Luke Edward Hall, ¡®bye, bye¡¯ al minimalismo
El dise?ador nos abre su casa en el barrio londinense de Camden, impregnada de cultura cl¨¢sica y est¨¦tica ¡®queer¡¯.
Cabr¨ªa afirmar que su casa, situada en el barrio londinense de Camden, est¨¢ en las ant¨ªpodas del minimalismo. Los colores chillones predominan en su reducido per¨ªmetro: rosa en el living, aguamarina en la habitaci¨®n y yema en el vest¨ªbulo, sumados a estampados de leopardo y papel pintado de motivos florales, un sinf¨ªn de ilustraciones colgando de las paredes, vasos de est¨¦tica tiki reconvertidos en macetas y pilas de libros de arte y fotograf¨ªa por todos los rincones. Discreci¨®n y asepsia son palabras ajenas al vocabulario est¨¦tico de Luke Edward Hall, algo as¨ª como el decorador brit¨¢nico del momento. Este ?ni?o prodigio?, como lo llam¨® la edici¨®n estadounidense de Vogue, toca casi todos los palos: adem¨¢s del interiorismo, tambi¨¦n dise?a textiles, cer¨¢mica, merchandising y papeler¨ªa de lujo. A sus 29 a?os, Hall ya cuenta con una cartera de clientes que incluye a Burberry, Liberty, la Royal Academy o la casa de subastas Christie¡¯s.
La decoraci¨®n y el dise?o fueron pasiones relativamente tard¨ªas. En realidad, Hall iba para dise?ador de moda masculina. Sus planes se torcieron cuando, mientras estudiaba en la prestigiosa Central Saint Martins de Londres, empez¨® a comerciar con antig¨¹edades por Internet con su novio, Duncan Campbell, dos a?os mayor, que hoy codirige el pujante estudio de dise?o Campbell-Rey. ?Siempre me gustaron los objetos antiguos?, dice Hall. ?Al terminar mis estudios, me puse a trabajar con un decorador de interiores, Ben Pentreath, a la vez que dibujaba mis ilustraciones y dise?aba mis propios objetos y tejidos. Llegado a cierto punto, me pareci¨® natural abrir mi propio estudio. Alejarme de la moda masculina fue un proceso org¨¢nico y no un plan deliberado?, cuenta. Pese a todo, su cuantioso armario, repleto de calcetines de colores y chalecos de lana, sigue siendo una obsesi¨®n cotidiana. Hall se viste en distintas tiendas vintage de Londres. Le apasionan marcas como Gucci y Loewe, aunque sus ingresos no siempre den abasto para permitirse sus productos. ?Y tambi¨¦n me gusta Palomo?, agrega. ?Su trabajo es muy interesante, porque est¨¢ reinventando la moda masculina?, dice sobre el dise?ador cordob¨¦s.
Para Hall, cada jornada laboral es distinta a la anterior. ?Un d¨ªa puedo dedicarme a dibujar; otro, a resolver un problema log¨ªstico; y el tercero, marcharme a Escocia para trabajar en mi cer¨¢mica?, relata. La mayor¨ªa de sus encargos proceden de su exitosa p¨¢gina de Instagram, donde roza los 56.000 seguidores. ?Es una herramienta muy criticada, pero para m¨ª ha sido efectiva para dar a conocer mi trabajo. Lo queramos o no, vivimos en un mundo digital. Solo se trata de ponerse l¨ªmites a uno mismo. Por ejemplo, por las noches procuro cerrar las redes sociales y dedicarme a leer?, a?ade Hall. ?Adem¨¢s, me gusta la mezcla entre el esp¨ªritu de mi trabajo, que es bastante nost¨¢lgico, y el hecho de mostrarlo a trav¨¦s de las formas de comunicaci¨®n que son propias del presente?. De la misma manera, su fuente de inspiraci¨®n principal suele ser la cultura cl¨¢sica y la mitolog¨ªa grecorromana, pero alternada con referentes m¨¢s recientes. ?Por ejemplo, la escena del pop brit¨¢nico de los ochenta, con grupos como Eurythmics, New Order, Soft Cell, Erasure¡ Me gustan esas combinaciones inesperadas, porque de ellas surgen cosas interesantes. Mi trabajo ser¨ªa muy aburrido si solo hablase de los mitos griegos o del arte de los a?os veinte?.
