4 motivos para visitar Montenegro (antes de que se ponga m¨¢s de moda)
Adriana Lima o Lovely Pepa han disfrutado de este pa¨ªs que enamora a Instagram con sus ciudadelas medievales, sus islas min¨²sculas y sus escarpados parajes. De Kotor a Durmitor, repasamos sus atractivos.
Adriana Lima se ha dejado perder por sus callejuelas medievales. Lovely Pepa ha hecho lo propio disfrutando de sus playas y de sus lagos, como hizo en 2016 el actor Harrison Ford. Jack Morris? y Lauren Bullen, la pareja de ¡®instagrammers¡¯ famosa por sus viajes por todo el mundo, ha estado este verano por primera vez en el pa¨ªs disfrutando de sus puestas de sol sobre la bah¨ªa. Y es que con sus peque?as ciudadelas, min¨²sculas islas y escarpados paisajes, Montenegro, la ¡°m¨¢s bonita uni¨®n?de tierra y mar¡± en palabras de Lord Byron, es un apetecible destino al que Instagram es incapaz de resistirse.
Esta naci¨®n, una de las m¨¢s j¨®venes del coraz¨®n de los Balcanes (se independiz¨® de Serbia hace once?a?os) fue elegida por Lonely Planet en 2016 (con la ciudad de Kotor al frente) como uno de los lugares m¨¢s interesantes para visitar. Sus competitivos precios, algo m¨¢s caros que Macedonia o Albania pero incre¨ªblemente m¨¢s baratos que Croacia, convierten a Montenegro en una de esas perfectas escapadas si lo ¨²ltimo que quieres es encontrarte con otros espa?oles: Seg¨²n el buscador de viajes Skyscanner, por ejemplo, Italia es 808 veces m¨¢s popular. El a?o pasado el porcentaje de reservas de avi¨®n fue del 7% y de Montenegro, solo del 0,1%.
Repasamos cu¨¢les son sus principales atractivos:
Sus ciudades costeras
La costa adri¨¢tica tiene algunas peque?as joyas que nada tienen que envidiar a Dubrovnik, la (ya) masificada urbe fortificada al sur de Croacia. La arquitectura de estas ciudades costeras montenegrinas transportan a la Edad Media, con un ¡®stari grad¡¯ (casco antiguo) a menudo amurallado y estrechas callejuelas que invitan a perderse. La m¨¢s cercana a la frontera croata es Herceg Novi, fundada en el s. XIII. Sus fortalezas y su torre del reloj son dos de sus principales encantos.
Kotor es el tesoro de la bah¨ªa y patrimonio de la UNESCO desde 1979. Resulta imposible pasear por su ciudadela encajada en la monta?a sin evocar a Venecia, una sensaci¨®n que cobra mucho sentido: durante casi cuatrocientos a?os la metr¨®polis y sus ciudades circundantes, que integran la bah¨ªa de Kotor, formaron parte de la llamada ¡®Albania Veneciana¡¯, un dominio propiedad de la Rep¨²blica de Venecia que fue trascendental en su lucha contra la invasi¨®n otomana. Sus murallas bizantinas albergan paradas obligatorias como la catedral de San Trif¨®n, pero lo m¨¢s espectacular est¨¢ en las alturas. Concretamente, en el castillo de San Juan. Conviene hacer un esfuerzo extra y subir los miles de escalones de piedra construidos en plena monta?a para llegar a ver la puesta de sol sobre la lengua de mar, con la ciudad entre monta?as y el Adri¨¢tico de fondo.
A tan solo 12 kil¨®metros de Kotor encontramos Perast, un antiguo puerto legendario por su historia mar¨ªtima. Poco queda ya de esa fama, aunque sus dos mayores puntos de inter¨¦s est¨¢n alejados unos pocos kil¨®metros del litoral: dos islotes, Gospa od ?krpjela (Nuestra Se?ora de las Rocas) y Sveti Dorde (San Jorge), con respectivas iglesia y monasterio a las que pueden acercarte los barcos desde la costa por unos 3 euros por persona. Adem¨¢s, se pueden tomar espectaculares im¨¢genes de la silueta de Perast reflejada en el mar (a la manera de la villa alpina de Hallstatt).
La bah¨ªa de Kotor no ha escapado del foco de los cruceros. Aunque todav¨ªa se puede deambular por las calles de sus cascos antiguos sin toparte con multitud de turistas obsesionados con inmortalizarlo todo (como sucede en el sur de Croacia), ya se ha convertido en una de las zonas favoritas de compa?¨ªas como Costa, Royal Caribbean, MSC o Norwegian. En Kotor, por ejemplo, se han duplicado las cifras de turismo desde 2010 y el n¨²mero de visitantes procedentes de cruceros ha aumentado un 21% entre 2015 y 2016.
