El poder de las canas o por qu¨¦ a las marcas que apuestan por la madurez les salen las cuentas
Envejecer ya no es un tab¨² para la moda, que esta temporada abunda en reclamos que peinan canas (te?idas o no). La veteran¨ªa es un glamuroso grado, por fin.
Vuelve la cana. En un no tan sorprendente giro de los acontecimientos, marcas y dise?adores abrazan de nuevo a los mayores sin reparos. Ah¨ª est¨¢n, mascarones de proa de esta temporada: Diane Keaton, 76 a?os, d¨¢ndolo todo con gabardina de cuero azul en la campa?a Heritage Made Modern de J.Crew; Kim Gordon, 69, pas¨¢ndole el bolso y el testigo a su hija, Coco (28), como musa de Marc Jacobs; Isabelle Huppert, tambi¨¦n 69, ejecutiva displicente en la controvertida Balenciaga; Jeff Goldblum, 70, revalidando el t¨ªtulo de tipo m¨¢s cool del que haya noticia en el planeta como imagen del oto?o-invierno del hombre Prada. Veteran¨ªa, divino tesoro en tiempos de adoraci¨®n/exaltaci¨®n del consumidor centenial ¡°Las firmas suelen elegir celebridades cada vez m¨¢s entradas en a?os para demostrar su atractivo intergeneracional en t¨¦rminos de producto, adem¨¢s de revestir la mercanc¨ªa de encanto aspiracional¡±, expon¨ªa Janet Comenos cuando Spotted, la agencia de talentos que cofund¨® y dirige, hizo p¨²blica en Variety la encuesta realizada entre compradores estadounidenses justo antes de la pandemia que cuantificaba el sex appeal de actrices y actores para la moda. Sorpresa: el promedio de edad de los m¨¢s y mejor valorados como im¨¢genes de marca superaba de largo los 40, mientras que los que obten¨ªan puntuaciones m¨¢s bajas ni alcanzaban la treintena. Igual que el buen vino, la relaci¨®n atractivo autenticidad-fiabilidad necesita madurar, claro (entonces fue Dwayne La Roca Johnson, 50, el que se colg¨® la medalla, avalada por aquella colaboraci¨®n con la etiqueta deportiva Under Armour que se agot¨® en apenas media hora). As¨ª es como sucede: los adultos se sienten identificados; los j¨®venes, atra¨ªdos por un posible modelo a seguir. Y las cuentas siempre salen.
Desde el momentazo de la octogenaria Joan Didion en la C¨¦line de Phoebe Philo, puede decirse que el negocio del vestir no ha vuelto a tenerle miedo a las arrugas. Cierto que Hedi Slimane, el que al poco ser¨ªa su sucesor, ya hab¨ªa probado que la edad no era en realidad problema alguno al sacar a la palestra a una Marianne Faithfull de 68 a?os durante su reinado en Saint Laurent (campa?a oto?o-invierno 2014). O que en Prada, los caballeros interesantes han tenido oportunidad de desfilar junto a tiernos modelos con cierta regularidad (Gary Oldman y Willem Dafoe, 54 y 57 a?os, respectivamente, en el oto?o-invierno 2012, por no ir m¨¢s all¨¢). Pero fue aquella fotograf¨¢a de la escritora y ensayista estadounidense con bob gris plateado y gafas de sol XXL, reclamo de la primavera-verano 2015, la que sent¨® el precedente en una industria que ha hecho del culto a la extrema juventud moneda de uso corriente al menos en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Neil Young a los 70, actitud de viejo rockero para la muchachada streetwear adicta a Supreme. Charlotte Rampling, tambi¨¦n a los 70, sentando c¨¢tedra de estilo en la rompedora Loewe de Jonathan Anderson. Jane Fonda con 82 protagonizando Off The Grid, la primera l¨ªnea completamente sostenible/circular de Gucci (la firma ha contado igualmente con otras veteran¨ªsimas del calibre de Tippi Hedren y Faye Dunaway). De una u otra manera, todas son el resultado del impacto de aquella imagen de la autora de El a?o del pensamiento m¨¢gico que dinamit¨® el tab¨² de la vejez en la moda, sobre todo si se trata de la mujer. ¡°Es como cuando tu banda favorita alcanza el n¨²mero uno¡±, dijo la revista digital The Cut a prop¨®sito de su impacto sociocultural.
¡°?Qui¨¦n no querr¨ªa ser como Julianne Moore a los 61 a?os?¡±, rezan hoy los titulares a la vista de la actriz estadounidense, tambi¨¦n imagen de la c¨¢psula Heritage Made Modern (El legado modernizado, ojo ah¨ª) de J.Crew. Nadie duda de que la intenci¨®n sea buena, sin embargo, es posible detectar un nuevo tipo de presi¨®n sobre el canon femenino, que obliga a la mujer de mediana edad ¡ªinvisibilizada por lo general a cualquier nivel¡ª a mirarse en un espejo privilegiado igual de inalcanzable que ese ante cuyo cristal desesperan adolescentes y veintea?eras. Por eso, el triunfal regreso de Linda Evangelista como estandarte del bolso Baguette de Fendi, este verano, no pudo esquivar la pol¨¦mica: la legendaria supermodelo canadiense, de 55 a?os, aparec¨ªa camuflada para evitar evidenciar los estragos del procedimiento est¨¦tico que desfigur¨® su cuerpo e hinch¨® su rostro, oportunidad perdida para muchos de normalizar lo que les ocurre a no pocas mujeres que, al llegar a una edad, pasan por quir¨®fano en un intento por prolongar la juventud. Una prueba, otra m¨¢s, de que el edadismo sigue presente en el negocio a pesar de todo: mujeres (y hombres) de 60 para arriba s¨ª, pero de aspecto lozano, cuerpos fibrados y sedosas melenas blancas.
La cuesti¨®n se vuelve a¨²n m¨¢s acuciante al observar lo que ocurre con los propios trabajadores del negocio cuando traspasan la frontera de la cincuentena. El portal Drapers presentaba un informe el pasado julio en el que conclu¨ªa, seg¨²n el testimonio de diversas fuentes evidentemente an¨®nimas, que el 60% de los empleados del sector de entre 50 y 65 a?os sufre discriminaci¨®n por edad. A la mayor¨ªa se los aboca ¡ªincluso obliga¡ª a la jubilaci¨®n anticipada, en especial dise?adores, estilistas y quienes trabajan en servicio al cliente. ¡°El problema es que, aunque creas que todav¨ªa resultas relevante, tus compa?eros de 20 a?os piensan que eres un dinosaurio¡±, expone Phyllis Walter, relaciones p¨²blicas retirada que en su momento trabaj¨® para Versace y Nicole Farhi. ¡°Muchas marcas, en especial las de gran consumo, est¨¢n obsesionadas con la juventud y eso est¨¢ pasando factura. Creo que les urge contar con mujeres veteranas como voces autorizadas que les expliquen que no pueden condenar al ostracismo a las consumidoras a partir de cierta edad¡±, contin¨²a. David Backhouse, jefe del departamento de dise?o de la Universidad de Leeds en Reino Unido, apuntaba recientemente otra circunstancia en The Business of Fashion: ¡°Ahora mismo, las redes sociales han sobrepasado incluso a los equipos creativos, de ah¨ª que las empresas est¨¦n contratando a gente muy joven para alimentar el hype digital¡±.
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