Nadie hace Versace mejor que Versace
Repasamos los comienzos de la firma que escribi¨® una p¨¢gina de la historia de la moda de los 90.
"Nadie puede hacer Versace mejor que Versace". Con estas palabras titula el Facebook de la marca italiana un ¨¢lbum con estampados vintage de la casa. Estampados creados por Gianni Versace. Porque nadie hace Versace mejor que Versace. Cuando Gianni fue asesinado en 1997 la conmoci¨®n por la violenta p¨¦rdida y la solidez de su testamento evit¨® disputas dentro de la empresa. Donatella se encargar¨ªa del dise?o, mientras Santo se ocupaba de las finanzas. En el momento en que su pareja, Antonio Damico, Lady Di, Elton John, los Versace, Maurice B¨¦jart y otros amigos ilustres lloraban la p¨¦rdida del modisto italiano, los dise?os de Gianni se convert¨ªan en un tesoro. A partir de entonces el exceso, el sexo, el juego y el poder, se?as de identidad de la casa de la medusa, fueron dando paso bajo la batuta de Donatella a dise?os sexys y coloristas pero menos barrocos, menos revolucionarios, menos intensos.
Quiz¨¢s era el paso l¨®gico del cambio de era. Quiz¨¢s era el cambio de emperador. Con la distancia suficiente para mirar con romanticismo a los 90, Donatella ha decidido desempolvar los archivos de la casa Versace. Se los ha ofrecido generosamente a Lady Gaga, asegurando que a su hermano le habr¨ªa encantado vestirla. Lo ofrece al p¨²blico Versace con la ?reedici¨®n de una tirada de las famosas camisas de seda estampadas de Gianni. Con el estampado original, claro. Nos los ofrece a todos en versi¨®n low cost con su colecci¨®n para H&M, que es puro Gianni (pasado por el tamiz de Donatella y del gigante sueco). Ella misma ha confesado que su intenci¨®n es ense?ar a la gente joven cu¨¢l fue la aportaci¨®n de Versace a la moda, qu¨¦ provoc¨® que las mujeres se volvieran locas en los 90 por los dise?os de su hermano.
Kylie Minogue con Gianni Versace en 1992.
Cordon Press
Gianni Versace fund¨® su casa de modas en 1978. Siempre provocador, algo insolente y divertido, alcanz¨® el ¨¦xito en los 90. Era el perfecto comercial, su ropa se vend¨ªa en una horquilla de precios que la hac¨ªa asequible para bolsillos aspiracionales (probablemente fue Versace quien invent¨® este concepto con Versace Jeans) y alcanzaba precios desorbitados para quienes visten marcas del sector lujo. Diversific¨® su negocio produciendo vajillas, ropa de cama y otros productos siempre con su sello. Comprendi¨® pronto que la imagen era esencial para posicionar su marca.
Eran los 90. Versace fagocita toda la energ¨ªa ochentera de color, marginalidad, sexo y libertad. A?ade a esa imagen la del lujo italiano ostentoso. Logra en sus colecciones sacar el lumpen de los bajos fondos y hacerlo deseable para una se?ora de bien. Versace cre¨® una mujer poderosa que mandaba un mensaje sexual evidente. Y no, no era una mujer florero. No era una mujer objeto. Al contrario. La mujer de Gianni Versace no quer¨ªa complacer a un hombre, quer¨ªa pasarlo bien y autorizaba al resto del mundo a darse por enterado. Ella dominaba la escena. =http:>
Naomi Campbell, Gianni Versace y Christy Turlington en 1994.
Cordon Press
La ostentaci¨®n de la sexualidad de los dise?os de Versace necesitaba de un veh¨ªculo eficaz. La estrategia del dise?ador fue obvia, y perfecta: pagar fortunas a las supermodelos (aquellas top models) para que desfilaran para ¨¦l o protagonizaran sus campa?as. Muchos habr¨ªan matado por estar en el lugar de Gianni Versace en momentos como este, donde Stephanie Seymour, Karen Mulder, Helena Christensen, Linda Evangelista, Cindy Crawford y Claudia Schiffer rodean al dise?ador. Las propias modelos se derret¨ªan por trabajar con ¨¦l. El cuarteto Evangelista, Turlington, Crawford, Campbell cierra en este v¨ªdeo un desfile de Versace. ?l consigui¨® vestir de cuero dominatrix busco a Jacq's a los cuerpos m¨¢s deseados de los 90 (sumad a la lista anterior los nombres de Tatjana Patitz, Nadja Auermann, Carla Bruni, Kate Moss¡).
Liz Hurley, en el estreno de ?Cuatro bodas y un funeral? en 1990.
GTresonline
Una buena imagen sin contenido no es nada. La ropa de Versace era escandalosa. Elev¨® la ropa callejera a la pasarela. Cuero, tachuelas, cors¨¦s y tirantes conformaban un look sado suavizado. Y los imperdibles. Oh, ?benditos imperdibles! Liz Hurley, en el estreno de 'Cuatro bodas y un funeral', apareci¨® con el famoso vestido de los imperdibles al lado de un soso Hugh Grant al que dudo que nadie mirara. Y ese vestido fue la constataci¨®n de que se puede ir vestida sin que se note. Nada m¨¢s de la calle que una minifalda con un jersey de punto corto. Nada m¨¢s de campa?a de moda que las tops que dominaban el mundo vestidas con minifalda brillante y mini jersey de lana jugando con la inocencia y la sensualidad. ?Vestidos de pl¨¢stico? Nunca para algo serio. ?Vestidos de pl¨¢stico de Versace? En todas las ocasiones.
Y luego est¨¢n los estampados que luc¨ªan como nadie Linda Evangelista y Cindy Crawford. El estampado Miami, lleno de palmeras, conchas y corales. El estampado de la medusa. Los de grecas romanas. Los de frescos barrocos. Llenos de colores todos. Combinados hasta que dieran dolor de cabeza. Pero eran otros tiempos y aquello que ya hac¨ªan en los ochenta marcas de a pie como Le Garage, se convert¨ªa de pronto en un s¨ªmbolo de estatus. Era como mezclar Dallas y Dinast¨ªa con Robert Mapplethorpe. =http:>
Versace fue una especie de Warhol de la moda. Comercial, fascinado con los bajos fondos y con las referencias populares, pero riqu¨ªsimo y due?o de un imperio. Se code¨® con personajes de todo tipo. Lady Di fue una de sus buenas amigas y clientas. El traje blanco de la portada de Vanity Fair fotografiada por Mario Testino semanas antes de su muerte es solo uno de sus hits. El morado largo con collar de vueltas, el azul de un solo hombro¡ Versace igual vest¨ªa a Lady Di que a Courtney Love, Liz Hurley, Liz Taylor o Maradona. Todos dispares y todos con algo en com¨²n, porque para lucir con garbo un Versace hab¨ªa que tener personalidad. Ahora que Versace est¨¢ al alcance de cualquiera ya hay quien ve en el lanzamiento de la l¨ªnea con H&M un paso m¨¢s en desempolvar los or¨ªgenes de la firma, que incluye la salida del armario de los archivos de Versace para Lady Gaga y la reedici¨®n limitada de las camisas de los noventa. ?Una maniobra estrictamente comercial? Puro Gianni. Porque nadie hace Versace mejor que Versace.=http:>
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