Los crust¨¢ceos m¨¢s bellos del mundo, de Alexander McQueen
Despu¨¦s de las sirenas de Chanel, la colecci¨®n de Sarah Burton toma forma de molusco.

Solaparse con Karl Lagerfeld el d¨ªa que monta un bel¨¦n subacu¨¢tico en el Grand Palais de Par¨ªs es un envite del destino que no se lleva la corriente. Desnuda de parafernalia prototipada en porexpan, la puesta en escena de Sarah Burton para Alexander McQueen estuvo ayer mucho m¨¢s cerca de la orilla que la del k¨¢iser. Todo lo contrario que sus dise?os.?
Su cara de la moneda respecto al fondo marino juega con los atuendos an¨¦mona, los trajes caparaz¨®n y unas criaturas que parecen habitar un medio oce¨¢nico de ciencia ficci¨®n. Las mujeres McQueen no est¨¢n recubiertas de escamas sino protegidas por unas pel¨ªculas viscosas a medio camino entre el gorro de ba?o y la escafandra, pero de delicado encaje; en ocasiones son cefal¨®podos, en otras pez tigre e incluso imperiales carpas. Nada que ver con la imagen terrenal de Catalina Middleton el d¨ªa de su boda.?

Vestido cuyo movimiento parece agitado por las corrientes marinas.
Imaxtree
Algunas de las propuestas de Burton toman forma de molusco y los faldones de sus aconchados vestidos -hacen aguas simulando el carey- se agitan a golpe de resaca. Tonos ocre, plata, coral, ¨¢mbar, blanco, negro y malva configuran la escalera de color en un desfile cuyo banco de espec¨ªmenes nada de forma cien por cien sincronizada. Eso s¨ª, las olas en estos mares siguen rompiendo una y otra vez en la misma costa, la de Alexander McQueen dise?ador y marca. Misma silueta, mismos patrones, misma largada, mismos escotes: de aquellos barros, estos lodos.

L¨¢minas irisadas a modo de escamas en uno de los vestidos m¨¢s literales de esta colecci¨®n .
Imaxtree
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.