Beatriz Milhazes, la artista m¨¢s vendedora Brasil: ¡°El color es un poder de la naturaleza¡±

En 1985, Beatriz Milhazes, con 25 a?os, dej¨® su Brasil natal para viajar tres meses por Europa. Contempl¨® por primera vez un Matisse, en Madrid visit¨® el Reina Sof¨ªa y el Prado. All¨ª le impresionaron los retratos de Vel¨¢zquez. ¡°Me hicieron enmudecer. Hasta entonces mi contacto con los artistas que admiraba y su obra era a trav¨¦s de los libros. Ver los cuadros en persona cambi¨® mi vida¡±, asegura. Hoy, con 61 a?os, esta artista brasile?a bate r¨¦cords en las subastas y es una de las mujeres artistas vivas m¨¢s cotizadas, seg¨²n el medio especializado Artnet. En los ¨²ltimos meses no ha parado de hablarse de ella: en septiembre de 2020 Louis Vuitton present¨® su edici¨®n limitada del bolso Artycapucines; el MASP de S?o Paulo le ha dedicado una gran retrospectiva y Taschen acaba de publicar una monograf¨ªa que repasa su fulgurante carrera.

Pero su primera vocaci¨®n no fue el arte, sino el periodismo, que estudi¨® en R¨ªo de Janeiro. Despu¨¦s se matricul¨® en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lague. ¡°En cuanto entr¨¦ all¨ª entend¨ª que ese era mi lugar, el camino que quer¨ªa seguir¡±, recalca. Descubri¨® otra manera de comunicar; a trav¨¦s de los colores, en lugar de con palabras. Los cr¨ªticos han bautizado su estilo como ¡®abstracci¨®n tropical¡¯. Las combinaciones crom¨¢ticas, reconoce, son la esencia de su trabajo. ¡°Mi obra propone m¨²ltiples preguntas acerca del color. Crea un sistema conceptual que a la vez habla de rigor, belleza y placer. La pintura es un medio, pero el color es un poder de la naturaleza¡±.

En 1989 desarroll¨® una t¨¦cnica que bautiz¨® como ¡°monotransferencia¡± y convirti¨® en su sello personal: pinta l¨¢minas de pl¨¢stico con acr¨ªlico y las pasa al lienzo, creando superposiciones y combinaciones de un acabado pulido, sin rastros de pincel. ¡°Este descubrimiento me ofrece la posibilidad de ser fiel a los colores. Me ha permitido construir mi propio lenguaje¡±, explica. Adem¨¢s, tejidos, puntillas y bordados se mezclan con la pintura en algunas de sus obras: ¡°Soy una artista comprometida con la pr¨¢ctica artesanal, todo lo que requiera trabajo manual me motiva, de la moda al arte decorativo¡±.

Su compatriota Tarsilia do Amaral, con sus tonos vivos y su aire na¨ªf, ha sido un referente, reconoce Milhazes: ¡°En el arte brasile?o siempre ha habido mujeres de primer nivel. Tarsilia es probablemente la m¨¢s conocida, pero est¨¢n tambi¨¦n Anita Malfatti, Lygia Clark, Lygia Pape, Maria Martins, Ione Saldanha¡­ En el ¨¢mbito internacional es muy diferente, lo comprend¨ª cuando comenc¨¦ mi carrera en el extranjero, primero en Nueva York, luego en Europa y, m¨¢s recientemente, en Asia. Creo que las cosas han empezado a cambiar y espero que evolucionen de forma positiva¡±. Ella, subraya, decidi¨® forjar su propio camino, lejos de tendencias y encasillamientos. ¡°Me convert¨ª en un ejemplo de lo que creo: es posible ser una mujer latinoamericana de ¨¦xito en el mundo del arte contempor¨¢neo¡±.

Ese prestigio queda constatado con grandes exposiciones como la que le dedic¨® en 2009 la Fundaci¨®n Cartier de Par¨ªs, su participaci¨®n en la Bienal de Venecia de 2003 o el r¨¦cord para una obra de arte brasile?a que bati¨® en Sotheby¡¯s en 2012 al vender por 2,1 millones de d¨®lares Meu lim?o, lo que la convirti¨® en el artista vivo m¨¢s cotizado de su pa¨ªs. Confirma que ahora el mercado del arte internacional se est¨¢ volcando con la escena latinoamericana, olvidada hasta hace unos a?os: ¡°La econom¨ªa es, definitivamente, la raz¨®n m¨¢s fuerte. Coleccionistas como Patricia Phelps de Cisneros son un ejemplo de lo que ha sucedido en Estados Unidos, all¨ª se han desarrollado programas que apoyan a importantes coleccionistas como ella, para especializarse en arte latinoamericano, africano o asi¨¢tico. Dicho de otra forma, en arte que no sea estadounidense o europeo. Lo que realmente ha supuesto un giro es no poner a los artistas de pa¨ªses emergentes en cajas separadas¡±. Milhazes se reivindica como parte de esa escena global, sin etiquetas. ¡°A¨²n queda mucho por delante, pero soy un ejemplo de este cambio¡±, reconoce, ¡°como artista mujer latinoamericana puedo decir que soy una artista internacional si se habla de instituciones, colecciones, subastas y cr¨ªtica. La historia del arte est¨¢ considerando ahora que hay vida en los tr¨®picos. ?Y vida inteligente!¡±.