?Envidia, falta de comprensi¨®n y exhibicionismo?: los ¡®influencers¡¯ explican por qu¨¦ los odiamos
La envidia, la falta de comprensi¨®n hacia su trabajo o el exhibicionismo hace que cientos de personas an¨®nimas disfruten criticando a los influencers. Ellos, y otras partes implicadas, responden a este asunto
Vidas de ensue?o, toneladas de regalos, hoteles gratuitos y fiestas diarias que se exhiben diariamente en las redes. Los influencers funcionan gracias al efecto aspiracional (miles de seguidores quieren ser como ellos, vivir como ellos viven, llevar lo que ellos llevan), pero la fama tiene un precio, sobre todo cuando tu lugar de trabajo es una red social en la que todo el mundo puede opinar y herir con sus opiniones.
En enero de 2018, la influencer Lovely Pepa consigui¨® que cerraran los foros de la revista Vogue?tras publicar un v¨ªdeo en el que denunciaba los ocho a?os de acoso e insultos que los usuarios hac¨ªan sobre ella. A la bloguera Verdeliss le abrieron un change.org con el fin de cerrarle su canal de YouTube por exhibir demasiado a sus hijos, Laura Escanes fue carne de meme cuando anunci¨® que iba a tener un beb¨¦ con Risto Mejide y Dulceida tuvo que pedir disculpas p¨²blicas por regalarle unas gafas a unos ni?os africanos. Los casos son innumerables.
¡°Entendemos que uno de los factores clave en el ¨¦xito de los influencers es la proximidad que el p¨²blico sent¨ªa con ellos. Generaban una empat¨ªa que ha ido desapareciendo, ahora mismo viven en un mundo tan alejado del humano medio que les sigue y venden una existencia tan llena de lujos que se est¨¢ convirtiendo en algo absolutamente demencial con lo que es imposible sentirse identificado¡±, opinan Victoria Mart¨ªn y Nacho P¨¦rez-Pardo, creadores de la cuenta de YouTube Living Postureo, que parodia la vida que exhiben ciertos influencers en sus redes. ¡°Nadie que les siga se hace fotos en aviones privados, se despierta en camas de lujo con dosel y viaja con maquilladoras y peluqueras. Lo peor es que no son superestrellas por hacer algo en concreto (cantar, actuar, escribir); son superestrellas por ser ellos mismos y eso, en nuestra opini¨®n, es agotador¡±, sostienen.
¡°Nuestra forma de comunicar es ense?ar el lado positivo de las cosas, por eso creo que esta es una profesi¨®n que todav¨ªa no acaba de entenderse y recibimos cr¨ªticas por ello¡±, explica Paula Ordov¨¢s (458.000 seguidores), la influencer tambi¨¦n conocida como mypeeptoes, que confiesa que tiene un trabajo privilegiado que le ha permitido vivir experiencias que no est¨¢n al alcance de casi nadie. ¡°Intento mostrar lo que hay detr¨¢s, el d¨ªa a d¨ªa, pero obviamente no voy a mostrarlo todo. Yo elijo lo que quiero ense?ar de mi vida privada, y al ver solo el resultado final algunas personas no valoran el trabajo¡±, dice.
