Moda pensada por una mujer para las dem¨¢s mujeres: la importancia de volver llam¨¢ndose Phoebe Philo
La dise?adora brit¨¢nica que sent¨® c¨¢tedra durante una d¨¦cada en C¨¦line invoca a sus fieles para empezar a construir comunidad ante el lanzamiento de la primera colecci¨®n de su firma hom¨®nima. La expectaci¨®n que rodea la llegada del nuevo reino prometido de la moda femenina ya es may¨²scula.
¡°Esperamos ponernos en contacto pronto contigo¡±. Poco consuelo para quienes hayan corrido a registrarse en phoebephilo.com: ni un m¨ªnimo de contenido para fans, ni una pista de lo que se avecina, ni una fecha con su cuenta atr¨¢s relojera a la que aferrarse. La respuesta automatizada a la suscripci¨®n que abre las puertas al nuevo reino prometido de la moda femenina (pensada por una mujer para las dem¨¢s mujeres, esto es) suena tan cruel como el proverbialmente desesperante ¡°ya te llamaremos¡±. La gota que colma el vaso de la expectaci¨®n ante el tercer advenimiento de Phoebe Philo.
La philoman¨ªa volv¨ªa a desatarse el 27 de julio con el lanzamiento de la web que, en alg¨²n momento de septiembre, despachar¨¢ la primera colecci¨®n a nombre de la dise?adora brit¨¢nica que sent¨® c¨¢tedra durante una d¨¦cada como directora creativa de C¨¦line, cuando la firma que distingui¨® a las se?oras bien de la Avenue Foch parisina a¨²n se acentuaba. Ese mismo d¨ªa, adem¨¢s, aparec¨ªa la cuenta de Instagram hom¨®nima, oficializada con su tick azul y que, seis d¨ªas despu¨¦s, contin¨²a sin publicaciones, aunque se va aproximando a los 250.000 seguidores. Un ejercicio de calentamiento (el marketing de la anticipaci¨®n al que hoy se f¨ªa cualquier campa?a) que comenzaba el pasado febrero con el anuncio de ese registro de notificaciones ¨Cv¨ªa correo electr¨®nico¨C que acaba de ponerse en marcha y hac¨ªa buena aquella nueva de hace un par de a?os, la que aseguraba que Philo estar¨ªa de vuelta, por su cuenta y riesgo, a finales de 2023.
¡°Estar en mi estudio dise?ando otra vez ha sido tan emocionante como incre¨ªblemente satisfactorio. Tengo muchas ganas de reconectar con mis clientas, con la gente. Ser independiente, dirigir y experimentar en mis propios t¨¦rminos es muy importante para m¨ª¡±, conced¨ªa la creadora al portal Business Of Fashion, en julio de 2021. Entonces tambi¨¦n se supo que su regreso ven¨ªa respaldado por el conglomerado Louis Vuitton Mo?t Hennessy, propietario de Celine. ¡°He mantenido una relaci¨®n muy constructiva con LVMH a lo largo de los a?os, por lo que este nuevo proyecto es una progresi¨®n natural¡±, declaraba entonces. ¡°Solo puedo agradecerles a Bernard y Delphine Arnault que hayan escuchado mis ideas, estoy entusiasmada por embarcarme en esta aventura con su apoyo¡±. Aunque el grupo franc¨¦s l¨ªder en la arena del lujo contribuye como accionista minoritario, no faltan razones para considerar que de alguna manera Phoebe Philo, la marca, ser¨ªa la tercera etiqueta de nuevo cu?o a la que da alas el emporio Arnault, tras Christian Lacroix, en 1987, y la breve Fenty de Rihanna, en 2019.
