?Funciona la meditaci¨®n 2.0?
Desconectar estando conectado al ordenador o al m¨®vil es la nueva t¨¦cnica antiestr¨¦s. Sus detractores proponen ¡®apps¡¯ para ