?Por qu¨¦ todas las firmas quieren vestir a Carrie? El papel de los dise?adores de vestuario en las tendencias
No hace tanto, las firmas m¨¢s emblem¨¢ticas lo apostaban todo a las temporadas de alfombras rojas. Hoy, su imagen de marca se pone en valor gracias a las ficciones de nuestros personajes favoritos.
Durante d¨¦cadas, los dise?adores hac¨ªan el agosto durante las temporadas de premios. Las estrellas m¨¢s fulgurantes del momento luc¨ªan ¡ªcontrato mediante¡ª estilismos de los que despu¨¦s hablar¨ªan las principales revistas de moda de todo el mundo. En la actualidad, todav¨ªa quedan resquicios de aquella estrategia de publicidad basada en el componente aspiracional, pero la t¨¦cnica se ha sofisticado. Primero, fueron las influencers las que usaron su imagen para vendernos todo aquello que ellas amaban y ahora son los productos audiovisuales m¨¢s atractivos para las masas los que han seguido su estela.
Pero este fen¨®meno no es nuevo. ?Qui¨¦n no ha suspirado por el vestido que llevaba Diane en Trainspotting? Y lo mismo podr¨ªamos decir del total look de Courr¨¨ges que Sharon Stone llevaba en Casino.?La diferencia con la actualidad es que, a mediados de los 90, nadie sab¨ªa d¨®nde encontrar aquel slip dress de paillettes rosa palo. Y aunque el conjunto de la firma francesa era m¨¢s f¨¢cil de rastrear, resultaba a todas luces inasequible.
Lo que s¨ª anticip¨® el dise?o de vestuario de Ginger, el personaje que interpreta Sharon Stone, y que fue obra de Rita Ryack y John A. Dunn, es que sirvi¨® como una herramienta de publicidad para atraer a las salas a aquellas personas m¨¢s interesadas en la moda que en los conflictos entre matones. El armario de Ginger, plagado de estampados psicod¨¦licos, joyas y pieles estaba valorado en un mill¨®n de euros, aunque Stone solo se quedar¨ªa con un bat¨ªn estampado de Pucci como ¨²nico bot¨ªn.
Una herramienta sofisticada
Desde la grabaci¨®n de la pel¨ªcula, han pasado casi tres d¨¦cadas. En la actualidad, cualquier deseo subyacente, primario o incluso caprichoso puede y debe ser satisfecho. En eso consiste el marketing, adem¨¢s de crear necesidades que no sab¨ªamos que ten¨ªamos. Por eso, cuando el dise?ador de vestuario de una serie repleta de celebridades admiradas por adolescentes y no tan adolescentes crea un estilismo, conoce la importancia de su decisi¨®n. Uno de los ejemplos m¨¢s evidentes es el de Emily in Paris. Desde sus inicios (el pasado diciembre, se estren¨® la segunda temporada de la serie), los estilismos de Emily han tenido casi tanta importancia como la trama.
De hecho, las ventas de sombreros se incrementaron un 48% en 2020 (fecha de su estreno) con respecto al mismo periodo un a?o antes. Y la culpa la tuvo el lanzamiento de la serie de Netflix. ¡°Nuestros clientes se est¨¢n decantando por los modelos realizados en fieltro, sobre todo?bucket hats?y boinas¡±, aseguraron desde Asos.?Pero este no fue el ¨²nico objeto de deseo que las series m¨¢s exitosas de los ¨²ltimos a?os colocaron en el disparadero: los abrigos de Nicole Kidman en The Undoing hicieron furor y generaron un intenso debate en las redes sociales, las chaquetas calentitas de andar por casa (o por la campi?a inglesa) de regusto ochentero volvieron a nuestros armarios gracias a Emma Corrin y a su genial interpretaci¨®n como Diana de Gales en The Crown, y las sombras de ojos azules fueron rescatadas despu¨¦s de d¨¦cadas condenadas al ostracismo gracias a Euphoria.?
El fen¨®meno fan cotiza al alza
A?os antes de que Netflix pusiese a la venta algunas de las piezas m¨¢s representativas de Emily in Paris?se creaban blogs y p¨¢ginas de Instagram que fans de todo el mundo ayudaban a elaborar. Una de las primeras en hacerlo fue Shanae Brown, que en 2016 abri¨® la cuenta?@whatfranwore?y desde entonces se ha dedicado a documentar los estilismos de la ni?era m¨¢s estilosa y exc¨¦ntrica de la peque?a pantalla. La instagrammer descubri¨® la procedencia de cientos de prendas gracias a Google y a rastrear fotos de anuncios y de supermodelos de los 90.
En esta afici¨®n (ahora, trabajo) hay una buena parte de reto, pero tambi¨¦n de diversi¨®n. Una diversi¨®n comunitaria. Las millones de personas que siguen estas cuentas tambi¨¦n contribuyen a descifrar las procedencias de los estilismos m¨¢s dif¨ªciles de rastrear. En esta nueva etapa, en donde el marketing se vuelve m¨¢s sutil y se sofistica, la importancia de la investigaci¨®n as¨ª como el valor al alza de las piezas de segunda mano, que los directores de vestuario encuentran en tiendas vintage, resultan fundamentales.
