El extra?o caso de las ¡®crocs¡¯: c¨®mo el zapato m¨¢s feo del mundo se ha convertido en un superventas
Muy pocas piezas en el mundo de la moda generan una respuesta tan controvertida.
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Muy pocas piezas generan una respuesta tan controvertida. La mayor¨ªa de la gente los encuentra demasiado feos, para una minor¨ªa son objeto de culto y para otros tantos algo as¨ª como el calzado que no se quitan. Los zuecos Crocs llevan casi dos d¨¦cadas generando amores y odios. Pero hay un hecho incontestable: nos gusten o no, sus ventas crecen a muy buen ritmo. Y m¨¢s a¨²n durante el confinamiento.
Seg¨²n Lyst, la plataforma que analiza datos de venta y b¨²squedas online, la demanda de las crocs ha crecido un 32% en estos ¨²ltimos meses. Un dato que confirma la consultora NPD, que apunta en su informe del 28 de abril que mientras que otras categor¨ªas de calzado han bajado su facturaci¨®n en un 24%, las sandalias para el agua, las botas de monta?a y los zuecos de pl¨¢stico (las crocs) est¨¢n manteniendo su ritmo de venta regular.
Desde su creaci¨®n en 2002, la firma de Colorado, que tiene un grueso importante de sus ventas entre el personal sanitario (de hecho, ha donado m¨¢s de mil pares a distintos hospitales espa?oles) ha tenido subidas y bajadas: ha visto c¨®mo su producto, originalmente planteado para la navegaci¨®n, se convert¨ªa en un b¨¢sico de los n¨²cleos urbanos hace una d¨¦cada; tambi¨¦n c¨®mo su dise?o era motivo de escarnio entre personas an¨®nimas en redes y hasta en medios como Time, que lo catalog¨® como ¡°uno de los 50 inventos m¨¢s feos del mundo¡±. Despu¨¦s, se reconvert¨ªa, ya no en tendencia, sino en objeto de culto, de la mano de dos firmas expertas en esto de la producci¨®n de iconos: Christopher Kane y Balenciaga. Hoy, celebridades, raperos y prescriptores de la moda urbana las reivindican. Y parece que con buenos resultados.
Porque puede que el nuevo estilo de vida al que nos hemos visto abocados haya provocado este aumento de demanda (al fin y al cabo, son c¨®modas, funcionales, baratas y viven en esa fina l¨ªnea que separa a las pantuflas del calzado deportivo), pero la realidad es que las crocs llevaban un tiempo cotizando al alza: en el ¨²ltimo trimestre de 2019 crecieron un 21% (238,2 millones de euros). La clave, en todo caso, pasa por saber convertir los defectos en virtudes o, m¨¢s concretamente, la fealdad en valor.
¡°Las crocs representan una forma de rebeli¨®n capitaneada por los que priorizan el confort. Cuando la suficiente gente se deja ver con calzado feo pero c¨®modo, otros les siguen, liber¨¢ndose de constricciones. Los due?os de las tiendas no saben a ciencia cierta qu¨¦ modelos van a vender, pero est¨¢n seguros de que despachar¨¢n lo que ellos llaman fashion confort. En ese espectro, Crocs es una categor¨ªa en s¨ª misma¡±. Este art¨ªculo de Slate de 2007 sobre c¨®mo estos zuecos consiguieron convertirse en un bestseller es igual de aplicable hoy. No solo porque la marca haya sobrevivido a las debacles (a la financiera de hace una d¨¦cada y a la actual), tambi¨¦n y sobre todo, porque explica una din¨¢mica bastante frecuente: cuantas m¨¢s criticas recibe un objeto, m¨¢s necesario se convierte para un p¨²blico que quiere llevar la contraria. As¨ª naci¨®, por ejemplo, el citad¨ªsimo normcore (ese elogio a la normalidad que estaba lejos de ser normal y del que los zuecos de la firma Crocs fueron parte integrante)
¡°Me encantan. Y me da igual lo que la gente piense¡±, respondi¨® Christopher Kane cuando las subi¨® a una pasarela en 2017 (y recibi¨® cientos de mensajes cr¨ªticos por ello). ¡°No creo que nadie tenga el poder de decir lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal. As¨ª que mejor callarse¡±. Despu¨¦s llegar¨ªa Balenciaga en 2018, con su modelo de plataforma cuajado de parches, pero esta s¨ª era una estrategia m¨¢s predecible: bajo la direcci¨®n creativa de Demna Gvasalia, la firma francesa posee el don de hacer caja convirtiendo objetos populares (y denostados) en s¨ªmbolos de la modernidad. Las crocs fueron un cap¨ªtulo m¨¢s en su estrategia creativa, que eleva la est¨¦tica de la mediocridad a imagen de culto. Otra cosa es que la firma de Colorado aproveche para sacar partido a esta alianza, como llevaba haciendo desde hace a?os:
¡°S¨¦ como realmente eres¡± o ¡°acepta el reto de llevarlos¡± son algunos de los esl¨®ganes utilizados en campa?as publicitarias. ¡°No queremos que los que nos odian nos amen. Nos interesa m¨¢s explotar esa tensi¨®n entre la cr¨ªtica y el apego, porque es lo interesante. A otros les costar¨ªa una fortuna lograr ese nivel de inter¨¦s¡±, contaba su consejero delegado a Business Insider. Al fin y al cabo, Crocs ni siquiera se cre¨® para competir en el sector de la moda sino como calzado para los deportes acu¨¢ticos. Todo les vino dado.
As¨ª, en estos ¨²ltimos a?os, han contado con la colaboraci¨®n de Zooey Deschanel o Drew Barrymore, pero tambi¨¦n con la del rapero Post Malone. Es en esa intersecci¨®n entre la moda urbana y la generaci¨®n Z donde han encontrado un inesperado nicho de mercado: de Ariana Grande a Justin Bieber, de Bad Bunny a Pharrell, todos lucen orgullosos sus crocs en redes sociales combinadas con prendas de lujo. ¡°Las crocs ocupan ahora la extra?a posici¨®n de ser la cosa m¨¢s cool por ser la menos cool¡±, escrib¨ªa Hypebeast, la web especializada en streetwear, a prop¨®sito del repunte de estos zuecos de pl¨¢stico entre las celebridades. Qui¨¦n les iba a decir a sus due?os que su calzado puramente funcional iba a terminar siendo un s¨ªmbolo contra la imposici¨®n del buen gusto.
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Sobre la firma
