El rosa ya no es un color fr¨ªvolo: el tono del vigor, la energ¨ªa y la fuerza
Casi todas las colecciones de la temporada tienen algo en com¨²n: sea cual sea su estilo, han te?ido sus dise?os de rosa. ?Por qu¨¦ el color m¨¢s cargado de prejuicios y m¨¢s asociado con la feminidad cl¨¢sica se ha adue?ado de las tendencias precisamente ahora? La ¡®top¡¯ ?frica Garc¨ªa demuestra que el rosa hoy condensa muchos significados.
Cursi, ani?ado, fr¨ªvolo, rom¨¢ntico¡ existen pocos colores tan repletos de connotaciones, al menos peyorativamente hablando. Durante el pasado siglo, el rosa ha simbolizado la feminidad en el sentido m¨¢s patriarcal del t¨¦rmino y, sin embargo, en los ¨²ltimos dos a?os se ha convertido en una tendencia ubicua. Tiene sentido. ¡°Un color poco convencional para tiempos poco convencionales¡±, explicaban hace unos d¨ªas desde Pantone cuando anunciaban que el color del 2023 ser¨¢ el Viva Magenta, una tonalidad entre el rosa y el granate que, seg¨²n la empresa ¡°inspira vigor, energ¨ªa y fuerza¡±.
El argumento es muy distinto al que utilizaron en 2017 cuando decretaron que aquel ser¨ªa el a?o del rosa milenial. Entonces, viv¨ªamos en plena dictadura de lo cuqui en redes sociales, bodegonizando la vida cotidiana y rindiendo pleites¨ªa a Wes Anderson. Hoy, apelamos al shock que conlleva vivir en un presente incierto. Por eso, Elsa Schiaparelli, en pleno periodo de Entreguerras, ti?¨® muchas de sus creaciones de un color al que llam¨® muy pertinentemente Shocking pink. As¨ª, este a?o Pierpaolo Piccioli, director art¨ªstico de Valentino, ha te?ido casi todas sus creaciones y escaparates de Pink PP, un color patentado por ¨¦l mismo (en contraposici¨®n al cl¨¢sico rojo de Valentino) que, tal y como explicaba tras su desfile (mixto) de este invierno ¡°habla de poder antes que de feminidad. No es un color fr¨ªvolo¡±. Lo cierto es que el fucsia, el tinte m¨¢s caro de conseguir en los siglos XVII y XVIII, estaba por eso mismo ligado a las clases altas, al poder y, por lo tanto, a la masculinidad. De ah¨ª que siga presente en los altos mandos clericales.
No est¨¢ claro c¨®mo el rosa pas¨® a ser un color exclusivo de las mujeres y las ni?as. S¨ª sabemos que durante el XIX, mientras los trajes masculinos se te?¨ªan de aburridos beis y grises, los femeninos se coloreaban con pasteles. Tambi¨¦n que tras la II Guerra Mundial, los armarios de ellas se volvieron a te?ir de esa gama como respuesta visual a ese estereotipo imperante del ama de casa y ¨¢ngel del hogar. El rosa palo era fr¨¢gil, complaciente e infantil; el fucsia explosivo y sexual; ambos acarreaban, en cualquier caso, prejuicios en torno al g¨¦nero. Pero basta con que un elemento, o un color, en este caso, tenga tantas preconcepciones para que sea relativamente f¨¢cil derribarlas. El punk, con Vivienne Westwood en la pasarela y los Clash en el escenario, se visti¨® de rosa para generar ese mismo impacto que confunde en tiempos confusos. Todo dise?ador que se haya propuesto deconstruir el ideario de la belleza femenina can¨®nica, de Comme des Gar?ons a Martin Margiela o el muy siniestro Rick Owens, ha tirado del rosa. En 2022 se hablaba de la tendencia barbiecore (as¨ª se llam¨® al auge del rosa) en los mismos t¨¦rminos de reapropiaci¨®n de prejuicios y cambio de significado. ¡°Es una evoluci¨®n. Si Barbie representaba el rol de mujer blanca delgada de clase media, ahora se utiliza para expresar distintos cuerpos, razas e identidades¡±, explican en la plataforma de predicci¨®n de tendencias WGSN. No, el nuevo rosa no es dulce, ni cursi, ni complaciente, sino combativo, reivindicativo y poderoso. Una elecci¨®n rotunda en momentos extra?os que, por supuesto, va m¨¢s all¨¢ de las construcciones de g¨¦nero.
Modelo: ?frica Garc¨ªa (Traffic Models).
Maquillaje y peluquer¨ªa: Rub¨¦n M¨¢rmol (Kasteel) para Chanel y L¡¯Oreal
Pro. Dise?o de set: Irene Luna.
Asistentes de fotograf¨ªa: Sandra Angstadt y Rafael Benito.
Asistente de estilismo: Paula Alcalde.
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