C¨®mo la moda de lujo consigui¨® recuperar el m¨²sculo econ¨®mico (a pesar de la crisis de la covid)
Los grandes del sector presentan unas cifras m¨¢s que optimistas y preparan muchos cambios para los pr¨®ximos a?os.
Los 28.700 millones de euros de Louis Vuitton Moe?t Hennessy (LVMH). Los 8.000 millones largos de Kering. Los 4.235 de Herme?s. Y suma y sigue en Prada, Chanel y hasta Ralph Lauren.
Todo bien de nuevo en las arcas de la moda, cuyas economi?as no solo vuelven a los boyantes i?ndices anteriores a la pandemia, sino que los superan con creces. Los nu?meros refieren los beneficios obtenidos durante los primeros seis meses de este an?o, cifras que auguran un cierre de ejercicio fenomenal. En LVMH, potencia hegemo?nica del lujo, las ventas se han disparado un 56% (un 11% ma?s que en 2019), con esos 5.660 millones de euros registrados por su divisio?n de moda y arti?culos?de piel liderando la remontada. Como es sabido,?el conglomerado empresarial de Bernard Arnault jama?s desglosa los dividendos de sus marcas por separado, pero sen?ala orgulloso a los caballos ganadores: Louis Vuitton, Dior, Fendi, Loewe?y Celine, ?que ampli?an mercado en todas las geografi?as y logran re?cords de ingresos?, segu?n el informe financiero presentado a finales de julio.
En el mismo momento se haci?a pu?blico el del grupo rival, el Kering de Franc?ois-Henri Pinault, que?si? saca pecho a propo?sito de sus ensen?as: 4.500 millones de euros en Gucci, 1.000 millones en Saint Laurent, algo ma?s de 700 en Bottega Veneta y otros 1.500 millones repartidos entre el resto (Balenciaga, Alexander McQueen, Brioni). Quiza? de esta no vaya a salir una industria del vestir mejor, pero esta? visto que si? una mucho ma?s rica.
Tan espi?dica recuperacio?n econo?mica es la clave para entender lo que va a pasar en pro?ximos capi?tulos. De hecho, esta? pasando ya. En una escalada de adquisiciones sin precedentes, los principales agentes del sector llevan moviendo ficha desde finales de 2020, cuando se cerro? el multimillonario acuerdo de traspaso de Tiffany & Co. a LVMH. A partir de ahi?, el delirio inversionista: Artemis ¨Cbrazo financiero de Kering¨C y el holding suizo Richemont al ataque de la superboutique electro?nica Farfetch, que abre divisio?n exclusiva para China ¨Ccon participacio?n tambie?n de Alibaba¨C; el estadounidense VF Corp hacie?ndose con Supreme por 2.000 millones de euros; Moncler soltando otra millonada para quedarse Stone Island; Pinault de nuevo, ahora metiendo mano en el suculento pastel de la reventa y el alquiler con su participacio?n en los portales Vestiaire Collective y Cocoon; Renzo Rosso sumando Jil Sander a la armada Only The Brave (Maison Margiela, Marni, Viktor&Rolf¡); en junio, Arnault tomando el control?de Pucci y aumentando sus acciones en Tod¡¯s¡ Presidentes y directores ejecutivos parecen haber hecho caso al fin a los estudios ¨Ccomo el realizado por la Harvard Business Review tras la primera ola de la covid¨C que dicen que recortar presupuestos?y frenar la inversio?n en tiempos de crisis es contraproducente.
?No tenemos intere?s en eso que llaman ¡®revancha consumidora¡¯. Se trata de algo ma?s profundo, una idea que quiza? no sirva para todos los jugadores, pero si? para las grandes marcas que han seguido invirtiendo, como nosotros?, deci?a al presentar resultados Philippe Blondiaux, director financiero de Chanel, que destino? cerca de 1.000 millones de euros a su estrategia de expansio?n de marca durante 2020, a pesar de la inevitable cai?da de las ventas.
