Miriam Gonz¨¢lez: ¡°La maternidad est¨¢ penalizada profesionalmente. Hay muchos estudios al respecto¡±
Con Inspiring Girls, Miriam Gonz¨¢lez empodera a las ni?as. Ejemplos de mujeres de todo tipo, con sus testimonios, ayudan a las m¨¢s j¨®venes a entender que no hay barreras, que pueden conseguir lo que se propongan.
¡°Hay que buscar soluciones a los problemas, no solamente llamar la atenci¨®n sobre ellos, sino plantear acciones concretas¡±. Miriam Gonz¨¢lez Dur¨¢ntez (Olmedo, Valladolid, 1968) tiene claros sus objetivos, cree que hay que ¡°ir cerrando cap¨ªtulos¡±. Estudi¨® en Valladolid, se especializ¨® en derecho comunitario en Brujas y complet¨® su formaci¨®n en Oxford. Es socia del despacho internacional Dechert LLP. Y tambi¨¦n una activista a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, que desde 2013 busca esas soluciones concretas a trav¨¦s de Inspiring Girls, cuyo fin es ¡°aumentar la autoestima y la ambici¨®n profesional de ni?as de todas partes del mundo poni¨¦ndolas en contacto con mujeres role models¡°. Por esa trayectoria, el 15 de junio recibir¨¢ en Bilbao el premio Alfiler de Oro de la asociaci¨®n Mujer Siglo XXI.
Inspiring Girls presenta ejemplos de mujeres de todo tipo, que con sus testimonios y experiencias personales ayudan a las m¨¢s j¨®venes a entender que no hay barreras, que pueden conseguir lo que se propongan. ¡°La falta de confianza me parece un virus¡±, recalca Gonz¨¢lez Dur¨¢ntez, para quien el ¨¦xito profesional ¡°es cuesti¨®n de esfuerzo, m¨¢s que de suerte¡±. Cree que se ha avanzado mucho, pero quedan pasos importantes: ?La igualdad en casa, en el ¨¢mbito privado, sobre todo en la responsabilidad respecto al cuidado en general, no solo de los hijos, sino de la casa, de los mayores¡ Y acabar con ese sexismo de ruido de fondo?.
El lenguaje, sostiene, es importante: ¡°Me preocupan expresiones como ¡®No llores, que es de ni?as¡¯. Ese peque?o goteo influye en los ni?os, y haciendo cambios m¨ªnimos puedes lograr cambiar la sociedad. A m¨ª me parece conseguible¡±. Como tambi¨¦n considera factible la implementaci¨®n de medidas espec¨ªficas para fomentar la igualdad. ¡°Me parece incre¨ªble que todav¨ªa siga habiendo situaciones en las que por el mismo trabajo una mujer y un hombre puedan cobrar sueldos distintos¡±, subraya, a la par que admite que ¡°la maternidad est¨¢ penalizada¡± profesionalmente: ¡°Hay much¨ªsimas investigaciones al respecto, la ¨²ltima que vi dec¨ªa que la mujer, creo que a partir de los dos hijos, gana como un 17% menos que la que no los tiene, mientras en el hombre cuando empieza a tenerlos gana un 20% m¨¢s que el que no los tiene¡±. En su caso no ha sido as¨ª. Casada desde 2010 con el pol¨ªtico Nick Clegg (exvicepresidente del Gobierno brit¨¢nico), con quien tiene tres ni?os, afirma que cobra m¨¢s que su marido y en su casa la responsabilidad es compartida.
Porque, para la abogada, lo m¨¢s significativo hoy ¡°no es tanto que haya m¨¢s mujeres que hablan y que hablan m¨¢s alto, sino que ahora hay muchos m¨¢s hombres que se han unido a hablar sobre ello, y eso cambia completamente la din¨¢mica, porque ya no puede presentarse como ¡®mujeres contra hombres¡¯, sino que hay mujeres y hombres que compartimos una visi¨®n de un modelo de sociedad en el que hay igualdad. Y una vez que lo haces tan transversal se produce un punto de inflexi¨®n, es casi imposible volver atr¨¢s¡±. En esta nueva etapa del feminismo, iniciada con las Marchas de las Mujeres de EE?UU en 2017, ve ¡°una cuesti¨®n casi pol¨ªtica, muchos de estos movimientos surgen a ra¨ªz de que Trump llegue al Gobierno con una actitud peyorativa y con comentarios muy abiertos sobre las mujeres que hacen que estas salgan a la calle, y a ra¨ªz de ah¨ª muchas han encontrado su voz en sectores distintos¡±.
Ser testigo de los cambios, y participar en ellos con Inspiring Girls, hace que conf¨ªe plenamente en el futuro: ¡°En mi generaci¨®n llegamos a la no discriminaci¨®n con la racionalidad, pero en estas nuevas generaciones, no lo veo solamente con mis hijos, sino con los miles de ni?as con los que he hablado, lo tienen en el ADN¡± .
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