La tendencia de 2023 a la que se sumar¨ªa Grace Kelly: la reinvenci¨®n de las faldas con volumen
Popularizada por Dior y s¨ªmbolo del Hollywood dorado, la falda de vuelo vuelve reinterpretada y convertida en algo muy distinto a lo que fue en su momento.
Aquella falda blanca midi y abultada que luc¨ªa en los a?os 50 la legendaria actriz Grace Kelly en La Ventana Indiscreta, de Alfred Hitchcock, se convirti¨® en un icono del cine en lo que al vestuario se refiere. La rom¨¢ntica silueta de esta prenda resurge con fuerza esta temporada, rompiendo con la inercia de la vida diaria y aportando un toque de fantas¨ªa.
El modelo bar de Dior, Marilyn Monroe vestida por William Travilla, la est¨¦tica rocker de la pel¨ªcula Grease o el resultado de la alianza de Gaultier y Madonna en los a?os 80: todas estas im¨¢genes responden, seg¨²n Juan Guti¨¦rrez, responsable de las colecciones de moda contempor¨¢nea del Museo del Traje, a algunos de los momentos estelares de las faldas con volumen en la cultura pop.
A pesar de que sus or¨ªgenes sean muy remotos, en el mundo contempor¨¢neo es posible comenzar a hablar de la utilizaci¨®n de esta prenda, en palabras del experto, en la d¨¦cada de los veinte del siglo XIX, y asegura que ha estado muy ligada a la ostentaci¨®n. Adem¨¢s, ha sido una gran aliada a la hora de aportar ilusi¨®n y jovialidad en complicadas ¨¦pocas posteriores: ¡°Tras la dura etapa de la Guerra Mundial, hab¨ªa un anhelo de fantas¨ªa y un cierto deseo de escapismo que se reflejaba tanto en la moda femenina como en el estilo que imperaba en el dise?o de otro tipo de objetos de consumo. Era el esp¨ªritu del tiempo de una ¨¦poca en la que la exuberancia de las formas pretend¨ªa transmitir cierto optimismo a la vida cotidiana¡±, explica Juan Guti¨¦rrez.
Ya sea por la gracia de sus formas o con motivo del placer extendido que genera revisar y versionar los cl¨¢sicos, las faldas con volumen se han convertido en una tendencia sorpresa de esta temporada y, seg¨²n Patricia Waltz estilista, relaciones p¨²blicas y comunicadora de moda, las apuestas de marcas como Erdem, Ami, Dior, Valentino, Loewe y Ralph Lauren, lo demuestran.
Nunca un personaje secundario
Cuando aparecieron las primeras im¨¢genes del rodaje de And just like that¡, la secuela de la serie Sexo en Nueva York, la falda de tul con volumen que vest¨ªa Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), acapar¨® todas las miradas. Y es que, efectivamente, esta figura que se convirti¨®, para tantas personas, en un referente de la moda, siempre se caracteriz¨® por atreverse con composiciones creativas que se sal¨ªan de los moldes y que aportaban carisma y personalidad. Curiosamente, ella sol¨ªa utilizar las faldas abultadas en ocasiones de todo tipo, proporcionando a sus outfits el esplendor y la gracia que hist¨®ricamente ha llevado esta prenda por bandera. Ya se sabe que la serie pretend¨ªa retratar a un grupo de amigas con caracteres y contextos heterog¨¦neos, y precisamente esta prenda podr¨ªa ser una representaci¨®n de la personalidad de Carrie. Y es que dicha falda no se relacion¨® con esta particular periodista para reflejar funcionalidad y practicidad, sino una esencia creativa y so?adora.
Por este motivo, dise?adores de muchas ¨¦pocas diferentes se han decantado por este dise?o, renov¨¢ndolo y fusion¨¢ndolo con otros presentes y anteriores. De esta manera, a pesar de que estas formas se asocien autom¨¢ticamente a leyendas del star system hollywoodiense, como Audrey Hepburn o Lauren Bacall, tambi¨¦n ha estado presente durante las d¨¦cadas posteriores hasta aterrizar en eventos tan actuales como la New York Fashion Week de este a?o. ¡°Con el fin de la modernidad, superados los a?os 60, la moda, como el pensamiento y muchas expresiones culturales, entra en una fase de revisionismo constante. La cultura de consumo favorece tambi¨¦n la aceleraci¨®n de los ciclos y cada poco tiempo se retoman tendencias pasadas¡±, explica Juan Guti¨¦rrez.