Revuelo sociomedi¨¢tico aparte, la cuesti¨®n es qu¨¦ esperar de la dise?adora de mayor culto de la ¨²ltimas dos d¨¦cadas justo un lustro despu¨¦s de su retirada. El pasado junio, WWD avanzaba que el debut desplegar¨¢ hasta 150 estilos, entre prendas y accesorios ¡°cimentados en un dise?o y una calidad excepcionales¡± y con la sostenibilidad por bandera. Tambi¨¦n que Daria Werbowy ejercer¨¢ de imagen de marca, un fichaje que remite directamente a los d¨ªas de gloria de Philo en C¨¦line, entre 2008 y 2018, definidos por la subyugante presencia de la modelo ucranio-canadiense (fuera de circulaci¨®n desde 2016 en favor de la filosof¨ªa y la vela), toda determinaci¨®n con su poquito de displicencia, ¨¢lter ego de una creadora que consigui¨® jugar seg¨²n sus propias reglas en una industria de escaso poder femenino. Tal era su autoridad que no tuvo reparos en romper la baraja en cuanto le vio las orejas al lobo.
Sobre Phoebe Philo (nacida en Par¨ªs de padres brit¨¢nicos, en octubre cumplir¨¢ 50 a?os) y lo que ha hecho por la representaci¨®n de la mujer en la moda han corrido r¨ªos de tinta pr¨¢cticamente desde que asom¨® la cabeza en Chlo¨¦ como mano derecha de Stella McCartney, amigas de cuando estudiaban en la Central Saint Martins londinense, a finales de los noventa. Por algo terminar¨ªa relevando a la hija del beatle Paul a partir de 2001. Y entonces ocurri¨®: en apenas tres ejercicios fiscales, la firma dobl¨® sus ventas, convirti¨¦ndose en un activo valorado en casi 300 millones de euros para alegr¨ªa de su due?o, el holding suizo Richemont. El econ¨®mico no fue, para el caso, el ¨²nico hito: el Paddington, bolso lanzado durante su jefatura, a¨²n pasa por ser el art¨ªculo m¨¢s demandado en la historia del lujo (se agotaba antes incluso de llegar a las tiendas) y la baja completa por maternidad que exigi¨® tras dar a luz a su primog¨¦nita, en 2004, la primera que el negocio le reconoc¨ªa oficialmente a una mujer de su posici¨®n. Cuando por fin dej¨® la marca dos a?os m¨¢s tarde, a Chlo¨¦ la llamaban la Chanel de su generaci¨®n.
En posesi¨®n de una intuici¨®n extraordinaria, Philo es ese tipo de dise?adora que apela antes a la funci¨®n que a la emoci¨®n, m¨¢s de desarrollar una filosof¨ªa que un relato, atendiendo a las necesidades reales de las mujeres ¡ªy hasta adelant¨¢ndose a sus deseos de vestir¡ª con honestidad y profundo conocimiento de causa. Lo suyo siempre ha sido conjurar un espacio de libertad, seguridad y satisfacci¨®n, la burbuja indumentaria femenina definitiva enunciada en siluetas muy gr¨¢ficas, de vol¨²menes contrastados que dejan correr el aire entre cuerpo y tejido, tan generosas en movimientos como r¨¢canas en ornamentos, adscritas al color en bloques y respetuosas con la forma de vida de sus destinatarias. El lenguaje de ¡°antes de que la moda fuera la moda que hoy conocemos¡±, dijo al presentar la ¨²ltima colecci¨®n de su C¨¦line, primavera/verano 2018 (en realidad, prolong¨® su impronta hasta la precolecci¨®n oto?al). Normal que la legi¨®n de philofitas se rasgara las vestiduras con su partida.
