Por qu¨¦ no es tan raro que la Alta Costura vaya en zapatillas
Chanel y Dior combinan sus majestuosas creaciones con deportivas y calzado plano, ?osad¨ªa est¨¦tica o gui?o al presente?
En el cierre de los desfiles de 2010, la cr¨ªtica de moda Cathy Horyn prefiri¨® no analizar de forma pormenorizada cada presentaci¨®n y, en su lugar, lanz¨® una conclusi¨®n global: ¡°La Alta Costura, o lo que queda de ella, es un fr¨¢gil ecosistema ajeno a los gustos y h¨¢bitos modernos, poblado por creadores anclados en el pasado¡±, escrib¨ªa entonces en el New York Times. Consideraba que la majestuosidad de los vestidos primaba sobre la funcionalidad, y que esos dise?os cercanos a la obra de arte la alejaban de los tiempos actuales. ¡°La mayor¨ªa de las mujeres no presta atenci¨®n a la Costura, y no es por el dinero ¨Cla ropa hecha a medida siempre ha sido extremadamente cara¨C sino porque las firmas no le dan al p¨²blico un motivo real para seguirlas de cerca¡±, continuaba.
En aquel momento se hablaba por en¨¦sima vez de la decadencia de un ¨¢mbito ligado hist¨®ricamente a la moda con may¨²sculas. Muchos apostaban por su supresi¨®n en un mundo que ya no necesitaba esas demostraciones art¨ªsticas. Otros se resist¨ªan a su muerte y apostaban por una renovaci¨®n de sus rasgos definitorios. Cuatro a?os despu¨¦s, la Alta Costura vive un momento de recuperaci¨®n (raz¨®n por la que Armani se embarc¨® recientemente en el negocio o Versace ha decidido volver a realizarla), pero donde antes ve¨ªamos complej¨ªsimas faldas y zapatos impracticables, hoy vemos zapatos deportivos en Dior y zapatillas de correr en Chanel. La renovaci¨®n del sector m¨¢s conservador de la industria no se ha dado paulatinamente, sino de la forma m¨¢s brusca posible. Y, probablemente, sus compradores potenciales lo agradezcan.
¡°Creo que es la hora de hacer una costura libre¡±, declaraba Raf Simons al cierre de su anterior desfile. El nombramiento del modisto belga como director creativo de Dior result¨® desconcertante. La genialidad y el derroche est¨¦tico de John Galliano poco ten¨ªan que ver, en principio, con el dise?o racional y minimalista de Simons. Sin embargo, sus primeras colecciones lograron hacer coincidir a la cr¨ªtica y a la mayor parte del p¨²blico. Logr¨® equilibrar la herencia de la casa francesa con su propia identidad creativa, dise?¨® una Costura carente de artificios y la clientela le dio la raz¨®n: bajo su batuta, las ventas de Dior Couture han crecido un 24%. Era cuesti¨®n de tiempo que, tras el respaldo de compradores y expertos, se atreviera a calzar de plano a unas modelos acostumbradas a desfilar con tacones y piezas imponibles.
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Las propuestas de Alta Costura de Dior tambi¨¦n se presentaron con calzado deportivo.
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Tim Blanks aplaude la haza?a desde Style.com: ¡°Ha pintado a una mujer que se va de la alfombra roja, se guarda los zapatos en el bolso y pasa el resto de la noche en un club¡±, afirma. Y LVMH, el grupo al que pertenece Dior, se reafirma en su apuesta.
Muchos consideran que la Alta Costura debe ser el territorio en el que los creadores dan rienda suelta a sus excentricidades y sus delirios est¨¦ticos, pero lo cierto es que las estrictas prerrogativas que la Chambre Syndicale francesa impone para ser admitido en el selecto grupo de los couturiers poco tienen que ver con el estilo y mucho con los procesos: se les pide que realicen piezas exclusivas, manufacturadas artesanalmente con materiales exquisitos y en un atelier que emplee al menos a quince personas a tiempo completo. Con estas normas, se puede crear cualquier cosa. Zapatillas con encaje y tweed incluidas.
Eso ha debido pensar Lagerfeld que, al frente de Chanel, ha presentado el pasado martes ri?oneras y deportivas de tenis junto a los m¨ªticos tailleurs de la casa francesa. Y aunque entre las perlas del creador alem¨¢n se encuentran frases como ¡°Te has comprado un ch¨¢ndal si has perdido el control de tu vida¡±, en realidad su gui?o a las canchas est¨¢ m¨¢s que justificado. Coco Chanel gener¨® una verdadera revoluci¨®n en los armarios de principios del siglo XX y lo hizo centrando sus creaciones en la idea de mujer activa: vestidos flu¨ªdos, chaquetas con bolsillos y zapatos planos. Pese a que hoy es vista por muchos como una marca tradicional, la firma francesa ha llegado a ser lo que es gracias a permanecer atenta a las necesidades de la calle. Por eso Lagerfeld fue pionero en aquello de incluir tejanos en un desfile de Costura y, por eso, el desfile del pasado martes no puede ser visto como una incoherencia sino como una evoluci¨®n natural dentro de Chanel.
Tambi¨¦n como una rentable maniobra de mercado. Porque si hay una macrotendencia global exitosa en estos tiempos es la que tiene que ver con el deporte. Las prendas urbanas con vocaci¨®n deportiva inundan las calles y las pasarelas de pret-¨¤-porter para esta primavera. ?La Costura deber¨ªa permanecer ajena a las tendencias?
Ri?oneras, coderas, rodilleras y deportivas en el desfile de Alta Costura de Chanel.
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Los tiempos han cambiado. Y los geniales ejercicios est¨¦ticos de los que hicieron gala Galliano en Dior o McQueen en Givenchy durante los ¨²ltimos noventa tuvieron una funci¨®n clara: restituir el aura de exclusividad de estas y otras firmas a golpe de obras de arte en forma de prendas. Hoy, la moda es otra, y pese a que ese car¨¢cter de performance en los desfiles sigue importando, el p¨²blico y los clientes son tambi¨¦n son otros:
¡°No creo para existir, creo para que mi negocio funcione¡±, declaraba recientemente la dise?adora Bouchra Jarrar a Business of Fashion. La suya es una costura realista, con dise?os que reinventan el traje sastre a partir de la factura artesanal y las altas calidades. Su clientela, como la de Dior, Chanel y el grueso de las firmas de lujo, se encuentra en Asia y Oriente Medio, en mujeres que, como muchas otras, quieren lucir las ¨²ltimas tendencias, pero que adem¨¢s pueden permitirse el lujo de que se las confeccionen a mano y de manera exclusiva.
Por eso, las zapatillas de tenis y las ri?oneras en Chanel, las sneakers floreadas de Dior o las sandalias planas que ha presentado Zanini en Schiaparelli son, quiz¨¢, el veh¨ªculo necesario para que este sector centenario sobreviva. Si Marc Jacobs triunf¨® combinando sudaderas y vaqueros con complejas chaquetas de lentejuelas, Anna Wintour elev¨® la influencia de Vogue USA mezclando ropa urbana con piezas ¨²nicas y Vivienne Westwood supo rentabilizar la fiebre del fitness en los 80 subiendo por primera vez zapatillas de baloncesto a una pasarela ?Por qu¨¦ la Costura no puede volver a ser, como fue en sus inicios, la art¨ªfice de las revoluciones de estilo?
Alta Costura Chanel Primavera-Verano 2014.
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