Mucho que ganar: as¨ª preparan nuestros deportistas los Juegos Ol¨ªmpicos
Los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro del 5 de agosto ser¨¢n los primeros de la historia que se celebran en Sudam¨¦rica. Las expectativas espa?olas, en un momento en el que se busca recuperar la proyecci¨®n internacional, son buenas. Hablamos con algunas de nuestras mejores opciones de medalla.
Olimpiada. ?El objetivo de todo deportista, su culminaci¨®n?, Ona Carbonell. ?El evento m¨¢s importante que hay para un profesional?, Joel Gonz¨¢lez. ?Un sue?o hecho realidad?, Ray Zapata. ?La competici¨®n m¨¢s importante?, Alejandra Quereda. ?Una experiencia inolvidable, uno de los m¨¢ximos sue?os que puedes alcanzar?, Sergio Rodr¨ªguez. Y, por si no queda claro, Marina Alabau, campeona ol¨ªmpica de windsurf en Londres 2012, remata a puerta vac¨ªa: ?El evento m¨¢s importante del planeta; y de la galaxia?.
Los Juegos de la XXXI Olimpiada, primeros en suelo sudamericano, se disputar¨¢n en R¨ªo de Janeiro del 5 al 21 de agosto y congregar¨¢n a m¨¢s de 10.500 atletas de 206 pa¨ªses diferentes, 13 m¨¢s de los que componen la ONU. Entre 280 y 300 (a¨²n no han finalizado los preol¨ªmpicos) competir¨¢n con la esperanza de que la bandera espa?ola ondee en las ceremonias de entrega de alguna de las 2.012 medallas que otorgar¨¢n a los atletas la gloria eterna a la vez que reconocimientos sin fin en sus localidades natales.
Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado es el espa?ol que m¨¢s veces ha peleado por esas medallas. A sus 46 a?os marchar¨¢ en lo que ser¨¢n sus s¨¦ptimos Juegos Ol¨ªmpicos, igualado con una leyenda del tart¨¢n, la jamaicana Merlene Ottey, y solo superado por el jinete canadiense Ian Millar, quien hizo en Londres su d¨¦cima participaci¨®n. Naturalmente, en cada edici¨®n mont¨® un caballo distinto. Jes¨²s ?ngel, con m¨¢s de 20 a?os en la alta competici¨®n, ha dado la vuelta al mundo. Literalmente. ?No s¨¦ cu¨¢l es el per¨ªmetro de la Tierra, pero una vuelta al mundo me sale seguro. Y no s¨¦ si dos. Yo dir¨ªa que s¨ª?. Tan largo viaje comenz¨®, con 22 a?os, en la cita m¨ªtica del deporte espa?ol, Barcelona¡¯92.
Su longevidad es sorprendente, pero ¨¦l la asume con naturalidad: ?Me resulta casi m¨¢s f¨¢cil seguir que retirarme. Para m¨ª, es lo m¨¢s normal del mundo preparar unos Juegos Ol¨ªmpicos cada cuatro a?os o un Mundial cada dos, aunque con el paso del tiempo te vas dando cuenta de la dificultad que eso conlleva?, asegura. Le queda la espina de no haberse colgado ning¨²n metal ol¨ªmpico (fue cuarto en Pek¨ªn y quinto en Atenas), pero no tiene duda de que su mejor momento deportivo lo dej¨® en la capital china, donde vivi¨® ?quince d¨ªas con mucha intensidad, aun habiendo quedado cuarto, que puede ser decepcionante?.
