Desmontando el mito: las grandes modelos de la moda espa?ola
El trabajo de modelo y su percepci¨®n p¨²blica se han transformado en estos a?os. Dos generaciones detallan el cambio en la profesi¨®n.
Como si las acabara de descubrir ahora mismo (ya llevan un buen rato juntas), In¨¦s Sastre comenta, cada vez que gira la cara para mirarlas, que est¨¢ literalmente ¡°flipando¡± con la nueva cantera de modelos espa?olas. ¡°Es que m¨ªralas, son incre¨ªbles, qu¨¦ guapas, qu¨¦ profesionales. Antes no hab¨ªa tantas modelos espa?olas con esa proyecci¨®n, ni siquiera hab¨ªa tantas modelos en general¡±, comenta. ¡°Puede que no sea como antes, que sus caras no sean conocid¨ªsimas para el gran p¨²blico, pero est¨¢n haciendo trabajos de primer nivel¡±. Y en tiempo r¨¦cord. Porque, aunque In¨¦s habla en general, tiene al lado a Julia Pacha y Olivia Mart¨ªn.
La primera, con 17 a?os y poco m¨¢s de 12 meses de trabajo a sus espaldas, ha desfilado para Valentino, Fendi, Paco Rabanne o Louis Vuitton despu¨¦s de que se produjera una especie de milagro: ¡°Sal¨ªa yo nerviosa del instituto despu¨¦s de hacer un examen y me llamaron de mi agencia para que fuera a Par¨ªs e hiciera el casting para la alta costura de Chanel. ?Si ni siquiera me hab¨ªa puesto unos tacones en mi vida!¡±, cuenta a¨²n sorprendida. La segunda, con 25, y poco m¨¢s de a?o y medio en la profesi¨®n, ha trabajado con Fendi, Dior, Herm¨¨s o Raf Simons y gan¨® el premio a la mejor modelo en la ¨²ltima edici¨®n de la Semana de la Moda de Madrid. ¡°Creo que el momento m¨¢s alucinante hasta ahora fue llegar al backstage de Fendi y ver que iba a trabajar con Kate Moss¡±, rememora. Si los tiempos se han acelerado para casi todos los mortales, lo han hecho m¨¢s, si cabe, en una profesi¨®n en la que, adem¨¢s del talento, hace falta saber estar en el lugar y en el momento adecuados. Si antes el relato de las top comenzaba con su descubrimiento fortuito por una agente en una situaci¨®n completamente ordinaria (algo que a veces sigue ocurriendo.
A Pacha la ¡®interceptaron¡¯ en las calles de Barcelona), hoy las redes lo han cambiado todo. In¨¦s Sastre y Laura Ponte, dos de las modelos espa?olas m¨¢s m¨ªticas, mencionan inmediatamente las redes sociales cuando se les pregunta por los cambios dentro del gremio. ¡°Lo han cambiado todo: la forma de hacer casting, de descubrir talento. Ya ni siquiera hacen falta intermediarios. Ellas son conscientes al m¨¢ximo de su imagen y saben m¨¢s de lo que nosotras sab¨ªamos a su edad¡±, opina Ponte. De hecho, ella cree que esta nueva cantera espa?ola en las mejores pasarelas y campa?as el mundo se debe precisamente a eso. ¡°Yo con 25 a?os no ten¨ªa ni idea de nada. Me dan mil vueltas. Ahora todo est¨¢ expuesto, se sabe lo que hay en esta industria, lo bueno y lo malo. Ya no hay miedo a viajar y a desenvolverse solo porque hay m¨¢s informaci¨®n, m¨¢s conciencia y m¨¢s seguridad¡±, explica. Su opini¨®n la reafirma Julia Pacha cuando comenta, casi sin darse cuenta, que no le da miedo el rechazo. ¡°Si me cogen bien y si no, tambi¨¦n. No me puede afectar el no. He visto a muchas compa?eras que se obsesionan y, sinceramente, esto funciona as¨ª. Voy a aprovechar las oportunidades, claro, pero mi vida es lo primero¡±.
