir. Pyer Moss, la marca del haitiano Kerby Jean Raymond, vuelve a desfilar tras un periodo de ausencia para presentar la ¨²ltima parte de una trilog¨ªa inspirada en el hecho de ser afroamericano en la sociedad actual. Lo har¨¢ en un teatro de Flatbush, un barrio de Brooklyn de poblaci¨®n latina y afroamericana muy alejado tanto en distancia como en idiosincrasia del resto de lugares donde se celebran los desfiles. Tommy Hilfiger se desplaza a Harlem, al m¨ªtico teatro Apollo, para presentar la colecci¨®n que ha creado junto a Zendaya en un show que promete ser un homenaje a la cultura afroamericana. Telfar, por su parte, desfilar¨¢ este a?o Par¨ªs, pero presentar¨¢ un fashion film en Nueva York basado en las complejas sinergias que se dan entre identidad y migraci¨®n.
Pero el gran evento llegar¨¢ el d¨ªa diez, cunado Rihanna presente su colecci¨®n de lencer¨ªa, Savage x Fenty, que Amazon Prime retransmitir¨¢ en streaming. La ¨²ltima vez que desfil¨®, la cantante se asoci¨® con modelos de todas las tallas, razas y edades; una oda a la inclusi¨®n que ser¨¢ televisada y vista por medio mundo. Fenty se perfila como el sucesor natural del desfile de Victoria¡¯s Secret y, afortunadamente, lanza el mensaje contrario.
En Londres, con el tema Brexit en su punto ¨¢lgido , la semana de la moda tambi¨¦n se prevee movidita. Sin embargo, al margen de las reivindicaciones de los dise?adores y las marcas, la fiesta va a estar en la calle: la asociaci¨®n ecologista Extinction Rebellion amenaza con boicotear los shows. ¡°Practicaremos la desobediencia civil y estamos preparados para las detenciones¡±, escriben desde la organizaci¨®n. Su misi¨®n es acabar con las semanas de la moda por el tipo de consumo que promueven, y quieren hacerlo manifest¨¢ndose en las calles principales y cortando el tr¨¢fico, para que los invitados no puedan acceder a los shows.
En Par¨ªs, por su parte, la conciencia ecol¨®gica parece haber despertado. Su semana de la moda, la m¨¢s lujosa, sofisticada y tradicional de todas, lleva un par de temporadas rellenando su calendario con dise?adores cuya est¨¦tica, adem¨¢s de mucho m¨¢s radical, es bastante m¨¢s sostenible. Marcas como Marine Serre, Ottolinger? o Koch¨¦ practican el upcyling, es decir, fabrican sus dise?os a partir de otras prendas recicladas. Parece que en la capital francesa quieren desprenderse del clasicismo y el culto al chic y adaptarse a los tiempos.
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