Destellos de belleza
Desde hace unos meses utilizo una bolsa de tela promocional de la ¨²ltima novela de Sally Rooney. Es una bolsa blanca que tiene estampadas en letras negras el nombre de la autora y el t¨ªtulo del libro, BEAUTIFUL WORLD, WHERE ARE YOU, en may¨²sculas. Cuando se anunci¨® la publicaci¨®n de la novela no me entusiasm¨® el nombre, que me parec¨ªa que se alejaba de la sencillez de los anteriores. Y, sin embargo, ¨²ltimamente me persigue como un mantra: d¨®nde est¨¢s, mundo bello.
Cuando pienso en qu¨¦ es la belleza me acuerdo de la pel¨ªcula de Paolo Sorrentino, y del personaje protagonista de La gran belleza, Jep Gambardella. Para ¨¦l la b¨²squeda de la belleza est¨¢ en el centro de la vida, es lo que le da sentido a todo el sufrimiento y a los obst¨¢culos con los que el personaje se encuentra. La idea de la belleza y el arte subliman lo dem¨¢s. Paseando por las calles de Roma, reflexiona constantemente sobre esto: ¡°Todo sedimentado bajo los murmullos y el ruido. El silencio y el sentimiento, la emoci¨®n y el miedo. Los demacrados, caprichosos destellos de belleza. Y luego la desgraciada miseria y el hombre miserable. En el fondo, es solo un truco.¡±
Para la escritora Camila Sosa Villada, la belleza es el ant¨ªdoto contra el horror y el sufrimiento. En su novela Las malas, Sosa combate la violencia contra los cuerpos trans y las mujeres como ella atesorando destellos de belleza. Su escritura, la importancia de la literatura en la vida de la protagonista y los momentos de felicidad ef¨ªmera son en ¨²ltima instancia lo que le redime y la salva del dolor. En cierto sentido, Las malas es como el reverso de La gran belleza. En la pel¨ªcula de Sorrentino, la belleza impregna cada plano, y el dolor no es m¨¢s que un recuerdo. En el libro de Camila Sosa abunda la crueldad, pero la protagonista se niega una y otra vez a aceptar esa realidad, reclamando su derecho a la belleza: ¡°El lenguaje es m¨ªo. Voy a destruirlo, a enfermarlo, a confundirlo, a incomodarlo, voy a despedazarlo y hacerlo renacer tantas veces como sean necesarias, un renacimiento por cada cosa hecha en este mundo¡±.
Cuando veo mi bolsa de tela pienso en d¨®nde busco yo la belleza para escapar cuando la realidad es abrumadora. El otro d¨ªa, en el ascensor de la oficina, una de mis compa?eras de trabajo se qued¨® mirando la frase y me dijo muy seria: ¡°De verdad, ?d¨®nde est¨¢ ese mundo bello?¡±. Querer leer, ver pel¨ªculas, querer escribir para entender la realidad es tambi¨¦n una forma de buscar la belleza cuando el horror est¨¢ en primer plano.
Las mujeres de las novelas de Sally Rooney tambi¨¦n se obsesionan con la b¨²squeda de la belleza, y lo encuentran sobre todo en la amistad, en el amor rom¨¢ntico, y en la exploraci¨®n constante de las relaciones. Cuanto m¨¢s tiempo pasa, m¨¢s sentido le encuentro al t¨ªtulo de la novela. En d¨ªas en los que la oscuridad ti?e todo, me acuerdo de la calidez de los planos de Sorrentino y de las palabras de Camila Sosa. Los mejores libros son los que articulan sensaciones para las que no encontr¨¢bamos las palabras adecuadas. Y precisamente en D¨®nde est¨¢s mundo bello encuentro estos d¨ªas las palabras que necesito: ¡°Las calles estaban silenciosas y oscuras, el aire curiosamente quieto y templado, y en los muelles los edificios de oficinas estaban todos iluminados por dentro, y vac¨ªos, y por debajo de la superficie de todo, comenc¨¦ a sentirlo de nuevo: la posibilidad de belleza, como una luz desde m¨¢s all¨¢ del mundo visible¡±.
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