Solo en cuesti¨®n de una d¨¦cada y gracias, en buena medida, al #MeToo, la profesi¨®n de modelo fue desembaraz¨¢ndose de muchas de sus capas. Casi todo est¨¢ expuesto y, como dice In¨¦s Sastre, ¡°eso ha hecho que por fin parezca todo mucho menos fr¨ªvolo¡±. Hace un par de d¨¦cadas, por ejemplo, la prensa hablaba de ella como de la ¡®modelo culta¡¯ porque hab¨ªa estudiado Filolog¨ªa en La Sorbona, como si las modelos solo tuvieran que ser eso, modelos. Olivia es abogada y Julia empieza el a?o que viene Psicolog¨ªa (¡°aunque tarde m¨¢s en acabarla, es lo que quiero hacer. Adem¨¢s, no s¨¦ los a?os que va a durar este trabajo¡±, dice). ¡°Yo fui influencer antes de las redes¡±, bromea ahora Sastre. ¡°Nunca me import¨® hablar de mis estudios y de mis inquietudes personales. Ahora, por suerte, es m¨¢s com¨²n, pero antes era importante no quedarte en tu propio personaje¡±, dice. Hoy las modelos pueden hablar, tanto para desentra?ar situaciones de injusticia en el sector como para desmitificar un trabajo repleto de ideas preconcebidas. ¡°Es cierto que para m¨ª en este momento cada d¨ªa descubro cosas nuevas y conozco a personas incre¨ªbles, pero tambi¨¦n paso muchas horas sola (aunque est¨¦ rodeada de gente) y a veces llego a casa tan cansada que soy incapaz hasta de contarle qu¨¦ tal el d¨ªa a mi hermano¡±, cuenta Olivia. ¡°El otro d¨ªa me preguntaba la hija de una amiga que c¨®mo era ser modelo?.?Y pensaba: ¡®Pues, en cierto modo, como trabajar en una tienda o ser farmac¨¦utico¡¯. Quiz¨¢ yo fuera m¨¢s conocida, pero en mi ¨¦poca ten¨ªa amigas que ganaban m¨¢s que yo haciendo cat¨¢logos, y era un trabajo m¨¢s. Imag¨ªnate ahora con el e-commerce¡±, comenta Laura Ponte.
Por un lado, el entramado de la moda est¨¢ tan expuesto (al menos, en apariencia) que hasta los viejos mitos se est¨¢n derrumbando, y aquella displicencia casi obligatoria de ciertos protagonistas de la industria ha dado paso a una cercan¨ªa propiciada, quiz¨¢, por la idea de ¡®naturalizar¡¯ el negocio. Julia cuenta que en este ¨²ltimo a?o de trabajo fren¨¦tico solo se ha encontrado con un par de personas maleducadas, pero llega un punto en que les contestas si es necesario¡± y relata, por ejemplo, lo amigables que son Pierpaolo Piccioli o Virginie Viard, directores art¨ªsticos de Valentino y Chanel, respectivamente. ¡°Es algo que me sorprendi¨®, te dan las gracias por todo y te hacen sentir un equipo¡±. Por otro, esta supuesta ¡®naturalizaci¨®n¡¯ del negocio propiciada por lo digital es un arma de doble filo. In¨¦s Sastre confiesa echar de menos ¡°las grandes sesiones de fotos en papel y los desfiles espectaculares, como parte implicada y como espectadora; ahora, el ritmo es otro¡±.
