Modesto Lomba: ?La muerte de Elio es el final de la ¨¦poca dorada de la alta costura espa?ola?

Elio Berhanyer era el ¨²ltimo creador de alta costura que quedaba en Espa?a. Su muerte supone el final de la ¨¦poca gloriosa de la alta moda nacional. Pero tambi¨¦n el adi¨®s a una persona con un coraz¨®n que no le cab¨ªa y un amigo excepcional. Lo conoc¨ª cuando ya era mayor, pero siempre fue un magn¨ªfico compa?ero. Junto con Jes¨²s Delpozo, Roberto Verino, ?ngel Schlesser y Antonio Perna fundamos la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a. Siempre tuvo claro que el sector ten¨ªa que trabajar en equipo y as¨ª lo demostr¨® toda su vida.

Como buen cordob¨¦s, Elio era muy simp¨¢tico. No lo definir¨ªa como jocoso, pero s¨ª ten¨ªa un sentido del humor particular. Me vienen a la mente muchas an¨¦cdotas que nos contaba con mucha gracia. Una de mis favoritas es cuando Crist¨®bal Balenciaga vino a Madrid porque quer¨ªa conocerlo. A trav¨¦s de la marquesa de Llanzol organizaron una cena, pero cuando llegaron a su casa Elio se hab¨ªa ido al cine. La marquesa acab¨® busc¨¢ndolo por todas las salas de la capital para llevarlo a esa cena en la que Balenciaga le esperaba. ?l, desde luego, lo contaba con mucha m¨¢s gracia que yo.

Su legado como dise?ador es impagable. Me vienen a la cabeza muchas im¨¢genes de piezas y fotos hist¨®ricas de sus dise?os. Firm¨® los uniformes de Iberia durante m¨¢s de una d¨¦cada (1972-1989) y, desde luego, marcaron una ¨¦poca y llevaron la moda espa?ola por todo el mundo. Ten¨ªa piezas realmente magistrales con las que visti¨® a infinitas clientas muy importantes en Espa?a. Entre ellas, la reina Sof¨ªa, con la que ten¨ªa una relaci¨®n personal m¨¢s all¨¢ de ser su modisto. Tanto es as¨ª que, en su casa, que parec¨ªa m¨¢s bien un zool¨®gico, descansa un guepardo que trajo de unos de sus viajes con la Reina.

Elio empez¨® el oficio de forma casual. Le hubiera gustado estudiar Arquitectura, pero tras la muerte de su padre en la guerra, al que estaba muy unido, tuvo una vida bastante precaria. No logr¨® hacer la carrera, pero su moda siempre se vio influenciada por esa pasi¨®n por la arquitectura. Un buen d¨ªa le encargaron hacer el escaparate de una peluquer¨ªa que estaba en la Puerta de Alcal¨¢ y mont¨® un maniqu¨ª enfundado en un vestido que llam¨® la atenci¨®n de la due?a del sal¨®n, que acab¨® compr¨¢ndolo. Le pidi¨® que hiciera m¨¢s para las sucursales de la peluquer¨ªa en Nueva York, pero Elio nunca quiso dejar Espa?a. Ni siquiera cuando conoci¨® a la pareja de una buena amiga, un dise?ador que estaba empezando y que lo invit¨® a trabajar con ¨¦l al otro lado del charco. Elio le dijo que no. El joven dise?ador result¨® ser el mism¨ªsimo Oscar de la Renta.

Aunque ya sab¨ªa que estaba muy malito y la edad ?¨Cten¨ªa 89 a?os¨C es responsable ¨²ltima de su muerte, uno nunca est¨¢ preparado para recibir estas noticias. Me quedo con el Elio de los ¨²ltimos a?os como persona, como amigo. Como compa?ero comprometido con todos nosotros y con la moda.