?No es solo moda para unos pocos, es ropa para muchos?: Glenn Martens debuta como director creativo de Diesel
Ha convertido a Y/Project en la marca conceptual del momento. Ahora el dise?ador belga se enfrenta a un reto casi antag¨®nico: dirigir la estrategia creativa de Diesel.
Glenn Martens recuerda c¨®mo en su adolescencia Diesel fue la primera marca que se compr¨® de manera consciente. ?Por sus campa?as publicitarias y esa forma de comunicar entre la reivindicaci¨®n y la irreverencia?, cuenta v¨ªa Zoom. El pasado octubre, el dise?ador belga fue nombrado director art¨ªstico de la firma italiana, y este 21 de junio su trabajo acaba de ver la luz en un desfile digital dentro de la Semana de la Moda de Mil¨¢n. Al menos, su parte m¨¢s experimental, porque, como ¨¦l mismo comenta, ?esto es como hacer una lasa?a, aqu¨ª seremos m¨¢s conceptuales con los materiales y los vol¨²menes y lo venderemos en puntos de venta espec¨ªficos, pero luego est¨¢ el resto, la ropa de todos los d¨ªas, el denim, el b¨¢sico¡ todo tiene que estar conectado. Hay mucho por cocinar?, cuenta. Sobre todo, porque se trata de una de las alianzas m¨¢s novedosas que han surgido en la industria en los ¨²ltimos tiempos: el dise?ador aupado por su visi¨®n vanguardista, el autor reverenciado por su trabajo en Y/Project, se encargar¨¢ de una marca para todos los p¨²blicos. Una ense?a que cualquiera, m¨¢s all¨¢ de la moda en sentido estricto, ha comprado y vestido alguna vez.
Pero lo cierto es que Martens es una rara avis dentro del sector actual. Se form¨® en Amberes, lo que ya de por s¨ª imprime car¨¢cter, una forma muy concreta de aproximarse al dise?o que hoy en d¨ªa sigue siendo su valor a exportar; despu¨¦s, tras a?os trabajando en Jean Paul Gaultier, en 2014 se le encomend¨® la complej¨ªsima labor de poner en el mapa a Y/Project tras la muerte de su creador, Yohan Serfaty, solo dos a?os despu¨¦s de fundarla. En 2016, es decir, tras un par de colecciones bajo su batuta, la firma francesa era finalista del premio LVMH, ganadora del Andam y Martens aparec¨ªa por primera vez en la lista de las 500 personas m¨¢s influyentes de la industria que cada a?o realiza la revista The Business of Fashion. No us¨® logos, ni celebridades que ejercieran de embajadoras, ni siquiera crey¨® nunca en el total look, ese uniforme monomarca que tan bien funciona en redes. Lo suyo era, y es, el gesto vanguardista de volver al grado cero del dise?o: centrarse en cada prenda, en su construcci¨®n (y deconstrucci¨®n) jugando con las proporciones, la iron¨ªa o incluso las referencias hist¨®ricas. Ahora que acaba de desembocar en una gran marca (y contin¨²a con Y/Project) su trabajo es otro, pero sus ideas son las mismas: ?Creo que de un tiempo a esta parte todo era un poco lo mismo. Consumimos visuales sin parar y no nos detenemos a profundizar m¨¢s en lo que vemos. Es m¨¢s, el lujo est¨¢ intentando reconectar trabajando en productos que reflejen el estilo de vida, pero casi siempre est¨¢ detr¨¢s la idea del logo, que hace que algo sea uniforme (adem¨¢s de que cueste 900 euros). Yo ahora hago cosas de 200, y bueno, tengo que hacer logos, porque claro que venden, pero tambi¨¦n venden otras cosas?, confiesa.