De hecho, esta fusi¨®n de estilos ya se ha percibido en otras tendencias de este a?o, como el neog¨®tico que tan de moda ha estado durante los ¨²ltimos meses, o la est¨¦tica de los 2000, cuyas pinzas de colores, tops denim y pantalones de tiro bajo, que parec¨ªan haber sido enterrados para siempre, ha invadido de cabeza a pies ¡ªliteralmente ¡ª, a la generaci¨®n Z. Por esta raz¨®n, que resurja una tendencia cuyos lejanos or¨ªgenes se remontan a una ¨¦poca en la que las enaguas eran la ropa interior del momento, no deber¨ªa ser motivo de extra?eza.
El arte de soltar lastre
Afortunadamente, la moda se adapta a las necesidades y a los valores de la sociedad que la viste, por lo que accesorios como las crinolinas ¡ª las r¨ªgidas estructuras que se colocaban bajo la falda y que dificultaban cada movimiento de las mujeres que las utilizaban ¡ª ya son impensables. Del mismo modo ha ocurrido con los cors¨¦s que, a pesar de haber sido un s¨ªmbolo opresor para las mujeres durante mucho tiempo, actualmente se visten de una forma liberada y puramente est¨¦tica. En definitiva, se mantiene la esencia y se descartan los estorbos ya que, de acuerdo con Juan Guti¨¦rrez, la estructura interna y los nuevos tejidos de estas faldas son m¨¢s llevaderos y se alejan de la incomodidad, siendo la versi¨®n actual una mucho m¨¢s funcional. ¡°En cualquier caso, se mantiene la voluntad de mostrar cierta exuberancia y dar rienda suelta a la fantas¨ªa, traducida en un modo de vestir¡±, concluye.
Patricia Waltz tambi¨¦n afirma que, si bien esta prenda ha estado asociada, en gran medida, al arquetipo de mujer perfecta y complaciente de la d¨¦cada de los 50, hoy en d¨ªa se reformula con soltura: ¡°Varias firmas han sabido renovarla y aclimatarla al momento actual, en el que se desdibuja la representaci¨®n de lo que significaba la feminidad, y ofreciendo una visi¨®n m¨¢s libre¡±. En efecto, el ejercicio de olvidar estos prejuicios supone, en su opini¨®n, un trabajo de descontextualizaci¨®n que va de la mano de la ruptura de ciertos patrones que se han asimilado. Pero, al fin y al cabo, si d¨¦cadas despu¨¦s de su nacimiento esta falda se convirti¨® en un icono rocker, e incluso en una prenda transgresora, no existe lugar a dudas de que tambi¨¦n es posible incluirla en estilismos de calle.
Existe un amplio abanico de opciones que demuestran que dicha prenda puede resultar sorprendentemente vers¨¢til, ya que tiene diversas interpretaciones y variables como, por ejemplo, una silueta tipo A o una m¨¢s abullonada. Sus combinaciones, como se puede apreciar gracias a las propuestas de Patricia Waltz, son muy numerosas: ¡°Es inevitable recordar el cl¨¢sico New Look de Dior de los a?os 50 que la combinaba con una blazer corta tipo torera, una opci¨®n atemporal y elegante que puede actualizarse con una opci¨®n de calzado m¨¢s todoterreno, pero tambi¨¦n es posible decantarse por elecciones m¨¢s c¨®modas, como vestirla con un top palabra de honor y deportivas, con camisas oversize o con una camiseta ajustada de manga corta al estilo de Brigitte Bardot para bailar hasta el amanecer¡±.
Cuando Grace Kelly aparec¨ªa en escena llenaba la pantalla por su inquebrantable magnetismo y el vestuario que luc¨ªa en aquellas pel¨ªculas de la era dorada de Hollywood intensificaban el encanto que la acompa?aba en cada gesto. De alguna manera, la uni¨®n de ambas cuestiones ofrec¨ªa una imagen on¨ªrica que permit¨ªa sentirse con un pie fuera de la realidad ¡ªpara eso sirve tambi¨¦n el arte¡ª. Quiz¨¢s, de vez en cuando, sienta bien vivir un poco m¨¢s cerca de la fantas¨ªa, incluso si es para ir a tomar una ca?a un domingo debajo de casa. Al final, la moda tambi¨¦n puede ser un m¨¦todo de realismo m¨¢gico, un transporte, una v¨ªa de escape y una manera de percibir que no todos los d¨ªas son iguales; algunos relucen de forma especial.
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