Sophie Koella: la modelo que consigui¨® el hito de que las prendas se adaptaran a su cuerpo (y no al rev¨¦s)
Le dijeron que con su cuerpo solo conseguir¨ªa desfilar para Victoria¡¯s Secret, pero pele¨® y debut¨® abriendo el show de Chlo¨¦. Hoy defiende con fervor el poder de la imagen de moda para definir identidades.
Detr¨¢s del debut sobre la pasarela en 2017 de Sophie Koella (Nueva Orleans, 23 a?os) se desencaden¨® una peque?a revoluci¨®n. Pese a sus can¨®nicas medidas, 81-64-89 cent¨ªmetros seg¨²n el vadem¨¦cum Models.com, su pecho no encajaba en las prendas de muestrario. A todo se le colgaba una etiqueta y ella llevaba casi un lustro trabajando como modelo comercial en California. Cuando quiso desfilar escuch¨® que su cuerpo, demasiado sensual para las firmas de la industria, solo estaba hecho para compa?¨ªas como la lencera Victoria¡¯s Secret: ?En ese momento de mi carrera luchaba por penetrar en la burbuja de la alta moda?, cuenta con aplomo la modelo desde el otro lado de la pantalla. ?Hasta entonces solo hab¨ªa o¨ªdo ¡®no, no y no, no vas a conseguirlo¡¯, pero de repente me encontr¨¦ con un equipo de mujeres que cre¨ªa en m¨ª?.
Aquella pandilla estaba liderada por la entonces directora creativa de Chlo¨¦, Natacha Ramsay-Levi, que le otorg¨® el privilegio de abrir su primer desfile para la casa francesa, adaptando sus dise?os a su cuerpo. Esos arreglos, de apenas unos cent¨ªmetros, supusieron un terremoto en el sector, elitista y est¨¢tico, acostumbrado hasta entonces a que fueran las chicas las que se transformaran para encajar. As¨ª daba cuenta de ello entonces la cr¨ªtica de The New York Times, Vanessa Friedman: ?En vez de cambiar a la mujer, la se?ora Ramsay-Levi decidi¨® cambiar el est¨¢ndar y rehacer el vestido para ajustarse a las medidas de la modelo. Espera, ?cu¨¦ntame eso otra vez??, escrib¨ªa con iron¨ªa.
Desde entonces Koella ha colaborado con firmas como Dior, Herm¨¨s o Proenza Schouler y ha sido testigo en sus carnes del viraje tect¨®nico de una industria por definici¨®n exclusiva, pero que se vio alcanzada por el balonazo en la cara de las redes sociales. ?Hace una d¨¦cada se empez¨® a hablar de las expectativas corporales poco saludables y de c¨®mo estas afectaban a las mujeres. Una de las cosas buenas de las redes es que los consumidores ya no dependen solo de las representaciones que les proponen, sino que ellos pueden plantear las suyas propias?. La industria sigue siendo aspiracional, al fin y al cabo hablamos de lujo, pero ese di¨¢logo con el p¨²blico la ha hecho m¨¢s consciente. ?Aunque sea necesario mantener la fantas¨ªa de la moda, hay que se?alar que ahora ya no se puede salir bien parado si se ignora la realidad de ah¨ª fuera?.
A la estadounidense se le notan las tablas y la edad (que en a?os de modelo cuenta por dos) cuando reflexiona sobre el panorama o cuando se?ala con el dedo nuevos vicios. ?Es importante que detr¨¢s de la diversidad haya una intenci¨®n, porque para las marcas es muy f¨¢cil caer en rellenar casillas. Aunque por otro lado lo que aparece en los medios o en Instagram afecta a los m¨¢s j¨®venes. Tienen acceso a unas im¨¢genes que no estaban ah¨ª cuando yo estaba creciendo?.
Sabe de lo que habla, ella empez¨® con 14 a?os y madur¨® mientras posaba para la c¨¢mara, copiando roles de g¨¦nero: ?Es todo un proceso comprender cu¨¢l es tu identidad o c¨®mo eres percibida en la sociedad como mujer. Yo empec¨¦ a trabajar antes de entenderme a m¨ª misma y antes de responder a esas preguntas, as¨ª que inmediatamente me puse a interpretar el papel de mujer hiperfemenina porque era lo que ve¨ªa?. Aunque por este flanco tambi¨¦n hay avances, defiende, ya que ?al igual que la moda ha hipersexualizado a las mujeres, tambi¨¦n va a la vanguardia a la hora de romper con las normas de g¨¦nero. Yo soy lesbiana y poder saltar esas barreras es muy poderoso. Porque las im¨¢genes son muy poderosas. Las cosas no son o blancas o negras y es alentador ver representadas todas esas ¨¢reas grises?. Como la que subi¨® a su Instagram el D¨ªa del Orgullo del a?o pasado, bes¨¢ndose con su pareja, la pinchadiscos Clara Deshayes: ?Toda persona queer tiene la capacidad de dar un paso al frente y escuchar mejor, dar m¨¢s apoyo y defender aquello en lo que cree?. Esos son sus principios.
Koella, de madre estadounidense y padre franc¨¦s, creci¨® en California sinti¨¦ndose la rarita del instituto y dedic¨¢ndole horas al ballet. Esa disciplina la ayud¨® a enfrentarse al rechazo, que sigue siendo un problema para la salud mental de las maniqu¨ªes: ?Es raro, la belleza es subjetiva y est¨¢ bien que alguien te encuentre bella y alguien no, es parte de la esencia humana. Pero como modelo es un desaf¨ªo enfrentarte constantemente a eso y tratar de no tom¨¢rtelo como algo personal, cuando se siente como tal. Hace falta fuerza mental, amor propio y valent¨ªa?. Tampoco sobra el car¨¢cter: ?Los directores de casting est¨¢n a la caza de la diferencia, pero la personalidad importa m¨¢s que nunca?.?Afortunadamente a Sophie Koella eso le sobra: ?Ya no trato de encajar en un est¨¢ndar que otro haya visualizado para m¨ª. Me centro en ser yo misma y en estar a gusto con mi cuerpo?.
Modelo: Sophie Koella (Oui Management). Maquillaje: Fanny Maurer (Artlist Paris). Peluquer¨ªa: Quentin Guyen. Manicura: Eri Narita. Producci¨®n local: NM Productions. Asistente de fotograf¨ªa: Lucas Grisinelli. Asistente de estilismo: Nathanael Soussana.
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