Lo que les espera a las mujeres con Trump como presidente
El magnate es popular por sus citas machistas y visi¨®n mis¨®gina del mundo. Su Vicepresidente, Mike Pence, lidera una cruzada antiabortista y contra los derechos de la comunidad LGTB.
Las mujeres han hablado en las urnas. Seg¨²n datos de la CNN recogidos por MIC, el 53% de las f¨¦minas de raza blanca han votado a un mis¨®gino confeso y con denuncias de acoso sexual. Tambi¨¦n lo han hecho un 4% de las mujeres negras y un 26% de las latinas.
Que Donald Trump, futuro 45 presidente de los EEEUU, tiene un conflicto serio con el sector femenino es un hecho. Adem¨¢s de la evidentes, sonrojantes y constantes citas mis¨®ginas durante estos ¨²ltimos meses (ha calificado a cualquiera que se le oponga de ?cerda gorda?, ?menopa¨²sica? o ?bimbo? y en la convenci¨®n permiti¨® la venta de merchandising que llamaba ?zorra? a Hillary Clinton), las encuestas certifican esta problem¨¢tica: el 77% de las votantes tienen una visi¨®n ?poco favorable? de Trump y el 65% lo ve bajo un prisma ?poco favorecedor? (Washington Post/ABC). Las mujeres, adem¨¢s, tienen una visi¨®n m¨¢s negativa de esta campa?a que la de Mitt Romney en 2012 (ha subido 20 puntos respecto a hace cuatro a?os). Tampoco es muy querida entre la sisterhood su apuesta como vicepresidente, Mike Pence, el ante todo ?cristiano? gobernador de Indiana desde 2013: el 41% de las f¨¦minas del estado desaprueba su gestion pol¨ªtica.
El panorama de estos dos se?ores aliados los pr¨®ximos cuatro a?os frente a pol¨ªticas de ¨¢mbito femenino es poco m¨¢s que terror¨ªfico, a tenor de las declaraciones de Donald Trump (el candidato republicano no ha ostentado ning¨²n cargo gubernamental) y las pol¨ªticas llevadas a cabo por Pence hasta ahora. He aqu¨ª un breve resumen para hacerse a la idea de lo que podr¨ªa estar por llegar.
Las madres trabajadoras ?da?an emocionalmente? a sus hijos.
As¨ª lo dio a entender Mike Pence en 1997, en una declaraciones que recogi¨® la CNN al hilo de su nombramiento como futuro VP. Pence escribi¨® una carta al editor del Indianapolis Star donde dejaba clara su visi¨®n (paleol¨ªtica) de que la maternidad solo puede ser vista desde el ¨¢mbito del cuidado y el cari?o. ?Para qu¨¦ sirven sino las mujeres? ?Durante a?os hemos recibido el mensaje de los portavoces de la cultura popular diciendo que lo podi¨¢is tener todo: carrera, ni?os y un garage con dos coches?, escribi¨® e haciendo referencia a un estudio que, seg¨²n su visi¨®n, indicaba que las madres trabajadoras era un p¨¦simo ejemplo social: ?Los n¨²meros de este estudio federal indican que la conversi¨®n es un hecho. Por supuesto que se puede tener todo, pero sus hijos criados en guarder¨ªas se llevan el palito corto en lo emocional?.
?Poner a una esposa en el mercado laboral es un peligro?
Donald Trump dixit. Lo hizo en una entrevista en la ABC en 1994, cuando se refiri¨® a su divorcio con Ivana Trump. Al empresario le molestaba profundamente que Ivana ?gritase? mientras negociaba al tel¨¦fono, algo que hizo desaparecer su ?dulzura?. Tambi¨¦n insiti¨® en esta teor¨ªa tres a?os despu¨¦s, lo hizo en las p¨¢ginas de su libro The art of comeback. ¡°Mi gran error con Ivana fue sacarla de su papel de esposa y permitir que dirigiera mis negocios¡±, Ivana, por el abundante salario de un d¨®lar anual, se hizo cargo del Trump Castle (uno de los casinos del magnate en Atlantic City) y el Hotel Plaza de Nueva York. ¡°El problema es que solo quer¨ªa hablar del trabajo. Cuando llegaba a casa por la noche, en vez de hablar de temas m¨¢s ¨ªntimos, quer¨ªa comentarme lo bien que le estaba yendo al Plaza o el grandioso d¨ªa que hab¨ªa tenido el casino¡±. Qu¨¦ incordio cuando una mujer no espera con la cena hecha y el vaso de scotch sobre la mesa, ?verdad?
?Los embarazos son un inconveniente para las empresas?