De hecho, el creador es tan ajeno al perfil actual de dise?ador estrella que es bastante consciente de que muchos de los consumidores de Diesel (por no decir la mayor¨ªa) no sabr¨¢n qui¨¦n o qu¨¦ hay detr¨¢s de los vaqueros que se compran. Y le da igual. ?Mi labor es reconectar de alg¨²n modo con los valores que hicieron de esta firma algo pionero y actualizarlos. El humor, la osad¨ªa, la idea del nuevo sexy¡ Adem¨¢s, como soy nuevo, todav¨ªa lo veo todo desde fuera, y quiz¨¢ de eso es de lo que se trata?. Esa labor de la que habla se concreta en absolutamente todo. Martens no solo se ce?ir¨¢ a las prendas (distribuidas en varias l¨ªneas de producto), tambi¨¦n a las publicidades, la imagen global y hasta los escaparates. Si en Y/Project ¨¦l lo hace casi todo, en Diesel tambi¨¦n, con la salvedad de que all¨ª tiene un equipo de 20 personas y aqu¨ª de m¨¢s de 100 ?y ya se sabe, cuanto m¨¢s grande es tu equipo m¨¢s tiempo tienes que dedicarle?, bromea. ?Ahora estoy haciendo jornadas de ocho de la ma?ana a nueve de la noche e intento terminar el d¨ªa cenando con alguien. Todo es nuevo, es un gran cambio, pero a la vez es muy motivador?.
Diesel no ten¨ªa director creativo desde 2017. De hecho, en sus m¨¢s de 40 a?os de historia solo ha tenido uno medi¨¢ticamente conocido, Nicola Formichetti, que estuvo en la firma cuatro a?os, y sol¨ªa ocuparse ¨²nicamente de la l¨ªnea m¨¢s art¨ªstica de la casa. Tras su marcha, la ense?a puso en marcha la c¨¢psula Red Tag, una serie de colaboraciones espor¨¢dicas con los autores m¨¢s vanguardistas del panorama. Glenn Martens fue uno de ellos. ?Aquella incursi¨®n fue m¨¢s art¨ªstica, aunque es cierto que cuando me la ofrecieron yo pens¨¦ en explotar esa vertiente democr¨¢tica de una marca grande que ha llevado mucha gente?. La idea de democracia surge varias veces en la conversaci¨®n; para Martens es, de alg¨²n modo, lo que le hizo aceptar el reto de supervisar toda la parte art¨ªstica de la empresa. ?No es algo exclusivo para unos pocos, como lo que hago en Y/Project. No es solo moda, es ropa. Creas algo, y de repente la gente se lo pone?, r¨ªe. Por eso, lo primero que hizo tras firmar el contrato fue meterse en los archivos durante semanas. ?Dos plantas con absolutamente de todo. Una m¨¢quina del tiempo. Aunque en realidad lo bueno del denim es que, si lo dise?as bien, es mejor a medida que envejece?, dice. ??Hasta tienen americanas vaqueras que no son horteras!. Yo lo he intentado mil veces y nunca me ha salido, la verdad?.
La idea que ronda la mente de Renzo Rosso, due?o de Diesel, es redefinir de alg¨²n modo el concepto de lujo, haciendo moda de autor desde una empresa de gama media centrada en el denim. Por eso Martens, el ejecutor de tama?o proyecto, ha preparado un desfile en v¨ªdeo muy experimental, pero tambi¨¦n ha actualizado las prendas de archivo de la casa (con el metat¨ªtulo Diesel x Diesel) y ha implementado el upcycling o reutilizaci¨®n del tejido vaquero desechado. ?Est¨¢ el show; al ser la ¨²nica vez que no voy a estar sujeto a la pasarela de toda la vida, pues me he tomado muchas libertades creativas?, dice, refiri¨¦ndose al cortometraje que acaba de presentar, una suerte de viaje on¨ªrico en el que la realidad y la ficci¨®n se entremezclan. Est¨¢ su se?a de identidad, es decir, las prends deconstru¨ªdas y reconstru¨ªdas jugando a las superposiciones y a los trampantojos.? ?Pero luego est¨¢n las camisetas b¨¢sicas. Bueno, no del todo b¨¢sicas, pero camisetas?, explica. El reto es m¨¢ximo. ?Aqu¨ª cada decisi¨®n cuenta, porque llega a muchos. No es lo mismo hablar de sostenibilidad en una firma peque?a que aqu¨ª. O reivindicar ciertas cosas. Eso es lo m¨¢s dif¨ªcil y a su vez lo m¨¢s bonito que tengo por delante? .
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