Nuevo juego de tronos
La mejor prueba de hasta do?nde alcanza semejante vora?gine es la de Ermenegildo Zegna: 111 an?os de historia que pronto cotizara?n en la Bolsa de Nueva York, gracias a una capitalizacio?n de 3.200 millones de do?lares captados por Investindustrial Acquisition Corp., una de esas sociedades sin estructura ni empleados creadas para adquirir empresas que tanto han proliferado en esta crisis del coronavirus (SPAC las llaman, o compan?i?as de cheque en blanco). La jugada permite que la marca siga en manos de los Zegna, control del 62% delas acciones, mientras la inversora se queda con el 11% y el?27% restante, para mercadear pu?blicamente. ?Es el momento perfecto, porque el negocio del lujo supone cada vez un desafi?o mayor?, argu?i?a al conocerse la noticia Gildo Zegna, consejero delegado del grupo familiar. El nieto del fundador afirma, no obstante, que no hay ?ambicio?n? por transformarse en holding de lujo. Una posibilidad de la que algunos recelan al observar ciertos indicios de lo que podri?a estar cocie?ndose en Italia, tras la reciente integracio?n total de Moschino en el grupo Aeffe,?que engorda una cartera en la que figuran Alberta Ferretti, Philosophy y Pollini, y los nada sutiles movimientos de Exor, la inversora de la familia Agnelli, que ha entrado como accionista de Christian Louboutin, convertido Ferrari en marca de moda y estrechado lazos con el mismi?simo Giorgio Armani¡
Pase lo que pase, el panorama de lo que esta? por venir lo dibujan los entramados franceses de Arnault y Pinault, en una nueva entrega de esa guerra que se remonta casi un cuarto de siglo atra?s. A finales de julio, el primero se agenciaba o el 60% de Off-White, una mayori?a que deja a la marca superventas de Virgil Abloh pra?cticamente a su merced. El popular disen?ador afroamericano, director creativo de la coleccio?n masculina de Louis Vuitton, consigue a cambio un sitio relevante en la mesa de poder de la moda como facto?tum arti?stico de LVMH, donde desarrollara? nuevos proyectos y marcas, tambie?n para la divisiones de vinos, licores y espumosos, hoteles y estilo de vida. Por si esta maniobra fuera poco, Arnault se descolgaba tambie?n con la reapertura de los legendarios grandes almacenes parisinos La Samaritaine?y respaldando el regreso a la accio?n de Phoebe Philo con firma propia. La participacio?n del grupo en la primera aventura en solitario de la disen?adora brita?nica, arti?fice de la resurreccio?n?de Ce?line ¨Cuna de?cada de gloria con acento en la primera e¨C se anuncia minoritaria, pero no sera? por giros inesperados de guion¡ Para el caso, habra? que esperar en principio hasta enero de 2022 para el debut de la que sera? tercera ensen?a original en la historia de LVMH (tras las ya liquidadas Christian Lacroix y Fenty).
Por su parte, Pinault reorienta las operaciones de Kering hacia la economi?a NFT [bienes no fungibles]y dema?s puertos francos del multimillonario parai?so digital. Aunque las genuinas expectativas se centran en lo que previsiblemente hara? con sus marcas ¨Cempezando por Saint Laurent¨C en la?alta costura, despue?s del clamoroso reinicio de Balenciaga.
Su director creativo, Demna Gvasalia, se encargara? de toda la parafernalia arti?stica que rodeara? el lanzamiento de lo pro?ximo de Kanye West, Donda, y promete ser otro de los fuertes de la temporada. Eso y la monumental Semana de la Moda de Nueva York prevista en plano fi?sico para septiembre, con casi un centenar de desfiles, entre ellos el regreso de Telfar, Jeremy Scott (tambie?n con Moschino) o Tom Ford cerrando el tour de force. En Pari?s sera? Olivier Rousteing quien tire la casa por la ventana, con un festival de dos di?as para celebrar sus 10 an?os en Balmain. Si?, se nota que el dinero vuelve a correr en la moda.
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