Ara?ando la ciudad, por Loquillo
Ramonc¨ªn cantaba sobre h¨¦roes de extrarradio y pr¨ªncipes de la nocturnidad.
El a?o 1981 fue de cara y cruz para m¨ª: salida de mi primer disco, Los tiempos est¨¢n cambiando, e ingreso en la Armada espa?ola para cumplir el por entonces servicio militar obligatorio. Cara y cruz para equilibrar, el juego de la vida que uno aprende con el tiempo, lo malo sucede cuando una cruz tira m¨¢s que una cara. Aquel a?o nos llevar¨ªa a pasar de un golpe de Estado, que ahora, visto desde la distancia, result¨® una pel¨ªcula de serie B donde todo el mundo ten¨ªa su cameo, a la visita a Espa?a de The Clash y Bruce Springsteen. Ese a?o clave para dise?ar las reglas de juego de la historia de las siguientes tres d¨¦cadas ¨Cla antesala de la llegada al poder del PSOE, la movida madrile?a, el ?no pero s¨ª? a la OTAN y la entrada en la Comunidad Europea¨C un LP de un artista nacional consigui¨® romper la barrera, dejar atr¨¢s el tardofranquismo, superar el pop de anuncio de Nenuco de una incipiente nueva ola espa?ola y dar el banderazo de salida de lo que ahora conocemos como rock espa?ol.
Su autor ten¨ªa ya bien ganada la fama de transgresor y de broncas desde aquella salida en televisi¨®n en 1978, en el programa de Mercedes Mil¨¢ e Isabel Tenaille Dos por dos, que fue una aut¨¦ntica patada en el culo para todos los adolescentes de mi generaci¨®n. Fue justamente despu¨¦s de su actuaci¨®n cuando decid¨ª subirme a un escenario por primera vez¡ ?Si ¨¦l puede, yo tambi¨¦n! Despu¨¦s vino El rey del pollo frito y ni el p¨²blico ni la prensa entendieron nada. Una prensa en pa?ales que confundi¨® a un heredero de The Velvet Underground y de la poes¨ªa de Lou Reed con el punk, lo que ¨¦l aprovech¨® sin dudarlo un segundo.
Ramonc¨ªn, que as¨ª se llama el autor de Ara?ando la ciudad, marc¨® el camino para muchos j¨®venes que aspir¨¢bamos a vivir el sue?o del rock and roll star. A pesar de formar parte de la generaci¨®n de las bandas de rock urbano que se hab¨ªan bregado durante los ¨²ltimos estertores del franquismo, Ramonc¨ªn nada ten¨ªa que ver con ellos, a excepci¨®n de Burning, con los ya fallecidos To?o como frontman y Pepe Risi a la guitarra. Con ellos compart¨ªa la visi¨®n del rock and roll que me ten¨ªa atrapado y juntos resolv¨ªan para m¨ª la cuadratura del c¨ªrculo.
Ara?ando la ciudad fue un disco que me acompa?¨® durante mi servicio a la patria junto al Darkness del Boss, el London Calling de The Clash y las maquetas de Sabino M¨¦ndez que luego ver¨ªan la luz en nuestro disco El ritmo del garage. El ¨¢lbum inclu¨ªa Putney Bridge, primera declaraci¨®n de principios que escuch¨¦ en una canci¨®n de rock espa?ol ¨C?Si muere el rock, c¨®mo vas a disfrutar / si muere el punk, con qui¨¦n vas a pelear / si vuelve el pop, es que algo anda mal?¨C y Hormig¨®n, mujeres y alcohol, un himno barrial que todav¨ªa se escucha en los bares de rock and roll, aunque mi canci¨®n favorita siempre ha sido ?ngel de cuero.
Warner reedita 35 a?os despu¨¦s en edici¨®n de lujo esta obra maestra de Ramonc¨ªn, un fresco de un tiempo no tan lejano, una fotograf¨ªa de una Espa?a en tr¨¢nsito que puede sorprender a muchos o parecer desfasado a otros de un autor que derrib¨® los muros del rock espa?ol anclado en el hipismo trasnochado y que termin¨® de una vez por todas con la censura franquista. Sus letras contaban la realidad de la vida urbana y sus protagonistas eran h¨¦roes de extrarradio y pr¨ªncipes de la nocturnidad.
Ramonc¨ªn se convirti¨® as¨ª en la primera estrella contempor¨¢nea del rock espa?ol. Alg¨²n d¨ªa, no muy lejano, se har¨¢ justicia con su legado musical en la d¨¦cada de los a?os 80, que como les pas¨® a muchos compa?eros de generaci¨®n qued¨® sepultado por la frivolidad fatal de la movida madrile?a, que se abandon¨® al hedonismo d¨¢ndole la espalda al rock m¨¢s crudo.
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