Brujas, v¨ªrgenes y tarotistas: la intensa relaci¨®n entre la moda y el ocultismo
Christian Dior, Jean Paul Gaultier o McQueen se han visto influenciados por lo esot¨¦rico. Una exposici¨®n ef¨ªmera en Madrid destaca el lado m¨¢s espiritual de la moda.
??Acepta!,? ?acepta!?. Una sola palabra bast¨® para que Christian Dior, supersticioso confeso, abriese su propia firma en 1944. La pronunci¨® su pitonisa favorita, Madame Delahaye. El dise?ador jam¨¢s tomaba una decisi¨®n sin consultar a su tarotista predilecta. Su vida estuvo marcada por las adivinas. Fue otra, muchos a?os antes y cuando s¨®lo ten¨ªa 14 a?os, la que le aventur¨® aquello que marc¨® su existencia y tanto se ha repetido al hablar del creador del New Look: ?sufrir¨¢s la pobreza pero alegrar¨¢s la vida de las mujeres. Gracias a ellas, encontrar¨¢s el ¨¦xito?. Influenciado por su abuela, Dior combinaba sus visitas a la iglesia (era un cat¨®lico recalcitrante) con una pasi¨®n por las maestras del ocultismo. Viv¨ªa rodeado de amuletos. En el bolsillo de su chaqueta llevaba un relicario envuelto con una flor seca (que tambi¨¦n puso en el dobladillo de todos sus modelos de Alta Costura). Siempre ten¨ªa cerca un tr¨¦bol de cuatro hojas. El 8 era su n¨²mero m¨¢gico.
Todas esas man¨ªas siguen influyendo en la maison. La casa francesa no quiere despegarse de ese ¨¢nimo de ?provocar una suerte infinita?. La estrella centelleante que corona el edificio Dior en Ginza (Tokio), el reloj Dior VIII (8) o la camiseta con el infinito (el 8 en posici¨®n horizontal) que Maria Grazia Chiuri imprimi¨® en su primera colecci¨®n para la casa francesa hace unas pocas semanas son algunos de los ejemplos de esa b¨²squeda eterna de lo m¨¢gico. La exdise?adora de Valentino, y primera mujer al frente de la direcci¨®n creativa de la firma, se estren¨® con una serie de prendas repleta de gui?os a ese pasado supersticioso de su creador: referencias al tarot o los corazones y tr¨¦boles que siempre procuraba tener cerca.
?Lo de Christian Dior es el ejemplo de dise?ador de moda que cre¨ªa en lo esot¨¦rico pero no lo trasladaba a sus dise?os?, cuenta Victoria Braojos, responsable de La influencia del esoterismo en la moda, exposici¨®n que se inaugura hoy en Madrid y que, mediante 30 piezas aglutinadas por varios coleccionistas, trata de analizar esta curiosa relaci¨®n entre el mundo del ocultismo y los creadores de tendencias. ?Dior era creyente, pero luego est¨¢n los dise?adores que no creen pero recurren a referencias esot¨¦ricas en sus dise?os por pura est¨¦tica, como Karl Lagerfeld; el que cree y que adem¨¢s lo lleva a su terreno, como Jean Paul Gaultier o Dolce & Gabbana ¨Cla iconogrof¨ªa religiosa est¨¢ presente desde sus inicios¨C y el m¨¢s extremo de todos, con una visi¨®n futurista y de creencia en lo paranormal y los extraterrestres, Paco Rabanne (que predijo, err¨®neamente, que la estaci¨®n espacial MIR se abatir¨ªa sobre Par¨ªs el 11 de agosto de 2009)?.
La exposici¨®n madrile?a s¨®lo se podr¨¢ ver durante la jornada de hoy en el n¨²mero 61 de la calle Ortega y Gasset. Una muestra ef¨ªmera debido a que, seg¨²n Braojos, las prendas son ?muy delicadas? y, adem¨¢s, ocupan el espacio del plat¨® de la futura escuela de Esoterismo y del programa online que ella misma produce, Ventana al m¨¢s all¨¢. Los visitantes que puedan pasarse hoy podr¨¢n encontrarse con un dise?o mini de Courr¨¨ges en el que se ve el damero mas¨®nico (?lo encontr¨¦ yo en Par¨ªs justo cuando Courr¨¨ges muri¨®, ¨¦l se reg¨ªa en sus dise?os por la geometr¨ªa sagrada?, asegura Braojos), un sombrero de Philip Treacy con la carta del loco del Tarot, un cuerpo de Alexander McQueen de su colecci¨®n dedicada a las brujas de Salem (oto?o/invierno 2007), un libro firmado por Jean Paul Gaultier (otro que tambi¨¦n se vio influenciado por el espiritismo de su abuela ¨Cpeluquera que tiraba las cartas a sus clientas en el sal¨®n de belleza), un reloj de inspiraci¨®n g¨®tica de Dior, zapatos inspirados en el Mago de Oz y diversas ilustraciones de dise?os de alta moda esot¨¦ricos de varios dise?adores de Gonzalo L¨®pez.
Ya sea por est¨¦tica o por pura inspiraci¨®n, la moda recrea c¨ªclicamente un di¨¢logo creativo con la simbolog¨ªa esot¨¦rica. Uno de los eventos m¨¢s rese?ables fue el desfile de Alexander McQueen de su colecci¨®n de oto?o-invierno en 2007. Sobre un espectacular pentagrama rojo pasearon modelos con maquillaje a lo Nefertiti bajo una pir¨¢mide invertida en la que se pod¨ªa ver, tal y como describi¨® Vogue en su cr¨®nica por aquel entonces, ?un macabro v¨ªdeo de mujeres desnudas, descomposici¨®n de cr¨¢neos y sangre y fuego que jugaba sobre sus cabezas?. El show y las prendas respond¨ªan a una revelaci¨®n familiar del dise?ador: su madre descubri¨® que su ¨¢rbol geneal¨®gico estaba relacionado con una de las v¨ªctimas de los juicios de Salem y fue ahorcada por los puritanos en 1692. Brujer¨ªa reflejada en los dise?os de un creador que nunca renunci¨® a su lado m¨¢s oscuro. Gareth Pugh tambi¨¦n tir¨® de esta simbolog¨ªa en su colecci¨®n primavera verano de 2015, con pentagramas y reminiscencias al ocultismo en sus dise?os. Dise?os con calaveras y tri¨¢ngulos a lo illuminati. Para invasi¨®n calav¨¦rica, la que supuso ver c¨®mo las cadenas low cost copiaban hasta el exceso el dise?o que populariz¨® McQueen.
Braojos destaca que no solo la moda pronta ha copiado toda esta simbolog¨ªa de los grandes dise?adores, hasta la equipaci¨®n del FC Barcelona tiene elementos esot¨¦ricos.?Joan Gamper era mas¨®n y la escuder¨ªa de masoner¨ªa que le pertenec¨ªa era blaugrana?. El fact checking le da la raz¨®n (en parte): entre las probabilides del porqu¨¦ del rojo y azul, adem¨¢s de los colores del Basilea ¨Cequipo en el que jug¨®¨C, o que con esos colores se llevaba la contabilidad del equipo, est¨¢ la teor¨ªa de que Gamper o bien se hizo mas¨®n en su Suiza natal o bien entr¨® en una logia de un suizo afincado en Barcelona cuyo mandil ten¨ªa esos colores.??Aunque no creamos en el ocultismo, es innegable negar que sus s¨ªmbolos nos rodean y nos influyen. Hasta en la forma de vestir. Hay much¨ªsima gente que lleva prendas con mensajes de este tipo y ni se dan cuenta¡±, apunta. Que se lo digan a los 3.637.000 compradores que se hicieron con la camiseta del Bar?a la temporada pasada.
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