La encrucijada de la industria joyera europea: sus diamantes tambi¨¦n vienen de Rusia
M¨¢s de un tercio de los diamantes que se extraen en el mundo proceden de Alrosa, una empresa rusa de la que el gobierno de Putin posee una participaci¨®n mayoritaria. El bloqueo en las transacciones comerciales hace que numerosas empresas est¨¦n reduciendo dr¨¢sticamente su stock, Pero, por encima de todo, est¨¢ el dilema ¨¦tico, que apunta al posible regreso de los tristemente famosos ¡®diamantes de sangre¡¯.
El pasado 8 de febrero, la consultora Bain & Co. lanz¨® el informe anual sobre la industria del diamante que suele elaborar en colaboraci¨®n con el Centro Mundial de diamantes de Amberes. Hablaban de una incre¨ªble recuperaci¨®n tras la los estragos de la pandemia. Lo facturaci¨®n hab¨ªa crecido nada menos que un 62% en 2021 y se hab¨ªan superado en un 11% los niveles prepandemia. Dos semanas m¨¢s tarde, esta industria no teme por la ca¨ªda en pica de las ventas, sino, en general, por su supervivencia a medio plazo.
La raz¨®n, por supuesto, hay que buscarla en Rusia, concretamente en una compa?¨ªa llamada Alrosa. Los diamantes extra¨ªdos de sus minas suponen un 30% de bruto global. Solo el a?o pasado, extrajeron 32 millones de quilates por un valor por encima de los 4.000 millones de euros, seg¨²n informa la revista The Business of Fashion. La importancia del diamante ruso es tal que en 2015 el pa¨ªs super¨® a Botswana como mayor productor del mundo.
Hace una semana, se restringi¨® el comercio de las compa?¨ªas nortemaericanas con Alrosa. Sin embargo, pese a que muchas empresas pueden emplear la mercanc¨ªa que ya se hab¨ªa comprado durante el mes de febrero, el problema principal es el bloqueo de flujo de capital entre Rusia y los pa¨ªses occidentales. ¡°Mientras los l¨ªderes europeos a¨²n deciden qu¨¦ empresas sufrir¨¢n las sanciones, crece la preocupaci¨®n en Amberes¡±, anunciaban d¨ªas antes en el diario Belgian Times aludiendo a la capital comercial del diamante. ¡°El impacto deber¨ªa hacer da?o a Rusia, pero existe la posibilidad de que nos haga m¨¢s da?o a nosotros, porque los rusos pueden comerciar con sus diamantes en pa¨ªses que no pertenezcan a la Uni¨®n Europea¡±, explicaban en la revista Forbes desde el centro mundial de Diamantes de Amberes.
La cuesti¨®n, adem¨¢s de econ¨®mica, es principalmente ¨¦tica. El gobierno ruso posee un 66% del negocio de Alrosa. Su CEO, Sergey Yvanov, pertenece adem¨¢s al c¨ªrculo ¨ªntimo de Vladimir Putin. Hace una semana, Annabel Davidson, periodista especializada en joyas, se preguntaba en su Instagram si ¡°el hecho de que la mayor¨ªa de Alrosa pertenezca al gobierno ruso significa que los diamantes est¨¢n financiando la guerra y que, si es as¨ª, el denominado ¡®Proceso Kimberley¡¯ deber¨ªa tomar cartas en el asunto¡±. El llamado KP es una certificaci¨®n que, de hecho, se cre¨® en 2003 para garantizar que los diamantes que compraban vend¨ªan algunas compa?¨ªas no eran diamantes de sangre, es decir, gemas obtenidas en zonas de guerra y cuya compra ayudan a financiarlas. Pese a que la ONU lleva desde el a?o 2000 intentando impedir el comercio de diamantes con pa¨ªses totalitarios y en conflictos b¨¦licos, fue en la d¨¦cada pasada cuando el mundo se escandaliz¨® que Charles Taylor, ex presidente de Liberia, financi¨® la guerra civil en Sierra Leona traficando con diamantes de sangre en compa?¨ªas de Europa y Asia. Durante estos ¨²ltimos a?os, la industria joyera, y la del diamante en concreto, han logrado lavar su imagen favoreciendo la extracci¨®n fuera de pa¨ªses africanos en guerra y detallando los procesos de transacci¨®n y la trazabilidad de las materias primas.
Parad¨®jicamente, fue en Rusia donde encontraron esa rara uni¨®n entre ¨¦tica y potencial comercial. Sus trabajadores son los mejor pagados del sector y poseen sistemas de trazabilidad para garantizar todas sus condiciones laborales y comerciales. Basta con buscar ¡®Alrosa ethics¡¯ en Google para encontrar varios informes sobre el c¨®digo deontol¨®gico de la compa?¨ªa.
Seg¨²n contaba el especialista Paul Ziminsky a The Business of Fashion, ¡°las consecuencias en las compa?¨ªas de diamantes se ver¨¢n ¡°en semanas y pronto afectar¨¢n a las marcas comerciales¡±. Eso implica no solo a la industria joyera, tambi¨¦n a la de las herramientas quir¨²rgicas o a la de la construcci¨®n (los diamantes industriales se utilzan para fabricar herramientas de corte y pulido).
Aunque el conflicto b¨¦lico termine en fechas pr¨®ximas, el dilema ¨¦tico de alimentar la econom¨ªa rusa persistir¨¢, as¨ª como la mala imagen de aquellos que decidan reanudar las transacciones. La soluci¨®n, al menos de momento, tal vez pase por la utilizaci¨®n de diamantes de laboratorio, con propiedades y est¨¦ticas similares. Tambi¨¦n se obtienen con calor y presi¨®n, pero de una forma mucho m¨¢s sostenible, ¨¦tica y, por supuesto, m¨¢s barata. Teniendo en cuenta, adem¨¢s, que el precio del diamante natural se disparar¨¢ en las pr¨®ximas semanas, el sustituto artificial podr¨ªa ganar enteros entre consumidores y marcas para salvaguardar el negocio.
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