Se suele describir a Hall como ingl¨¦s hasta la m¨¦dula. ?Nunca me definir¨ªa as¨ª, aunque entiendo que otros insistan en hacerlo?, dice con esa legendaria flema que distingue a quienes comparten su pasaporte. En su pante¨®n creativo tambi¨¦n figura el C¨ªrculo de Bloomsbury, del que formaron parte Virginia Woolf o E. M. Forster, y artistas como Cecil Beaton, entre otros representantes de la quintaesencia brit¨¢nica. ?Es cierto que la cultura y la historia de mi pa¨ªs son importantes para m¨ª. Pero tambi¨¦n lo son Picasso, Matisse o Cocteau¡?, matiza Hall. Asegura que el refer¨¦ndum del Brexit le dej¨® desconsolado. ?Me siento dividido. Por una parte, estoy orgulloso de ser brit¨¢nico; amo nuestra isla y nuestro folclore. Por la otra, me encanta Europa. Ahora mismo tengo el coraz¨®n roto. Es una ¨¦poca muy dif¨ªcil?.
Hall creci¨® en Basingstoke, una peque?a ciudad del condado de Hampshire, a un par de horas de Londres. ?Fue una infancia normal, con una familia normal, en una casa normal¡?, sonr¨ªe, dando a entender que esa excesiva serenidad no le satisfizo. ?Estoy muy agradecido a mi familia y a mis amigos, pero lleg¨® un momento en que estuve listo para marcharme?. Su padre trabaja en una empresa de telecomunicaciones y su madre es ama de casa. El primero sol¨ªa fotocopiar en el trabajo los ejemplares del fanzine que Hall y sus amigos realizaron durante la adolescencia, que llevaba el t¨ªtulo de Cake. Se ha vinculado su propuesta est¨¦tica al esteticismo brit¨¢nico del siglo XIX, c¨¦lebre movimiento art¨ªstico que pregon¨® que la ¨²nica funci¨®n del arte era la exaltaci¨®n de la belleza. El arte por el arte y poco m¨¢s, como defendieron Oscar Wilde, Th¨¦ophile Gautier o Edgar Allan Poe. Hall est¨¢ de acuerdo, pero solo parcialmente. ?No creo que todo el arte deba tener un significado superior. Crear cosas que simplemente sean bellas tambi¨¦n me parece importante?. Pero el decorador tambi¨¦n inscribe lo que hace en una est¨¦tica queer que casi nunca est¨¢ desprovista de mensajes pol¨ªticos: ?Muchos de los artistas a los que admiro fueron homosexuales. Y a m¨ª me interesa conectar mi trabajo con el suyo. Es importante levantar tu voz para defender la libertad de ser t¨² mismo y de amar a qui¨¦n desees. Mis ilustraciones pueden que sean bonitas y agradables, pero todas suelen contener un mensaje?, asegura.
Pese a todo, afirma que su diferencia sexual nunca ha sido motivo de discriminaci¨®n. ?He tenido suerte, porque no he tenido que luchar?, sostiene. ?Vivo en Londres desde hace 10 a?os y me form¨¦ en una escuela de arte. Es un mundo en el que resulta f¨¢cil ser gay, pero no es el caso de otros¡?. Entre sus obsesiones figura Call me by your name. Tanto la pel¨ªcula de Luca Guadagnino como la novela de Andr¨¦ Aciman que inspir¨® el filme, historia de un amor maldito que parece contener todo lo que le apasiona. ?La le¨ª cuatro a?os antes de que se estrenara la adaptaci¨®n. Me obsesion¨¦ con el libro y se lo aconsej¨¦ a todo el mundo?. Hace unos meses, dise?¨® una vajilla para un hotel de Positano, en la costa Amalfitana, inspirada en la camisa que Timoth¨¦e Chalamet luce al final de la pel¨ªcula, que ha sido objeto de fascinaci¨®n en las redes. Pese a la sofisticaci¨®n rayana con el esnobismo que desprende todo lo que toca, Hall asegura que aboga por un dise?o democr¨¢tico. ?Para m¨ª, la belleza se encuentra en los objetos de la vida diaria. Por eso me interesa tanto la cer¨¢mica. Me gusta que un objeto sea bonito, pero tambi¨¦n que tenga utilidad?, concluye.
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