Poco se ha hablado/especulado sobre las razones que llevaron a la brit¨¢nica a salir de la firma, que reinvent¨® a su imagen y semejanza, devolvi¨¦ndole la relevancia que no conoc¨ªa, al menos desde que Michael Kors se hiciera cargo entre 1997 y 2004. Porque pod¨ªa es, seguramente, la mejor respuesta. La huida del director ejecutivo, Marco Gobbetti (con destino Burburry), ya hab¨ªa hecho saltar las alarmas a principios de 2018, en un momento de especial frenes¨ª para el sector del lujo, patas arriba por los r¨¦cords de ventas que estaba batiendo el Gucci de Alessandro Michele y el renovado fuelle de la Balenciaga de Demna Gvasalia, ambos agentes milmillonarios de Kering, el grupo de Henri-Fran?ois Pinault y n¨¦mesis de LVMH. Se entiende que Bernard Arnault quisiera para s¨ª algo de esa magia que conectaba como nunca con los consumidores m¨¢s j¨®venes, que no eran precisamente los que se pirraban por C¨¦line (sus 700-800 millones de euros estimados en volumen de ventas anuales ya no daban la talla). En el muy escueto comunicado de despedida de Philo, Arnault conclu¨ªa: ¡°Una nueva era de desarrollo empieza ahora para C¨¦line, y estoy extremadamente seguro del futuro ¨¦xito de esta emblem¨¢tica maison¡±.
El berrinche de las philofitas fue a mayores cuando trascendi¨® que Hedi Slimane iba a ser el sustituto. Adi¨®s, mujer adulta sujeto; hola, adolescente objeto (por cierto, la p¨¦rdida del acento agudo en el nombre de la firma responde a la urgencia del lenguaje digital juvenil). Y, sin embargo, con Philo y Slimane los extremos se tocan. Est¨¢n m¨¢s cerca la una del otro de lo que las fans fatales de la primera quisieran. Ambos han manejado sus carreras a su antojo, subiendo y bajando del carro a conveniencia. A los dos se les ha imbuido de prerrogativas tan extraordinarias como para decidir d¨®nde y c¨®mo trabajar (ella impuso Londres cuando lleg¨® a C¨¦line; ¨¦l, Los ?ngeles al aterrizar en Saint Laurent). El uno cont¨® con una casi septuagenaria Marianne Faithfull como reclamo intergeneracional (2014), la otra sorprendi¨® tirando de una octogenaria Joan Didion (2015). ?l impuso la tiran¨ªa slim fit; ella, la de los ugly shoes. Celosos de sus vidas privadas, a ninguno le gusta comparecer demasiado en prensa y redes sociales, que ella ha desde?ado sin ambages (aquello de que no hay nada m¨¢s elegante que no aparecer en Google cuando te buscan). Y cada cual ha generado un culto que ya quisiera para s¨ª el resto de sus colegas.
Hero¨ªna del lujo silencioso antes del lujo silencioso, Philo tiene a su favor, en cualquier caso, el tir¨®n de un legado comprometido que, am¨¦n de resonar en no pocas de las firmas m¨¢s jaleadas del momento (Daniel Lee, de Bottega Veneta a Burberry; Adri¨¢n Appiolaza, director de pr¨ºt-¨¤-porter femenino en Loewe; Yuni Han, directora creativa de Maison Kitsun¨¦; o el sevillano Johnny Coca, actual director de complementos de piel, accesorios y l¨ªnea de gafas de mujer en Louis Vuitton, todos crecieron a sus ¨®rdenes, lo mismo en Chlo¨¦ que en C¨¦line), no ha dejado de revalorizarse. Hecho que demostr¨® el supermercadillo orquestado por la plataforma de reventa Resee.com, en colaboraci¨®n con The Phoebe Philo Old Celine Archive (@thearchivedotcom en Instagram), durante la semana de la moda de Par¨ªs en octubre de 2022. ¡°Como dise?adora, es alguien que sabe lo que es estar en tus zapatos¡±, conced¨ªa Lynette Nylander, directora ejecutiva editorial de la revista Dazed, que no perdon¨® la venta, como la modelo Paloma Elsesser. ¡°La raz¨®n por la que Phoebe Philo siempre va a importar no es otra que su mirada, el punto de vista de una mujer que sabe lo que significa crear ropa para las mujeres¡±. Lo que sea a su nombre a partir de septiembre, ser¨¢ desde luego importante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.