La experiencia deportiva vital ¨Ccoinciden en ello los entrevistados¨C no se traduce solo en medallas. La convivencia con todos los deportistas en la Villa, el hecho de compartir esos d¨ªas con compa?eros de otras disciplinas es muy estimulante. Y anecd¨®tico. ?Al volver a la Villa despu¨¦s de la inauguraci¨®n, recuerdo que en la cola del McDonald¡¯s est¨¢bamos nosotros, Kobe Bryant, Lebron James, dos chinos de no s¨¦ qu¨¦ deporte, un rumano y otros dos espa?oles¡ ?ramos todos compa?eros. Eso es lo que m¨¢s me gust¨® de los Juegos. Me impresion¨®: somos todos deportistas, todos iguales, no importa tu nombre?, rememora con una sonrisa Sergio Rodr¨ªguez, plata con la selecci¨®n de baloncesto en Londres 2012. Ideal ol¨ªmpico sobre el papel, cumplido.
MADUREZ DEPORTIVA
En R¨ªo, Sergio participar¨¢ en sus segundos Juegos. Su sue?o naci¨®, en cierta forma, junto al de Bragado. Mientras el marchador devoraba el asfalto y so?aba por primera vez con la gloria en Barcelona, en casa del base de la selecci¨®n espa?ola ?cada d¨ªa se viv¨ªa una gran revoluci¨®n pegados al televisor?.
Barcelona¡¯92 tambi¨¦n fueron los primeros Juegos de otra campeona ol¨ªmpica, Marina Alabau, oro en windsurf en Londres. Sus padres la llevaron, con seis a?itos, a ver en directo algunas competiciones, ?aunque no me acuerdo de nada?, confiesa. Aquellas vacaciones no pasaron en balde: ?Tambi¨¦n visitamos el acuario y vi una ballena que ten¨ªa pelos que me llam¨® mucho la atenci¨®n?, bromea. Tuvieron que pasar unos a?os hasta que se traslad¨® con 16 a entrenar al Puerto de Santa Mar¨ªa. All¨ª vio que algunos de ?los mayores? se marchaban a S¨ªdney en el a?o 2000: ?Me di cuenta de que hab¨ªa un equipo ol¨ªmpico del que pod¨ªa formar parte en un futuro y se me abrieron los ojos sobre lo que verdaderamente significaba eso?.
A sus 37 a?os, Ruth Beitia, subcampeona del mundo en pista cubierta de salto de altura, conoce bien ese significado. R¨ªo es su cuarta cita ol¨ªmpica y la que m¨¢s expectativas re¨²ne para ella en plena madurez deportiva. ?En Atenas no pude pasar a la final, en Pek¨ªn qued¨¦ s¨¦ptima con diploma, en Londres, cuarta¡ Creo que la vida me ha dado una ¨²ltima oportunidad para intentar el ¨²nico sue?o que me queda por cumplir en este deporte y sacar todo el trabajo que llevamos haciendo mi entrenador y yo durante 26 a?os. Un sue?o que naci¨® en Barcelona¡¯92 [otra vez Barcelona], cuando vi a mi padre como juez de atletismo?.
Porque la pasi¨®n por el deporte, obviamente, entre otras cosas, se mama. Luc¨ªa Jim¨¦nez es una de las integrantes de las redsticks, el equipo nacional de hockey sobre hierba. Ella no pudo ver a su padre, Anacleto Jim¨¦nez, correr en los Juegos de Atlanta. Cambi¨® la pista por el stick. Luc¨ªa, al igual que sus compa?eras Mar¨ªa L¨®pez y Beatriz P¨¦rez, debutar¨¢ este a?o en una Olimpiada. ?No puedo parar de imaginarme la inauguraci¨®n, que ser¨¢ espectacular (con Rafa Nadal como abanderado)¡?, sue?a Mar¨ªa. Luc¨ªa tiene la cabeza ?en el comienzo del primer partido, cuando das la primera bola, con todo el mundo pendiente?. El reto al que se enfrentan: coger el testigo de sus antecesoras, que lograron en el m¨¢gico 92 uno de los 37 oros espa?oles.
