?Llamadme Segundo Caballero?: el marido de Kamala Harris reivindica su segundo plano en la Casa Blanca
El abogado de 56 a?os Douglas Emhoff suele mostrarse como el principal admirador de su esposa, Kamala Harris. Ambos tienen buena amistad con la exmujer de ¨¦l y forman una familia reconstituida.
Aunque Donald y Melania Trump no recibieron a los Biden en la Casa Blanca, Mike y Karen Pence s¨ª se dejaron ver con la nueva vicepresidenta y su esposo, Douglas Emhoff, en las escaleras del Capitolio el d¨ªa del intercambio de poderes. Los cuatro se dejaron grabar charlando e incluso riendo en un obvio intento de transmitir normalidad en un d¨ªa tan poco normal. Las dos parejas no podr¨ªan ser? m¨¢s distintas. Los humoristas estadounidenses no se han cansado todav¨ªa de hacer bromas sobre el hecho de que Mike Pence llama a su mujer ¡°mother¡±, madre. Los Pence son cristianos evang¨¦licos, suscriben el llamado Manifesto Modesto, seg¨²n el cu¨¢l ¨¦l no puede comer a solas con otra mujer, aunque sea por motivos de trabajo, y de ella ha dicho el Washington Post que ha sido una influencia pol¨ªtica clave en los momentos m¨¢s pol¨¦micos que ha protagonizado su marido, como cuando decidieron irse de un partido de f¨²tbol americano como se?al de protesta porque algunos jugadores no se levantaron al escuchar el himno o cuando el ya exvicepresidente decidi¨® visitar un hospital militar en plena pandemia sin usar mascarilla.
Si los Pence, con ra¨ªces en el Medio Oeste, representan el matrimonio entendido tan a la antigua como es posible entenderlo en la segunda d¨¦cada del siglo XXI, los californianos Harris-Emhoff vienen de otro universo. La vicepresidenta y su marido se conocieron cuando los dos ten¨ªan ya cuerantaybastantes. ?l se hab¨ªa divorciado de su primera esposa, la productora audiovisual Kerstin Emhoff, y madre de sus dos hijos, Cole y Ella. Por su parte, Harris tambi¨¦n hab¨ªa tenido varias parejas, la m¨¢s notoria y pol¨¦mica con el exalcalde de San Francisco, Willie Brown, a mediados de los noventa, cu¨¢ndo ¨¦l estaba casado y ten¨ªa m¨¢s de 60 a?os y ella no llegaba a los 30. Harris y Emhoff han contado varias veces, y tambi¨¦n en esta entrevista televisada d¨ªas antes de la toma de posesi¨®n, c¨®mo la mejor amiga de ella, la consultora de relaciones p¨²blicas Chrisette Hudlin, que le alert¨®: simplemente, f¨ªate de m¨ª, no le googlees. Por supuesto, ella le google¨® y descubri¨® que ten¨ªa dos hijos y que era un abogado centrado en el sector del entretenimiento. Su caso m¨¢s famoso fue la defensa de la agencia de publicidad TBWA por la propiedad intelectual del llamado ¡°chihuahua psic¨®pata¡±, el protagonista de los anuncios de Taco Bell.
A Kamala Harris le gusta decir que forma junto a su marido y la exmujer de ¨¦l una familia reconstituida ¡°hasta demasiado funcional¡± y de las veces que ella y la primera esposa de su marido iban a las competiciones de nataci¨®n de Ella y la animaan desde la grada. Kerstin Emhoff estuvo invitada a la toma de posesi¨®n y colg¨® una foto en sus redes en la que dec¨ªa estar muy emocionada.
Douglas Emhoff suele decir que naci¨® en Brooklyn ¡°antes de que fuera cool¡±. Se crio en una familia jud¨ªa de clase media ¨Csu padre, Mike Emhoff, dise?aba zapatos y su madre se ocupaba de la casa. Una foto de ambos comprando el libro de su nuera en Costco, el supermercado de bajo coste, alcanz¨® cierta viralidad, igual que un v¨ªdeo en el que Harris imita el acento de Brooklyn de su suegra¨C en un suburbio de Nueva Jersey, con un hermano y una hermana, y estudi¨® en California, donde ha desarrollado casi toda su carrera. En los ¨²ltimos a?os, y desde que Harris se convirti¨® en senadora, hac¨ªa vida entre las dos costas, alternando d¨ªas en Washington D. C. y su trabajo como socio en el despacho DLA Piper, que ya ha abandonado. Desde ahora se dedicar¨¢ a dar clases como profesor invitado en Georgetown de su especialidad, el Derecho en la industria del entretenimiento, y a sus tareas como primer Segundo Caballero ¨Cen castellano, el t¨ªtulo suena a¨²n m¨¢s extra?o¨C. Ser¨¢ el primer hombre y la primera persona jud¨ªa que ostenta este cargo tan difuso pero inextricable de toda la liturgia del poder estadounidense, que otorga tanto protagonismo a los c¨®nyuges de los cargos electos. Emhoff ha tenido cierto entrenamiento como ¡°esposo de senadora¡±: en la entrevista de la CBS habla de c¨®mo el marido de Elizabeth Warren y el marido de Amy Klobuchar le acogieron cuando hab¨ªa cenas y actos sociales del Senado. En la campa?a, hizo tambi¨¦n buenas migas con Chasten Buttigieg, el marido de Pete Buttigieg, excandidato presidencial y actual secretario de Transportes con Biden. Aun as¨ª, la atenci¨®n medi¨¢tica que recibir¨¢ ahora toda la familia se multiplicar¨¢. Dado que los Biden son una pareja mayor y ya han tenido mucha visibilidad en la pol¨ªtica norteamericana, los medios parecen estar ¨¢vidos de noticias de la vistosa familia reconstituida de la vicepresidenta. En estos d¨ªas, los digitales se han lanzado con especial avidez sobre Ella Emhoff, la hija peque?a del Segundo Caballero, estudiante de moda en Parsons y titular de un Instagram en el que cuelga sus creaciones de tricot y selfies con mascarilla cosm¨¦tica.