Cuando entrevistaron en Dateline en 1994 a Carolyn Kepher, la que por aquel entonces era la vicepresidenta de Trump Golf Properties, qued¨® claro la visi¨®n poco inclusiva del candidato a la presidencia de EEUU. Kepher explic¨® que esper¨® hasta los seis meses de gestaci¨®n para contarle a Trump que estaba embarazada. ?Si se lo dec¨ªa a los seis meses ¨¦l entender¨ªa que solo quedaban tres m¨¢s. En mi mente cre¨ªa que el pensar¨ªa eso podr¨ªa ser un retroceso o que tendr¨ªa que traer a alguien para reemplazarme?. Trump lo cerfifica en el mismo reportaje: ?un embarazo es una cosa maravillosa para la mujer y para el marido, pero es un inconveniente para una empresa. Y aunque la gente lo quiera decir o no, el hecho es que es un inconveniente para una persona que dirige un negocio?.
Hay que penalizar (m¨¢s) el aborto
Las pol¨ªticas de Donald Trump con el aborto son bastante confusas. Y as¨ª ha sido durante toda su carrera. ?Tiene que haber alg¨²n tipo de castigo?, dijo en la MSNBC hace unos meses en plena campa?a, refiri¨¦ndose al castigo legal por abortar. No obstante, en 1989 patrocin¨® una cena de gala de NARAL (una organizaci¨®n pro choice, aunque finalmente no acudi¨® por las amenazas de los antiabortistas) y en una entrevista en 1999 se mostr¨® totalmente a favor del aborto alegando que ¨¦l hab¨ªa nacido en ?Manhattan y no en Iowa? (?Estoy a favor del aborto, soy muy pro-choice?, dijo, ?odio la concepci¨®n de un aborto. La odio. Odio todo lo que representa. Me estremezco cuando escucho a personas debatiendo el tema. Pero yo s¨®lo creo en la elecci¨®n?).
En los a?os 2000 cambi¨® de parecer y se convirti¨® en un antiabortista, seg¨²n ha explicado en sus debates electorales (la raz¨®n, aparentemente, es que un amigo suyo no abort¨® un hijo que ?hoy es una superestrella?). En 2015 confundi¨® el prochoice (a favor del aborto) con el prolife (en contra), para finalmente decantarse como ?prolife?. Tras protagonizar un mes de abril en el que parec¨ªa no aclararse con las pol¨ªticas al respecto (mostr¨® cinco visiones distintas en apenas tres d¨ªas), la ¨²ltima confirmaci¨®n de su equipo de campa?a fue que cuando Trump alcance la presidencia ?cambiar¨¢ las leyes para proteger a los no nacidos?. Algo que parece que llevar¨¢ a cabo. A mediados de junio, Trump se reuni¨® con 1.000 l¨ªderes evang¨¦licos a los que prometi¨® reformar la ?justicia provida en los tribunales?.
El que s¨ª lo ha dejado claro ha sido Mike Pence. En marzo de este mismo a?o, el gobernador firm¨® una medida m¨¢s restrictiva con el aborto en su estado (impidiendo la interrupci¨®n del embarazo por malformaci¨®n del feto). Dentro de la medida, por ejemplo, Pence apoyaba la idea de que las mujeres tuvieran que enterrar o quemar los fetos de su aborto. La norma fue bloqueada meses despu¨¦s por un tribunal alegando que violaba los derechos constitucionales de las mujeres a su privacidad.
Poner a trabajar en equipo a hombres y mujeres legitima las violaciones
?26,000 agresiones sexuales sin denunciar en el ej¨¦rcito y solo 238 sentencias. ?Qu¨¦ esperaban estos genios al poner a hombre y mujeres juntos??. As¨ª de ancho se qued¨® Donald Trump cuando tuite¨® en 2013 respecto a la lacra de agresiones de ¨ªndole sexual en las Fuerzas Armadas de EEUU.
?Eres lesbiana o trans? Olv¨ªdate de su apoyo
Por mucho que Caitlyn Jenner haga campa?a a favor de Trump apoyando la iniciativa de que puedan utilizar los ba?os del sexo con el que se identifican los transg¨¦nero, la realidad es mucho m¨¢s oscura y la ambivalencia de Trump con los derechos LGTB es evidente (apoy¨® p¨²blicamente la boda de su amigo Elton John, pero cuando el Supremo aprob¨® el matrimonio entre miembros del mismo sexo en 2015 el tuite¨® en contra de la medida). Mike Pence, por su parte, s¨ª es un activista anti LGTB demostrado. En marzo de 2015, Pence firm¨® una ley que permit¨ªa a los propietarios de negocios denegar sus servicios a gais y lesbianas debido a sus creencias religiosas. La medida afect¨® seriamente a la imagen p¨²blica del estado (Tim Cook, CEO de Apple, escribi¨® una carta denunci¨¢ndola en el Washington Post).
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