Si el reto de todo deportista es acudir a una cita ol¨ªmpica, qu¨¦ decir de colgarse un metal. Espa?a, desde los primeros Juegos modernos de Atenas en 1896, ha conseguido 132 medallas (37 oros, 60 platas y 35 bronces). El primer oro de nuestra historia lo trajeron Villota y Amezola desde Par¨ªs (en 1900), en una disciplina tan espa?ola como el front¨®n. Pedro Pidal consigui¨®, adem¨¢s, una plata en tiro.
?Cu¨¢les han sido los mejores resultados para Espa?a? Volvemos a la Ciudad Condal. Con 22 preseas (13 oros, 7 platas y 2 bronces), ocupamos el sexto lugar en el medallero. Un ¨¦xito que nunca se ha repetido. El impulso dur¨® unos a?os y en Atlanta 1996 hicimos un d¨¦cimotercer puesto. En Londres, la ¨²ltima edici¨®n, con 3 oros, 10 platas y 4 bronces, logramos un vigesimoprimer lugar aupados por nuestras deportistas que, por primera vez en la historia, superaron a los hombres en n¨²mero de medallas: 11 a 6. La esperanza de podio vuelve a recaer en el coraje de muchas de aquellas hero¨ªnas: Marina Alabau (oro en windsurf), Mireia Belmonte (doble plata en nataci¨®n), nataci¨®n sincronizada (bronce en equipo y plata en d¨²o para Andrea Fuentes y Ona Carbonell, que este a?o competir¨¢ con Gema Mengual, en los que ser¨¢n los ¨²ltimos Juegos de Mengual); waterpolo femenino (plata), balomnano femenino (bronce), el equipo femenino de vela (oro)¡
CARRERA DE METALES
Es pronto para previsiones y nadie en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol se moja. Alejandro Blanco, su presidente, se queda en un tibio ?somos moderadamente optimistas y en R¨ªo se podr¨¢n verificar los resultados de los Juegos anteriores?. Diecinueve, 18 y 17 medallas, respectivamente, en Atenas, Pek¨ªn y Londres.
El podio espa?ol por deportes est¨¢ comandado por la vela, que siempre suele dar la primera alegr¨ªa a la delegaci¨®n espa?ola. Nuestros navegantes han conseguido 19 metales. A su vera se sit¨²an ciclismo y remo con 14 y 12 medallas en su haber. Teresa Perales es la gran coleccionista espa?ola. Solo de JJ OO tiene 22. La salmantina asegura que ha comprado un mueble donde colocarlas por ciclo ol¨ªmpico. Los suyos figuran en otra cuenta, la de los paral¨ªmpicos, pero lo tiene claro: ?Somos tambi¨¦n deportistas con may¨²sculas que nos planteamos retos, luchamos, peleamos, lloramos y re¨ªmos al cumplirlos?.
Pero, para que los deportistas puedan traerse todos esos triunfos, y previamente invertir miles de horas de entrenamiento y disfrutar de las mejores condiciones t¨¦cnicas hace falta dinero. Y el dinero, para la gran mayor¨ªa de los deportes, proviene solo del Estado. En 2016, las federaciones de deportes ol¨ªmpicos disfrutar¨¢n de una subvenci¨®n para la alta competici¨®n por parte del Centro Superior de Deportes (CSD) de 36.317.315,60 euros. Un 28% m¨¢s respecto a la recibida en 2015, por tratarse de un a?o ol¨ªmpico.
Hay federaciones peque?as, como las de tiro con arco, que este a?o celebran el aumento de su representaci¨®n. ?Tendremos al menos a tres arqueros en R¨ªo?, dice con orgullo su presidente, Vicente Mart¨ªnez Orga. La suya, como la de b¨¢dminton, es una entidad modesta que sabe bien la importancia de tener a una estrella como Carolina Mar¨ªn sumando ¨¦xitos y titulares. ?Por la visibilidad y el inter¨¦s que despierta?.
