Blanca Mir¨® nos abre las puertas de su casa en Menorca a pocos d¨ªas de su boda en la isla

Bien entrada la ma?ana en Torret (Menorca), lo ¨²nico que puede perturbar la tranquilidad de esta peque?a pedan¨ªa de San Luis, a ocho kil¨®metros de Mah¨®n, es el canto de los p¨¢jaros. Tras adentrarse en un estrecho camino por el que no entra un coche grande una misteriosa puerta da paso al para¨ªso de Blanca Mir¨® (Barcelona, 30 a?os). La empresaria, fundadora junto a Mar¨ªa de la Orden de la firma de ropa y decoraci¨®n La Veste, lleva toda la vida veraneando en la isla, pero desde hace un tiempo siente este lugar como algo mucho m¨¢s profundo que un sitio de vacaciones. ¡°Ahora vengo tambi¨¦n en primavera y en invierno. Fuera de temporada la vida es completamente diferente porque hay poca gente y los sitios est¨¢n cerrados. Pero me encanta esta sensaci¨®n de desconexi¨®n total¡±, asegura.

En este refugio, donde se siente ¡°en medio de la nada¡±, busca inspiraci¨®n tambi¨¦n para sus otros dos grandes proyectos: la plataforma online multimarca Vasquiat, donde selecciona cuidadosamente ropa y accesorios de firmas que la inspiran, y Delarge, su l¨ªnea de gafas de sol coloristas, futuristas y con un toque sixtie. ¡°Algunos de los proyectos en los que estoy involucrada actualmente son beb¨¦s, estoy deseando verlos crecer y evolucionar. Creo que la gente ha captado muy bien lo que quer¨ªamos expresar cuando montamos La Veste y ahora reconoce nuestras piezas¡±, explica, ¡°eso me hace mucha ilusi¨®n porque era importante hacer algo diferente y reconocible. Conseguirlo no es nada f¨¢cil, pero nos hemos inspirado en los armarios de nuestras madres y de nuestras abuelas, en los que vamos a hurgar y encontramos piezas ¨²nicas. Nosotras las reinventamos y les damos un toque moderno y actualizado¡±.

La casa familiar de Torret es un proyecto en el que trabaj¨® su madre, la interiorista Rosarietta Scrimieri, hace m¨¢s de una d¨¦cada. Cuando finaliz¨® este trabajo, le gust¨® tanto el resultado final que decidi¨® quedarse la vivienda. La familia se mud¨® de una casa en una urbanizaci¨®n mucho m¨¢s cercana al mar, pero m¨¢s bulliciosa, a este oasis de tranquilidad. ¡°Mi madre ha mantenido toda la base del edificio original, conservando los suelos, las paredes, los techos¡­ Es una casa pr¨¢ctica en la que se respira Menorca por todas partes. En cuanto a la decoraci¨®n, est¨¢ llena de objetos que mi madre compra en sus viajes, y tiene toques del sur de Francia. Por momentos puede recordar un poco a la Provenza¡±, describe Mir¨®. Aunque a poca distancia en coche se encuentran varias playas de aguas turquesas propias de esta isla balear, la familia pasa mucho tiempo disfrutando de la paz y el silencio de su jard¨ªn particular: ¡°Buscar aqu¨ª la tranquilidad, pasar tiempo de calidad con mi familia, mi pareja y mi perro, me sirve para luego poder encontrar la inspiraci¨®n y las ideas¡±.

Mir¨®, que tambi¨¦n es embajadora de Mango, encuentra similitudes entre su relaci¨®n con la marca catalana y el ambiente familiar que vive cuando pasa tiempo en Menorca. ¡°Trabajar con Mango es trabajar en familia, conozco a todo el equipo y me siento identificada con su manera de hacer las cosas, con la selecci¨®n de perfiles con los que colaboran: artistas, m¨²sicos, pintores¡­ Su apuesta por el arte en general me hace sentir muy c¨®moda, me encanta tenerlos en casa¡±, se?ala. Hay un rinc¨®n en este refugio antiestr¨¦s menorqu¨ªn que se ha convertido, con el tiempo, en su lugar predilecto: la mesa del comedor. ¡°La zona de comer, junto a la cocina, tiene unas vistas muy agradables porque se ven el jard¨ªn y la piscina, es la parte que m¨¢s me gusta. La cocina es lo que m¨¢s me atrae en cualquier casa y en esta me pasa lo mismo. Me transmite una sensaci¨®n de bienestar, es donde mejor me siento¡±.

Esta pasi¨®n por los rincones donde se prepara y se sirve la comida ha llevado a Blanca a crear ¡°por hobby¡±, como ella misma dice, @blanca-a-table, una cuenta de Instagram donde sube fotograf¨ªas con detalles de c¨®mo viste con manteles, cuberter¨ªas, vasos y platos diferentes la mesa para comer. ¡°La verdad es que siempre me hab¨ªa gustado poner la mesa bonita porque se lo hab¨ªa visto a mi madre que, por costumbre, cuando invita a gente a casa se esmera en vestirla. Cuando pasamos el confinamiento y yo estaba encerrada en una casa fuera de Barcelona empec¨¦ a distraerme poni¨¦ndome la mesa con mucha ilusi¨®n. No quer¨ªa que todo el rato fuese igual, as¨ª que empec¨¦ a cambiarla para desayunar, para comer y cenar, a jugar y a divertirme mezclando vajillas, manteles¡­ Trat¨¦ de a?adir un poco de alegr¨ªa al momento de comer y m¨¢s tarde empec¨¦ a subir lo que iba creando a Instagram¡±, explica. Actualmente, m¨¢s de 22.000 personas siguen a diario las coloristas y alegres mesas en las que come cada d¨ªa la empresaria. El amor por una mesa bien puesta es solo una parte de su pasi¨®n por la decoraci¨®n y la ha llevado a incluir una l¨ªnea de hogar en La Veste. ¡°Nosotras no tenemos capacidad para producir algunos de los productos, como las l¨¢mparas, pero trabajamos creando alianzas con artesanos que s¨ª tienen esa infraestructura. Luego lo vendemos¡±, precisa.

Durante la entrevista insiste en que no se siente c¨®moda bajo la etiqueta de influencer, aunque con m¨¢s de medio mill¨®n de seguidores en su cuenta personal de Instagram sabe que influye, y mucho. ¡°No me considero una influencer, aunque soy consciente de que hoy en d¨ªa tener a tanta gente siguiendo tus redes supone que tienes un poder para influir, pero yo creo que es un t¨¦rmino que se ha generalizado tanto que nos ha dejado de gustar porque cualquiera es influencer ahora mismo. Yo valoro el trabajo que hay detr¨¢s de cada persona y me interesa much¨ªsimo cuando la gente tiene alguna historia que contar. Pero si no la tienes, con todo mi respeto, no me interesa lo que has desayunado¡±. A esta parte, que va m¨¢s all¨¢ de lo puramente profesional para ser una faceta m¨¢s social, Mir¨® la denominada ¡°mi personaje¡±. Reflexiona sobre c¨®mo evolucionar¨¢ todo en un tiempo: ¡°No me gusta pensar demasiado en el futuro, esto cambia muy r¨¢pido y no sabemos d¨®nde estaremos la semana que viene, ni en un a?o o en cinco. Suelo pensar m¨¢s en el presente que en lo que pueda pasar a largo plazo, pero mi objetivo es que todos mis proyectos crezcan y que mi personaje me siga llevando a sitios bonitos¡±.

Viajar continuamente se ha convertido en el d¨ªa a d¨ªa de la empresaria, que a veces echa de menos dormir dos noches seguidas en su cama. Todo lo que se hace en exceso puede llegar a cansar, pero aun as¨ª ella tiene claro que poder viajar es uno de los grandes privilegios de su profesi¨®n: ¡°Mi trabajo me permite moverme mucho, conocer a nuevos clientes e intercambiar ideas con gente con la que conectas. No dejar¨ªa de viajar por nada del mundo. Te abre la mente y te enriquece. De hecho, me gastar¨ªa todo mi dinero en hacerlo y conocer sitios nuevos¡±.

Mientras se hac¨ªan las fotograf¨ªas de este reportaje, Rosarietta Scrimieri cuidaba con esmero las plantas del jard¨ªn familiar. La conexi¨®n que Mir¨® ha generado con este lugar desde su infancia es tan intensa que est¨¢ deseando compartirla con los invitados a su boda. En julio, se casar¨¢ con el empresario tecnol¨®gico Javier Fondevila, cofundador de Holded, una compa?¨ªa que da soporte t¨¦cnico para la administraci¨®n y contabilidad de peque?os y medianos negocios. Para la ocasi¨®n, Mir¨® se cambiar¨¢ tres veces de vestido y apostar¨¢ por piezas vintage. Lucir¨¢ un modelo de Loewe, otro de Dior y para el baile uno de Paco Rabanne. ¡°He preparado una gu¨ªa para los invitados con mis lugares favoritos de Menorca: tiendas artesanales, donde conozco muy bien el producto y c¨®mo trabajan para fabricarlo, restaurantes, lugares especiales¡­ Menorca es mucho m¨¢s que sus t¨ªpicas abarcas, que, por supuesto, son maravillosas. Pero quiero que todos mis amigos y seres queridos vean y disfruten de todo lo que esta isla tiene que ofrecer¡±.

* Estilismo: Paula Delgado.?Maquillaje y peluquer¨ªa: Yurema Villa (Ana Prado) para Guerlain y M?n ICON Team. Asistente de fotograf¨ªa: Joaqu¨ªn Calle Fern¨¢ndez.