As¨ª como se espera que Jill Biden contin¨²e con su atenci¨®n a las familias de militares y, sobre todo, se centre en la promoci¨®n de la educaci¨®n ¨Csuele enfatizar que las universidades comunitarias, p¨²blicas y mucho m¨¢s baratas que el resto, son uno de los pocos ascensores sociales que le quedan a la clase trabajadora y su marido la llamada educadora-en-jefe¨C no est¨¢ muy claro qu¨¦ tareas se reservar¨¢ Emhoff en su nuevo rol. De momento, ha empezado ¡°haciendo los deberes¡±, como ha dicho, visitando una exposici¨®n en la Biblioteca del Congreso, para inspirarse. En un art¨ªculo que escribi¨® en la edici¨®n estadounidense de GQ recalca que pretende seguir los pasos de las mujeres que le precedieron en el cargo. Utiliza la misma expresi¨®n, ¡°stand in the shoulder¡±, levantarse sobre los hombros, que suele usar Harris para referirse a las mujeres que ocuparon cargos de poder antes que ella. ¡°Es un honor ser el primer esposo de un presidente americano o vicepresidente. Pero esta es la verdad: generaciones de mujeres antes que yo han usado esta plataforma para promover causas en las que cre¨ªan y para generar confianza en nuestras instituciones aqu¨ª y en el extranjero, a menudo sin mucho aplauso ni reconocimiento¡±.
En el mismo texto, se refiere a sus hijos y dice que espera que crezcan en un mundo ¡°en el que no sea noticia que una pareja amorosa, de cualquier g¨¦nero, te apoye en todo lo que hagas¡±. Es una referencia velada al mucho alboroto que se ha armado por el hecho de que ¨¦l se suela mostrar completamente admirado por los logros de su mujer y perfectamente dispuesto de asumir un segundo plano. Su biograf¨ªa de Twitter ahora dice as¨ª: ¡°Segundo Caballero de Estados Unidos. Padre dedicado. Marido orgulloso de Kamala Harris¡±. En la campa?a electoral, que contando las primarias, dur¨® m¨¢s de un a?o, Emhoff se gan¨® su propio club de fans y protagoniz¨® art¨ªculos en los que le llamaban ¡°zaddy¡± (t¨¦rmino internetero para designar a un hombre atractivo) y ¡°nuestro crush en plan padre jud¨ªo¡±.
Muchas mujeres, sobre todo, se expresaron en redes admiradas por su capacidad de ceder protagonismo a su esposa. Bueno, es que es su esposa quien ha sido elegida vicepresidenta, se podr¨ªa decir. Pero el hecho de que esto cause sorpresa dice bastante de los roles que todav¨ªa se espera que asuma cada miembro en las parejas heterosexuales. El caso es distinto, pero el propio Bill Clinton no parec¨ªa en absoluto dispuesto a quedarse callado organizando la fiesta de Pascua de la Casa Blanca hace cinco a?os cuando era su esposa la que aspira a la presidencia. Sin perderse en hip¨®tesis tan alejadas ¨Cal fin y al cabo, pocos de nosotros aspiraremos a presidencia alguna¨C, ah¨ª est¨¢n los datos deprimentes de la p¨¦rdida de empleo femenino en Estados Unidos durante la pandemia. Tan solo en el mes de diciembre, se perdieron 140.000 empleos. El 120% de ellos los perdieron mujeres. S¨ª, el 120. Porque las mujeres, sobre todo las latinas y afroamericanas, se quedaron sin 156.000 empleos y los hombres ganaron 16.000. Las mujeres est¨¢n pagando un precio desproporcionado porque, cuando ha habido que cuidar a familiares, han sido ellas quienes han dejado sus empleos remunerados para hacerlo. Cada vez que se produce lo contrario, es noticia, ya sea en el ¨¢mbito global ¨Cel CEO de Zalando dej¨® en diciembre su puesto para priorizar la carrera de su esposa y no hubo medio que no lo reportada¨C como en el dom¨¦stico. Con ese panorama no es tan extra?o que llame la atenci¨®n una cosa tan com¨²n como que un hombre de 56 a?os apoye en todo a su esposa, la mujer que m¨¢s poder ha alcanzado en la historia de Estados Unidos.
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