La otra cara la ofrece el taekwondo, uno de los deportes m¨¢s rentables. En su corta historia ol¨ªmpica (solo lleva cuatro Juegos) se ha colgado ya cuatro medallas. Tres son de bronce y la de oro est¨¢ en casa de Joel Gonz¨¢lez (oro en Londres), quien se pas¨® del f¨²tbol a entrenar en el gimnasio de su padre para poder aparecer en esa peque?a lista de h¨¦roes. ?Ganar una medalla ol¨ªmpica puede ser m¨¢s f¨¢cil que un Mundial, por el simple hecho de que a un Mundial van 90 luchadores y a unos Juegos solo 16. Pero su importancia es la repercusi¨®n, tanto a nivel medi¨¢tico como de Estado?, afirma Joel.
Aunque los focos se sit¨²en en los 17 d¨ªas de competici¨®n en R¨ªo, el de Figueras insiste en que para ellos los Juegos son todos los d¨ªas. ?Si quieres estar bien y optar a un metal, tienes que estar a tope en cada entrenamiento?. A tope. ?Visto por televisi¨®n, todo esto parece muy f¨¢cil, pero si observas el camino¡ Primero, para llegar. Luego, para ir pasando rondas cada vez m¨¢s dif¨ªciles hasta acabar disput¨¢ndole la final a todo EE UU. Es dur¨ªsimo?, explica Sergio Rodr¨ªguez.
En dureza y sacrificio para hacer que parezca f¨¢cil lo que es casi imposible tienen un m¨¢ster las chicas de gimnasia r¨ªtmica, con su capitana Alejandra Quereda a la cabeza: ?El nuestro es un deporte muy delicado, que combina la parte art¨ªstica y la belleza con la f¨ªsica?. Pero eso no llega por inspiraci¨®n divina ni peregrinando al monte Olimpo. Hacen falta siete u ocho horas de entrenamiento al d¨ªa, con incontables repeticiones de cada lanzamiento, de cada movimiento, para que en el momento de la competici¨®n las cosas salgan solas, sin pensar?. Y as¨ª pasan la jornada en los 40 x 25 m2 de sala del CAR de Madrid.
DUREZA MENTAL
Ray Zapata, bronce en suelo en el ¨²ltimo campeonato del mundo, hace que retumbe el tapiz de la sala contigua con sus saltos: ?Entreno seis horas todos los d¨ªas. Y llevar¨¦ como tres a?os sin parar dos semanas. Dejamos de entrenar cuatro jornadas despu¨¦s del preol¨ªmpico, una semana tras el Mundial, y ya?. Para aguantar ese ritmo, hace falta mucha fuerza mental, un car¨¢cter especial y alguna t¨¢ctica personal. ?A m¨ª me gusta entrenar siempre de broma, estar de risas. De hecho, cuando estoy serio, los entrenadores enseguida piensan que me pasa algo?. Es cuando la labor de estos se vuelve m¨¢s importante. Entrenar a superclases no es solo se?alarles los gestos t¨¦cnicos o planificar qu¨¦ deben hacer cada ma?ana. ?A veces, vengo aqu¨ª pensando que no voy a poder dar un solo salto; pero, con peque?as apuestas o pic¨¢ndome, ellos me tienen dando botes toda la tarde?, comenta Ray. Jorge Mar¨ªn, entrenador de velocistas de la selecci¨®n de atletismo, cuenta algo m¨¢s sobre esos d¨ªas que nublan de vez en cuando la preparaci¨®n: ?Hay que averiguar si hay un motivo, si es algo controlable. O no. Si lo es, tratar de solucionarlo. Y si no: restarle importancia e intentar que afecte lo menos posible?.
El 21 de agosto, en la gran fiesta de clausura de los Juegos, siendo en Brasil, la m¨²sica y el baile dictar¨¢n el adi¨®s. Zapata, el bail¨®n de la selecci¨®n, se apunta con entusiasmo: ?Lo que haga falta: reggeaton, salsa, lo que sea?. Ser¨¢ divertido ver si Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado, cuyo perfil en el Twitter reza ?Atleta de finales del siglo XX y principios del XXI?, es capaz de darle la r¨¦plica.
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