#boxeorompetab¨²es, por N¨²ria Rib¨®
El boxeo da seguridad y autocontrol, fomenta la concentraci¨®n y ¡®desestresa¡¯
Ni el boxeo ni los toros son santo de mi devoci¨®n. Pero resulta que mi quiosquera, Mari Curriki, a la que cada ma?ana le compro los peri¨®dicos, se dedica a dar pu?etazos. ?Perd¨®n! Al Kick Boxing. Una modalidad de boxeo en la que adem¨¢s de los pu?os se dan patadas. Me parec¨ªa incre¨ªble que esa chica de 38 a?os, 1,60 m, 52 k, cintura de avispa y muy femenina, no s¨®lo se dedicara a ese deporte, sino que, adem¨¢s, haya sido campeona de Espa?a, amateur y profesional, y tambi¨¦n medalla de plata en el Mundial de Tailandia de 2006. Todo ese historial compagin¨¢ndolo con su trabajo.
?Empec¨¦ tarde. Me daba verg¨¹enza porqu¨¦ apenas hab¨ªa chicas para competir en Espa?a. Lo llevaba en la sangre, aunque en mi familia nadie se dedic¨® al boxeo. De peque?a siempre le¨ªa libros de karate?. Mari es la imagen de mujer que no cuadra con los estereotipos que ten¨ªa en mente. Pero ni mucho menos es ¨²nica. En el parque de al lado de casa he visto grupos de chicas entrenando, dando pu?etazos al aire enfundadas en guantes de boxeo. Y para rematar mi sorpresa ante ese aparente auge del boxeo, una de mis amigas m¨¢s reposadas y serenas, d¨ªas atr¨¢s, me ense?¨® medio vergonzosa los guantes que se hab¨ªa comprado para asistir a las clases de su gimnasio.
?Es una moda? ?A qu¨¦ responde? Son muchos los tab¨²es y la mala fama que siempre ha rodeado al boxeo. Un deporte tradicionalmente de hombres al que hoy, adem¨¢s, se suman las mujeres. ?Por qu¨¦? Decid¨ª averiguarlo. Me present¨¦ en el gimnasio de Mari, el Sparta, en el que hacen todas las modalidades de este deporte. Al entrar me fijo en la tabla de horarios y figura incluso ?Kick Boxing infantil! Veo chicos y chicas ante el espejo lanzando ganchos y crochets al aire. Otros le dan al saco. Me sorprende ver en la sala a Mari peleando con un chico. ?Hoy no hay muchas mujeres para pelear al mismo nivel?. Saltan, esquivan, se cubren la cara. Impresiona verlos con el bucal protector. Me voy directa al entrenador, Juanjo Albuixech, pionero del Kick Boxing en Espa?a, presidente de la Federaci¨®n Catalana y enciclopedia viva de los deportes de contacto, sobre los que ha escrito tres libros. Otro personaje que me sorprende. No es un ?cachas?. Es menudo, delicado. Habla de forma suave. ?Me dice que es un poco budista! Empez¨® hace 38 a?os con las artes marciales y se pas¨® al boxeo.
Contesta a mis interrogantes. En el gimnasio tiene todo tipo de alumnos. Desde m¨¦dicos a abogados, empresarios, oficinistas o amas de casa. ?La mujer empez¨® a incorporarse a finales de los noventa. Los Juegos Panamericanos de 2011 y los Ol¨ªmpicos de 2012 incluyeron por primera vez el boxeo femenino en varias categor¨ªas?. No veo chicas con grandes b¨ªceps. ?Ser deportista no es ser una ¡®machote¡¯ ¨Cpuntualiza Albuixech¨C Mari Curriki tiene una pegada poco com¨²n para su peso de 52 k. Es una mujer inteligente en el ring y con grandes recursos?. Como ella, son muchos los chicos y chicas que hoy llenan las clases de Kick Boxing o Muay-Tha?, deporte nacional tailand¨¦s actualmente muy de moda. Veo gente normal, lejos de las im¨¢genes agresivas con las que siempre he relacionado el boxeo. Una imagen que intentan sacarse de encima. No es f¨¢cil, aunque los resultados, dicen, son positivos. Da seguridad y autoconfianza, fomenta la concentraci¨®n y desestresa. Y, sobre todo, quema muchas calor¨ªas.
Albuixech insiste en que todo deporte tiene dosis de peligro. Depende de c¨®mo se practique. Me sorprende el auge en los gimnasios en contraste con los pocos combates que se hacen. Reconoce que no es una ¨¦poca dorada para el boxeo. La mayor¨ªa de veladas son en Madrid y Barcelona. Cuesta digerir eso de pegarse por deporte. No creo que nunca sea una fan del pu?etazo, pero visto en el gimnasio casi me ha parecido un deporte m¨¢s. Por si acaso, ?no tiro la toalla!
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