Por qu¨¦ ¡®Reality Bites¡¯ no gust¨® en su d¨ªa, pero fascina 30 a?os despu¨¦s
A punto de cumplir 30 a?os y de adaptarse a serie de televisi¨®n, parece que ¡®Reality Bites¡¯ sigue gustando a las nuevas generaciones. Pero aquel retrato de los j¨®venes de los noventa no gust¨® a sus contempor¨¢neos sino a los mileniales, que consumieron su problem¨¢tica idealiz¨¢ndola desde la nostalgia.
Hace unos d¨ªas,?un art¨ªculo en The New York Times se preguntaba por qu¨¦ todo el mundo estaba volviendo a ver Girls, una serie que hace una d¨¦cada gener¨® tantos amores como odios por su condici¨®n de retrato de la generaci¨®n milenial. La conclusi¨®n era que una d¨¦cada despu¨¦s, aquella generaci¨®n que presuntamente retrataba, y que ahora est¨¢ a punto de cumplir cuarenta, entend¨ªa mucho mejor lo que 10 a?os atr¨¢s calific¨® de ?narcisista, irreal y privilegiado?. ?He vuelto a ver Girls y no soy ni Hannah ni Jessa ni Marnie. Soy Ray?, comentaba un usuario de Twitter, refiri¨¦ndose al personaje que decide trabajar en una cafeter¨ªa a los 33 y que fue criticado por no tener ning¨²n tipo de ambici¨®n.
Hace casi 10 a?os, y al hilo del vig¨¦simo aniversario del estreno de Reality Bites, justo cuando Girls estrenaba su segunda temporada, en la edici¨®n estadounidense de Vanity Fair cuestionaban por qu¨¦ la ¨®pera prima de Ben Stiller hab¨ªa alcanzado el estatus de pel¨ªcula de culto y la serie de Lena Dunham era, sin embargo, fuente de controversia. ?Tanto hab¨ªan cambiado las expectativas y los deseos de las dos generaciones? ?Son los mismos problemas de mujer blanca?, conclu¨ªa el art¨ªculo, ??C¨®mo ser¨ªa este romance noventero en la era internet? ?Tendr¨ªa Stiller (hijo de actores) que enfrentarse a las mismas acusaciones de nepotismo que Dunham? ?Ser¨ªa Lelaina tan controvertida como Hanna? Probablemente?. Recordemos que el personaje de Winona Ryder rechaza la retransmisi¨®n de su documental ¡®generacional¡¯ por no estar de acuerdo con la edici¨®n mientras Hannah pone el grito en el cielo cuando se da cuenta de que no puede desarrollar su voz literaria en su trabajo en GQ.
La cuesti¨®n, como en casi todo, tiene que ver con la nostalgia por aquello que no se vivi¨®, la misma que hace que los posadolescentes de ahora vistan seg¨²n las tendencias (reformuladas) del a?o 2000 o que los hipsters?de hace 15 a?os empezaran a comprar casettes. La peligrosa idealizaci¨®n del pasado. Reality Bites cost¨® 11 millones y recaud¨® unos escasos 40 en los cines, lleg¨® como mucho al quinto puesto en taquilla (otra cosa fue su banda sonora, que rescat¨® a The Knack del olvido y le propici¨® una carrera en la m¨²sica a Lisa Loeb en una ¨¦poca en que la MTV era todopoderosa).
Por supuesto, y como ocurri¨® con Girls en su estreno, las cr¨ªticas no fueron demasiado halag¨¹e?as. ?Un batiburrillo de clich¨¦s y convenciones. Intencionadamente comercial y ligeramente entretenida?, dijeron de ella en The New York Times. Eran los principios de 1994 y el grunge ya se hab¨ªa convertido en una especie de objeto de consumo global, como ocurre habitualmente con la mayor¨ªa de las subculturas. En una mesa redonda celebrada en Sundance con motivo del 25 aniversario de la cinta, Ben Stiller confesaba que ?el t¨¦rmino Generaci¨®n X a¨²n no era conocido?, pero ¨¦l quiso encapsular esos supuestos problemas de los nacidos a mediados de los setenta en 90 minutos repletos de cinismo comercial: nihilismo ante el futuro, cr¨ªticas al capitalismo y al sue?o americano cuajadas de product placement de Gap, Coca Cola y 7 Eleven, preparaci¨®n intelectual y poca educaci¨®n emocional, el dilema entre la estabilidad financiera y la libertad creativa¡.condensados en la historia de un tri¨¢ngulo amoroso entre una protagonista tan inteligente como c¨ªnica con altas aspiraciones truncadas (que desprecia a su amiga cuando la ascienden a jefa de planta en una tienda de ropa), un ejecutivo de televisi¨®n pragm¨¢tico deseoso por colmarla de atenciones y un aspirante a fil¨®sofo callejero nihilista que finge criticarla porque es incapaz de mostrar sus emociones. Por supuesto, gana el ¨²ltimo.
Vista as¨ª, Reality Bites tiene todo lo que odiamos, y probablemente por eso los miembros de la Generaci¨®n X no se sintieron identificados con sus coet¨¢neos, como los hoy treinta?eros no lo hicieron con Hannah Horvath. Pero fueron los mileniales los que la convirtieron en cinta de culto: ellos tuvieron y tienen los mismos problemas de futuro (si no m¨¢s) pero ya los ten¨ªan tan interiorizados que, en lugar de problemas, eran rutinas cotidianas. Por eso les fue m¨¢s f¨¢cil idealizar la pel¨ªcula. Si Winona cobraba unos ?m¨ªseros 400 d¨®lares a la semana? ellos fueron becarios sin salario. Si en la cinta ?costaba a?os? tener una casa y un coche, para ellos es directamente imposible. La perspectiva temporal hizo que se idealizara una problem¨¢tica que ya era la ra¨ªz misma de la estructura social, la misma din¨¢mica por la que se idealiz¨® hasta el mism¨ªsimo corte de pelo de la protagonista o esa ropa fingidamente despreocupada que volvi¨® a ponerse de moda, la misma por la que se idealiz¨® la relaci¨®n t¨®xica entre Ryder y Hawke. La historia de Reality Bites es realmente la de su guionista, Helen Childress. No era habitual, por entonces, que una mujer estuviera detr¨¢s de historias comerciales con mucho presupuesto, pero Childress escribi¨® sus propias vivencias y las de su entorno a los 20 a?os y consigui¨® rodarlas a los 23. En esos tres a?os, Ben Stiller puli¨® su realidad para que fuera ¡®consumible¡¯, menos cruda, m¨¢s ¡®rom¨¢ntica¡¯ y estereotipada. Childress no volvi¨® a escribir guiones, y para producciones menores, hasta 2019.
El pasado a?o se anunci¨® que Stiller est¨¢ trabajando en una adaptaci¨®n de Reality Bites a serie de televisi¨®n. La noticia llegaba semanas despu¨¦s de que Hulu decidiera cancelar la versi¨®n adaptada de Alta Fidelidad, con Zoe Kravitz de protagonista por baja audiencia. Pocas cosas tan complicadas como querer cambiar el contexto de historias que funcionaron como retratos generacionales. Los j¨®venes de hoy prefieren ver, con esa nostalgia de lo no vivido, a los j¨®venes de hace 30 a?os que a los que son j¨®venes ahora. Por eso todo el mundo est¨¢ volviendo a ver Girls?para asimilarla con perspectiva y por eso Reality Bites sigue fascin¨¢ndonos tres d¨¦cadas despu¨¦s de su estreno.
Hace unos meses, un reportaje de Salon volv¨ªa sobre la pel¨ªcula, afirmando que aquellos j¨®venes nihilistas incapaces de disfrutar de sus privilegios eran hoy adultos conformistas votantes del Partido Republicano: ?Michael (el personaje aparentemente apacible que sufre por no poder confesar su homosexualidad) era el verdadero personaje de aquella generaci¨®n. Troy (Ethan Hawke) era un elitista ap¨¢tico, el tipo de t¨ªo que est¨¢ convencido de que sabe realmente lo que el mundo necesita y que su entorno ignora, el tipo de gente que, con la edad, se acerca al discurso de los republicanos, incluso de Donald Trump?.
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