Si hay un destino de sol en el pa¨ªs, ese es Budva. La urbe que la escritora brit¨¢nica Rebecca West defini¨® una vez como ¡°una peque?a tortuga blanca contra el mar azul¡± es a menudo comparada con Dubrovnik debido a su ¡®stari grad¡¯, protegido por bastiones medievales que dan al mar. El casco antiguo de esta milenaria ciudad, creada por los griegos en el s. V, se asemeja a la arquitectura mediterr¨¢nea de otras ciudades de la bah¨ªa, y contrasta con otra parte de Budva en la que hoteles resort y apartamentos en continuo crecimiento acaparan la costa. Es la respuesta a un incremento masivo de turistas de diversas nacionalidades (como los rusos) que han decidido convertir a toda costa la ciudad en su destino favorito de vacaciones.
Sus playas
Budva es la ciudad que atesora las playas m¨¢s conocidas. Al sur, los dos kil¨®metros de arena de Be?i?i la han convertido en la m¨¢s solicitada por los ba?istas, mientras que Jaz Beach, al norte, es un lugar m¨¢s tranquilo que adquiri¨® fama gracias a los conciertos al aire libre que han dado grupos como los Rolling Stones o Madonna. Otras playas muy populares son Velika Plaza, que con sus 12 kil¨®metros es la m¨¢s grande de los Balcanes, y las de Petrovac, en la costa de Budva, gracias a sus aguas turquesas y a sus asentamientos r¨²sticos de la antigua ciudad.
Un destino menos conocido es la de Dobrec, a la que solo se puede acceder en barco desde Herzeg Novi, Rose, Zanjice y Miriste. Algo similar sucede con las de Mogren, dos playas de arena blanca separadas por una monta?a, aunque se puede explorar la cueva que las conecta.
Sveti Stefan es uno de los puntos imprescindibles en cualquier gu¨ªa de Montenegro. A 8 kil¨®metros de Budva, este antiguo pueblecito pesquero unido por un istmo se ha convertido en el resort m¨¢s exclusivo de Montenegro que han disfrutado celebrities desde Marilyn Monroe hasta Sophia Loren. Incluso el tenista Djokovic se cas¨® all¨ª en 2014 y el actor Robert De Niro abri¨® uno de sus restaurantes Nobu hace un par de a?os. Los precios de sus habitaciones son prohibitivos (entre 950 y 1.250 euros), pero puedes ba?arte sin problema en las playas colindantes de agua cristalina. Como Dobrec o Mogren, son playas de guijarros, as¨ª que conviene meter unas cangrejeras en la maleta.
Sus parques naturales
Montenegro es mucho m¨¢s que dorarse al sol y sucumbir al encanto de peque?as ciudades litorales. M¨¢s all¨¢ de sus costas, ofrece la posibilidad de explorar sus cimas y adentrarse en sus parques naturales. No en vano, su escarpado paisaje es lo que define el nombre del pa¨ªs (Crna Gora en montenegrino significa literalmente ¡®Monte Negro`).
Uno de sus mejores secretos es el lago Skadar, el m¨¢s extenso de la zona balc¨¢nica. Situado entre Albania y Montenegro, es un aut¨¦ntico oasis para los amantes de la ornitolog¨ªa. La mejor recomendaci¨®n es un paseo en kayak no solo para ver aves, sino tambi¨¦n varios islotes con peque?os monasterios medievales en los que los monjes se dedicaban a copiar libros. Una de sus vistas m¨¢s espectaculares es Pavlova Strana, la panor¨¢mica del r¨ªo Crn¨®jevic fluyendo hacia el lago Skadar.
Dejando el parque natural de Prokletije (literalmente ¡®monta?as malditas¡¯) al oeste, el norte abarca otros destacables para hacer trekking como el Biogradska Gora. A tres horas de Tivat, el parque de Durmitor invita a descender en rafting las aguas turquesas del r¨ªo Tara. Su ca?¨®n, patrimonio de la Humanidad, es uno de los m¨¢s profundos y a menudo se compara con el Ca?¨®n del Colorado. Los lagos glaciares de Durmitor y sus monta?as son el paraje perfecto para hacer tambi¨¦n una ruta en bicicleta.
Otra de las experiencias que ofrecen las ¡®highlands¡¯ montenegrinas es disfrutar de una noche bajo las estrellas hospedado en un katun, las caba?as de monta?a usadas antiguamente por los pastores locales en periodos de trashumancia. Estas chozas pueden encontrarse desde el pico de Bjelasica, con el pueblo eco de Vranjak (jelka.me), hasta los del parque nacional de Biogradska Gora.
Su gastronom¨ªa
Las delicias montenegrinas son una consecuencia l¨®gica de la influencia de sus pa¨ªses vecinos. La cocina de Albania o Macedonia (en general, la de los Balcanes), est¨¢ muy presente en platos como el c¨¦vapi, una especie de carne a la parrilla con forma de salchicha. Montenegro no olvida que en su d¨ªa fue territorio italiano y otomano, por lo que es f¨¢cil encontrar rastros culinarios de ambas culturas, como el burek turco, una empanada rellena de queso, carne o espinacas que puede tomarse a la hora del desayuno, la salsa ¡®kaymak¡¯, con una textura similar a la nata, o el pr?ut, especialmente el de Njegu?i, una especie de jam¨®n curado similar al ¡®prosciutto¡¯ italiano. El cordero es a la zona de monta?a como el pescado y el marisco a la zona de costa. Es muy com¨²n hacer con ellos una especie de guisado que recibe el nombre de ?orba.
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