C¨®mo Miuccia Prada revolucion¨® la alta costura al introducir el nailon (que est¨¢ de vuelta)
La apuesta de la italiana convenci¨® y ahora este tejido se puede ver en las prendas de diferentes marcas y lo lucen todas las celebridades.
A Miuccia Prada le priva el nailon. Tanto que en la web de su casa tiene una ¡®capilla¡¯ dedicada a este material. En la puerta de entrada est¨¢ grabada la siguiente declaraci¨®n de amor: ?De repente, el nailon empez¨® a parecerme m¨¢s intrigante que las telas de alta costura. Decid¨ª introducirlo en la pasarela y desafi¨®, incluso cambi¨®, la idea tradicional y conservadora del lujo. Todav¨ªa estoy obsesionada con eso?.
La evoluci¨®n est¨¦tica de Prada no se entiende sin el nailon. Esta fibra es el principio fundamental de su lenguaje de dise?o. Preocupada por mezclar la forma artesanal y la industrial de hacer las cosas ha llegado a producir un corto (o fashion film) futurista, Prada Nylon Farm, donde este tejido se concibe como lana reci¨¦n esquilada. La pasi¨®n de Miu Miu ¨Ccomo la conocen al calor del hogar- por este material se remonta a sus or¨ªgenes en el negocio.
La dise?adora, que hab¨ªa estudiado Ciencias Pol¨ªticas, compaginaba su trabajo como mimo en el Piccolo Teatro de Mil¨¢n con el activismo pol¨ªtico (se acababa de afiliar al Partido Comunista) cuando hered¨® en 1978 la empresa familiar. No era moco de pavo. Fratelli Prada la hab¨ªa fundado su abuelo Mario en 1913 y se dedicaba a vender bolsos, ba¨²les y accesorios de viaje confeccionados en piel a la pomada milanesa en los bajos de la famosa Galleria Vittorio Emanuele II. Las vueltas que da la vida: ahora la insignia tiene una sucursal en el desierto de Marfa -dise?ada por Elmgreen & Dragset- que no ha abierto ni una sola jornada al p¨²blico. No por falta de clientela, son muchos los curiosos que se acercan hasta all¨ª, sino porque es una construcci¨®n que denuncia las contradicciones de la sociedad de consumo. Ni la ubicaci¨®n ni el fin le habr¨ªan gustado al difunto patriarca.
Una vez que Miuccia tom¨® las riendas, ?qu¨¦ es lo primero que se le ocurri¨® producir bajo el paraguas de esta firma de marroquiner¨ªa que hab¨ªa sido distinguida? con el sello de ¡®Proveedor oficial de la (extinta) Casa Real italiana¡¯? Una mochila de nailon. La bautiz¨® como Vela y estaba disponible en marr¨®n y negro. Era una forma de re¨ªrse de su familia (al abuelito le hac¨ªa maldita la gracia que su imperio acabase en las manos de su hija y nieta), del mundo del lujo (poco acogedor para una feminista de izquierdas) y de sus compa?eros contrarios al materialismo que le acusaban de pobre ni?a rica por acudir a las manifestaciones con el pu?o en alto vestida de Saint Laurent Rive Gauche. Los primeros a?os cost¨® venderlas.
Sin embargo, no hay mal que 100 a?os dure y seg¨²n fue avanzando la d¨¦cada de los 80 esta mochila nailon Pocone, con una peque?a chapa triangular logada en el frontal, se convirti¨® en el s¨ªmbolo del lujo minimalista que empezaban a demandar las ir¨®nicas clases pudientes. Jaque mate a la sobreexposici¨®n logada que hab¨ªa partido hasta entonces el bacalao.
En la casa sal¨ªan las cuentas y en 1988 Miuccia debut¨® sobre la pasarela con una colecci¨®n Oto?o/Invierno que supuso el primer paso para convertir a Prada en la marca global que es hoy. En los primeros desfiles la dise?adora sent¨® las bases de las m¨¢s de 100 colecciones ¨Cninguna similar a la anterior- que vendr¨ªan despu¨¦s. Estos principios se pueden resumir en tres: predilecci¨®n por las mezclas a priori imposibles (ha presentado chaquetas militares combinadas con faldas de legionarios romanos), reivindicaci¨®n de que la moda no tiene por qu¨¦ ser bella (pero s¨ª pol¨ªtica) y pasi¨®n por el nailon.
La idea de utilizar el nailon ligero e impermeable con el que se confeccionaban las tiendas de campa?a de los militares ha resultado un indiscutible acierto y se ha convertido en el s¨ªmbolo del enfoque subversivo del refinamiento de Miuccia. Esta fibra sint¨¦tica define bien a la italiana: es funcional, resistente y brillante.
En 2005 Prada lanz¨® un minibolso de nailon decorado con un ribete y correa en piel de Saffiano y logotipo triangular en metal esmaltado en el frontal. Se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas y en todo un fen¨®meno popular (lo que algunos se empe?an en llamar it-bag). Una perita en dulce ¨Cporque no es ni grande ni peque?o, ni informal ni ostentoso- a la que hinc¨® el diente hasta la brillante Paris Hilton, en las ant¨ªpodas de lo que Prada representa. Hoy vuelve a estar a la venta con una peque?a etiqueta extra¨ªble con la leyenda ¡®Prada Re-edition 2005¡¯; un cachivache que sirve para poner en alerta a las miradas menos entrenadas de que no es el de entonces, sino el de hoy. Hecha la ley, hecha la trampa: el nuevo-viejo modelo permite deshacerse de esta etiqueta sin da?ar el bolso. Las modelos Kendall Jenner, Kaia Gerber y Bella Hadid han cortado por lo sano.
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