Julia Pacha ha crecido con el m¨®vil casi en la mano, y habla de la moda en otros t¨¦rminos. ¡°Cada vez llevamos menos tacones en las pasarelas y yo, por ejemplo, me he hecho un tatuaje y nadie me dijo que no lo hiciera, pero hace falta m¨¢s autenticidad, tambi¨¦n en los cuerpos, porque para vender el comprador tiene que sentirse identificado¡±. Laura Ponte, sin embargo, apunta el que quiz¨¢ sea el gran debate a este respecto: ¡°Si este mundo se hubiera desmitificado de verdad, la gente no usar¨ªa mil filtros en sus fotos de Instagram. Muchos se superproducen para salir, y ya no es solo esa sensaci¨®n de homogeneidad¡ He hablado con amigos psiquiatras de los problemas de identidad que puede generar en los ni?os. Por un lado, se habla de diversidad, pero por otro est¨¢ esta corriente en contra, es una especie de ¡®falsa¡¯ cultura de moda¡±, dice. Para ella, ese fin del canon ¨²nico que tanto se proclama ¨²ltimamente tiene muchos matices: ¡°Yo nunca fui la ¡®t¨ªpica¡¯. Si un f¨ªsico como el m¨ªo pudo llegar lejos es gracias a los equipos con los que trabaj¨¦. Yo era como plastilina. Es la mirada del otro la que te hace diferente. Es verdad que hay tanta informaci¨®n ah¨ª fuera que mi hija, por ejemplo, puede tener una visi¨®n de la belleza que abarca mucha m¨¢s cosas que las que puede tener la gente de mi generaci¨®n, pero no es lo mismo que t¨² controles tu retrato sin intermediarios, porque en muchos casos caes de nuevo en ideas homog¨¦neas¡±. ¡°Diversidad ha habido siempre, aunque ahora haya m¨¢s, pero en mi ¨¦poca hab¨ªa modelos de distintos perfiles, incluso de edades, lo que pasa es que quiz¨¢ ahora se habla m¨¢s de ello en redes¡±, refrenda In¨¦s Sastre. ¡°Pero hay que tener cuidado, porque muchas veces apuestas por un tipo de autenticidad en Instagram y cuando conoces a esa persona en la vida real parece otra¡±, bromea.
Curiosamente, ni Olivia ni Julia son activas en sus redes sociales. La primera confiesa que ¡°quiz¨¢ deber¨ªa hacerlo m¨¢s, porque es parte del trabajo. No me gusta ense?ar mi vida ni mostrarme demasiado, pero es cierto que el n¨²mero de seguidores est¨¢ importando cada vez m¨¢s¡±. La segunda, sin embargo, cree que ¡°se est¨¢ mezclando demasiado el trabajo de modelo con el de influencer. En realidad, parece que en cualquier profesi¨®n medianamente p¨²blica hay que ser influencer, cuando realmente deber¨ªan ser cosas separadas. Adem¨¢s, no me imagino siendo famosa¡±, dice. Laura e In¨¦s, que s¨ª pertenecen a esa generaci¨®n en la que desfilar para Chanel y ocupar portadas era un pasaporte asegurado a la fama, y no solo un trabajo privilegiado, reconocen que s¨ª tienen problemas ¡®generacionales¡¯ para definir la idea de ¨¦xito que se maneja en la actualidad. ¡°Yo no conozco a casi ninguno de los invitados en los desfiles de ahora¡±, dice la primera. ¡°Mira la gala de Met, que va a estar llena de tiktokers. Es lo que hay, porque es lo que vende y lo que interesa. Todo ha cambiado, hasta la propia estructura de la fama¡±, comenta Ponte. ¡°Ahora hay que ver hacia ad¨®nde va esto, aunque es interesante asistir a este cambio y presenciar la transici¨®n, en la propia industria de la moda y hasta en la forma de consumir las im¨¢genes. Veremos c¨®mo evoluciona¡±.
*Modelos: Julia Pacha (Blow Models); Olivia Mart¨ªn, Laura Ponte e In¨¦s Sastre (UNO Models). Maquillaje: Miguel ?ngel Tragacete (One-Off Artists para Lepure y Arolaborganic). Peluquer¨ªa: Serpiente (One-Off Artists para Sebastian Pro). Manicura: Lucero Hurtado para OPI. Asistentes de fotograf¨ªa: Marc de Miguel y ?scar Calleja. Asistente de estilismo: Paula Alcalde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.