De alguna manera, que buena parte del vestuario no est¨¦ disponible contribuye a que pensemos que en realidad no todo es una cuesti¨®n material. En ocasiones, las cuentas nos redirigen directamente a la web en donde podremos comprar esos zapatos de tac¨®n de Aquazzura que Carrie Bradshaw lleva en el cuarto cap¨ªtulo de And Just Like That¡ y que pueden ser tuyos por 995 euros, pero en otras ocasiones, las piezas escogidas est¨¢n agotadas o bien forman parte de colecciones pasadas.
A¨²n as¨ª, el fen¨®meno vintage, que consiste en comprar moda de archivo y que ya ha llegado a las alfombras rojas, ?funciona como una nueva estrategia de marca que contribuye a poner de nuevo en la palestra a dise?adores retirados (cuyo legado despu¨¦s ser¨¢ interpretado para hacer caja) o piezas de d¨¦cadas pasadas como los bolsos de Vivienne Westwood, cuyas b¨²squedas crecieron en la plataforma Poshmark un 310% el pasado octubre.?
Los dise?adores de vestuario saben que sus estilismos ser¨¢n fundamentales para crear un fen¨®meno fan alrededor de la ficci¨®n, que buscar¨¢ no pasar desapercibida entre todas las dem¨¢s opciones disponibles. De esta manera, los seguidores de la series se encontrar¨¢n con lo que esperan: looks que amar u odiar. Una euforia que comenz¨® a desatarse desde el momento en el que salieron a la luz las primeras fotos?del rodaje de And Just Like That¡. Tal es el fen¨®meno que HBO cre¨® una cuenta oficial ?para comentar los aciertos de Carrie y compa?¨ªa. O lo que es lo mismo, de la estilista Molly Rogers (que ya ejerc¨ªa como asistente de Patricia Field en Sexo en Nueva York) y de Danny Santiago.
Sorprendentemente, no es la cuenta oficial de la serie, sino esta otra?que cre¨® la ucraniana Victoria Bazalinchuk (y que ya tiene m¨¢s de 137.000 seguidores) la que identifica la procedencia de las piezas m¨¢s dif¨ªciles. Incluso las que no tienen etiqueta se convierten en un motivo de debate, como ocurri¨® con el vestido boho que se asoci¨® a la tienda de moda pronta Forever 21 despu¨¦s de que esta realizase una r¨¦plica, pero que en realidad Danny Santiago hab¨ªa comprado?cinco a?os atr¨¢s por 5 o 6 d¨®lares en una tienda de segunda mano. La historia, con final feliz, devolvi¨® la autor¨ªa de la prenda a su verdadera responsable, la firma asi¨¢tica, Raga.
En ocasiones, las elecciones de vestuario son espont¨¢neas (como acabamos de ver), pero en otras, est¨¢n absolutamente premeditadas. Hablamos por ejemplo de la incorporaci¨®n de piezas reconocibles como el Baguette de Fendi que Carrie llevaba en la tercera temporada Sexo en Nueva York y que ha vuelto a usar en el reboot de la serie, aprovechando que el modelo se ha convertido en objeto de deseo entre los millennials. Como consecuencia, la plataforma Lyst apunt¨® que las b¨²squedas de este bolso hab¨ªan incrementado un 45% durante el mes despu¨¦s al estreno del cap¨ªtulo. ?
A este respecto, Bazalinchuck se?ala que debe de existir alg¨²n acuerdo entre la serie y Fendi. ¡°Aparecen distintos bolsos de la firma italiana en cada episodio y en uno en concreto un personaje lleva un estilismo completo de Fendi. As¨ª que asumo que hay alg¨²n acuerdo entre ambos¡±, nos cuenta. Pero no es esta la ¨²nica firma que viste a Carrie, Samantha o Charlotte; otras como Chanel o Valentino, YSL o Aquazzura aparecen de manera recurrente.
Una elecci¨®n de vestuario que genera millones de comentarios en las redes sociales y en la vida real. Y que resulta tan apremiante que no han sido solo los fans de la serie los que han participado del debate alrededor de los estilismos de las tres amigas de Manhattan. El pasado diciembre, en la cuenta de Instagram de Vogue Francia, escrib¨ªan: ¡°Esto es lo que Carrie Bradshaw deber¨ªa haber llevado en ?And Just Like That?, en nuestra opini¨®n, desde Gucci a Prada, de la mano de nuevos talentos como Di Petsa y Kenneth Ize. Desliza a la izquierda y pulsa en el link de la bio para descubrir nuestra selecci¨®n de estilismos seleccionado para nuestra periodista favorita, que hemos escogido de las colecciones de Primavera/Verano 2022. ?Queremos conocer vuestras opiniones! Dejad vuestros comentarios debajo¡±. Las opiniones, de todo tipo, no se hicieron esperar.
Los dise?adores de vestuario se convierten en estrellas?
Aprovechando su popularidad en Instagram, Victoria Bazalinchuk ha lanzado un servicio de pago v¨ªa Patreon en donde la estilista ofrece la posibilidad de crear estilismos personalizados e inspirados en las dos series en las que es experta.?Del mismo modo, otras responsables de estas cuentas reciben un porcentaje por parte de las marcas que publicitan?y, al mismo tiempo, los dise?adores de vestuario de And Just Like That¡ realizan colaboraciones con webs como ThredUp? e incluso se atreven con las ventas directas.
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