?La palabra ¡®influencer¡® se sigue tomando un poco a mofa por la gente en general. No por las marcas y los profesionales. Lo noto cuando la gente lo dice, que se r¨ªen, hacen bromas¡ pero supongo que pasa como muchas cosas nuevas, al principio se critica y luego se va aceptando. Es comprensible que la gente vea el mundo de fantas¨ªa porque ve el resultado final, pero no todo el trabajo que hay detr¨¢s?, afirma el periodista e influencer Miguel Carrizo (70.000 seguidores)
?Hay gente que dedica su tiempo a hundir a otras personas porque se piensan que somos robots?, denunciaba Mar¨ªa Pombo en YouTube.?No solo no son robots, ellos defienden que lo suyo es una profesi¨®n bastante agotadora. ¡°Con los a?os, aprendes a diferenciar al que se lo toma como un trabajo y al que llega para aprovecharse de cosas¡±, relata el relaciones p¨²blicas de una agencia de marcas de lujo que prefiere guardar el anonimato. ¡°Claro que los hay con morro que te piden regalos o llegan con exigencias. He visto a influencers en Mil¨¢n, con millones de seguidores, pedirme entrar a un desfile y quedarse de pie en una esquina solo porque les gusta la marca y a influencers que exigen un trato especial y no son tan famosos¡±, comenta, y asegura que ¡°algunos trabajan much¨ªsimas horas diarias y van con una furgoneta porque, de otro modo, no les da tiempo a cambiarse para contentar a todas las marcas con las que trabajan. Si muchos colaboran con tantas firmas es porque nosotros sabemos que nos podemos fiar y los resultados son buenos.¡±
?Quiz¨¢s un d¨ªa estoy m¨¢s libre, pero otro me toca trabajar 12 horas seguidas en una sesi¨®n o un rodaje. Muchas veces estoy viajando y en esos casos le dedicas pr¨¢cticamente las 24 horas al trabajo. Aunque prefiero mil veces que haya activdad a estar parado?, cuenta Carrizo. La fama de Paula Ordov¨¢s en las redes le ha permitido crear una tienda online y una agencia de comunicaci¨®n digital. ¡°Es cierto que las tres cosas se retroalimentan y, al final, trabajo 24/7. El no tener horarios fijos y ser mi propia jefa hace que tenga que organizarme como puedo, pero es verdad que duermo muy poco¡±, cuenta. Y afirma que no le importan las cr¨ªticas negativas, ¡°sobre todo si hay gente que parece que solo quiere destruir¡±.
¡°Cuando empec¨¦ a trabajar con influencers, al ver las conversaciones que ten¨ªan entre ellos, me di cuenta de que cosas que nosotros damos por sentados a ellos les pueden afectar. Son personas, y nosotros emitimos opiniones que no les dan igual¡±, comenta Bruno Fabra, que trabaja en su propia agencia de comunicaci¨®n y representa a influencers como Marta Lozano (816.000) o Teresa Andr¨¦s (524.000) ¡°Es curioso. Pensamos que la gente se mete con su ritmo de vida y con lo que exhiben en las redes y, en realidad, la mayor parte de las cr¨ªticas son cr¨ªticas machistas relacionadas con el f¨ªsico¡±, explica. ¡°Con el tiempo han aprendido a que los insultos de este tipo les den igual, pero, para eso, ha hecho falta tiempo. Imag¨ªnate que lo hacen con una persona fr¨¢gil¡±. Desde Living Postureo opinan que ¡°algunas influencers ponen muy f¨¢cil el meterse con ellas¡±.
¡°Si te tomas esto en serio lo normal es que todas las cr¨ªticas positivas, porque todos nos equivocamos, se reciban de buen modo, se pida perd¨®n por ello y sirvan para cambiar. En cualquier caso, no suelen borrar las cr¨ªticas negativas en sus posts¡±, opina Bruno Fabra. ¡°Si trabajas con tu imagen tienes que ser coherente. Nunca promocionar¨ªa algo que no tenga que ver con mi estilo o algo que ¨¦ticamente me parezca mal o, por ejemplo, una marca de comida que no me parezca saludable. Te tienen que seguir porque eres cre¨ªble¡±, comenta Paula Ordov¨¢s. Carrizo es de la misma opini¨®n. ?No vale hacerlo todo porque la gente no es idiota. Tienen que ser cosas que te representen. Yo por ejemplo los ¨²ltimos cinco trabajos que me ofrecieron los he rechazado?.
Desde el otro lado, el de las marcas, otro relaciones p¨²blicas de una agencia madrile?a que tambi¨¦n prefiere no desvelar su identidad apunta. ?El buen influencer es una extensi¨®n de nuestro trabajo como relaciones p¨²blicas. Igual que yo me gano el dinero representando una firma, ellos son conscientes de ello y se lo toman como tal. El mal influencer (y los hay) trabaja como si pareciera que t¨² le debieras algo, y tratan el producto con desd¨¦n a veces, incluso si les est¨¢n pagando?. No obstante, considera que el bullying ?es casi siempre fruto de la envidia. Son personas expuestas cuyo trabajo consiste en ense?ar la cara bonita de la vida y eso sienta mal a muchos?, aunque apunta: ?eso s¨ª, echo de menos que se posicionen. Muy pocos lo hacen. Y ya que les sigue tanta gente, deber¨ªan dar ejemplo con algo?.
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