Debbie Harry: ¡°No le doy vueltas a la cabeza con remordimientos. Mi vida ha sido bastante buena¡±
La voz de Blondie es una fuente inagotable de an¨¦cdotas y un icono de la cultura pop. En su autobiograf¨ªa, ¡®De cara¡¯ (Libros C¨²pula), revela que cree que se subi¨® al coche del asesino en serie Ted Bundy y repasa el Nueva York de los setenta, repleto de sexo, droga y actitud punk.
Fue una ni?a adoptada que so?aba con ser la hija secreta de Marilyn Monroe, su icono; por ella decidi¨® llevar el pelo platino y Deborah Harry dio paso sobre el escenario a Blondie. Vivi¨®, y protagoniz¨®, la efervescencia del Nueva York de los setenta en locales como el CBGB y hoy, a los 75 a?os, afirma entre risas que sigue siendo la punk perfecta. ?Creo que es porque no me gusta seguir a nadie, prefiero pensar por m¨ª misma. Siempre he considerado que la esencia del punk era ser independiente?, dice mientras reflexiona sobre la crisis sanitaria que ha paralizado el mundo: ?Me preocupa, es todo muy confuso, me gustar¨ªa que tuvi¨¦ramos m¨¢s informaci¨®n, m¨¢s ciencia (¡). No estoy segura de lo que ocurrir¨¢, pero espero que Trump no gane las pr¨®ximas elecciones, que se vote para echarlo?.
La cantante y actriz no tiene reparos en expresar sus opiniones ni en revelar detalles duros de su vida, como se aprecia en su autobiograf¨ªa, De cara (Libros C¨²pula). En ella cuenta que fue violada en el apartamento que compart¨ªa con su novio, Chris Stein, guitarrista de Blondie, o que escribi¨® su hit One Way or Another pensando en un ex celoso y agresivo que la acosaba y controlaba sus facturas de tel¨¦fono. ?Retrospectivamente no me siento como una v¨ªctima porque consegu¨ª superarlo todo gracias al tipo de vida que tuve la fortuna de lograr. Pero en esos momentos me sent¨ª victimizada en cierta medida, aunque para mi propio cr¨¦dito siento que lo super¨¦ todo gracias a la confianza en m¨ª misma y a mi determinaci¨®n. Estaba decidida a no dejar que nada me parara?. Lo logr¨®. Debbie Harry marc¨® una ¨¦poca, fue retratada por Warhol, hay camisetas con su cara. ?Qu¨¦ sinti¨® al ver su imagen convertida en icono de la cultura pop? ?Inicialmente sorpresa, pero supongo que se trata de una de las cosas que todo artista desea que ocurran cuando empieza a actuar?.
?Conoc¨ª a mucha gente interesante porque estaba en el sitio adecuado en el momento preciso?, asegura. En sus inicios se code¨® con toda la fauna del Nueva York de los setenta, de los Ramones a los New York Dolls o Iggy Pop. Con este ¨²ltimo y David Bowie hizo la primera gira de Blondie y en el libro recuerda que le pidieron coca¨ªna y despu¨¦s de d¨¢rsela Bowie le ense?¨® su pene. ?Se lo pens¨® dos veces antes de escribir en el libro una escena as¨ª? ?Es un momento especial de mi vida que atesoro. Como la mayor¨ªa de la gente en el mundo, amo a Bowie y su m¨²sica. Soy una gran fan, y pens¨¦ que se trataba de una an¨¦cdota muy dulce e ¨ªntima, por eso quer¨ªa contarla?, argumenta. Tambi¨¦n habla de su adicci¨®n a la hero¨ªna; de que una vez se subi¨® a un coche de un hombre que, est¨¢ segura, era el asesino en serie Ted Bundy ¨C?Un instinto animal me hizo huir, me dijo que ten¨ªa que escapar?, precisa¨C, o de que se considera una ps¨ªquica ¨C?Tengo intuiciones. Me vienen ideas de ninguna parte que acaban siendo verdad. Tiene mucho que ver con ser sensible y l¨®gico a la vez. He tenido muchas experiencias inexplicables a lo largo de mi vida?¨C.
La moda, que la ayud¨® a crear ese personaje atrevido y enigm¨¢tico que encandilaba sobre el escenario, es fundamental para ella. ?Conservo pr¨¢cticamente todas las prendas que he usado en mis conciertos a lo largo de los a?os y me gusta volver a verlas de vez en cuando. La moda me hace sentir bien, tan sencillo como eso?, reconoce. Junto a las tiendas de segunda mano, el dise?ador Stephen Sprouse fue su gran c¨®mplice de estilo: ?Me encantaba verlo dibujar bocetos, siempre pon¨ªa m¨²sica, y era divertido ver c¨®mo su mano segu¨ªa la melod¨ªa, traduc¨ªa la m¨²sica en ropa?.
El arte ha sido otra de sus pasiones: fue retratada por Obey y Warhol, compr¨® uno de los primeros cuadros de Basquiat por 300 d¨®lares¡ ?Lo vend¨ª, fue una pena porque en el mercado actual ser¨ªa muy valioso?, dice entre carcajadas. Porque, aunque perdi¨® su casa por problemas con el fisco, Debbie Harry es pragm¨¢tica, sostiene que prefiere no pensar en lo que pudo haber sido: ?No soy el tipo de persona que le da vueltas a la cabeza con remordimientos. Mi vida ha sido bastante buena?.
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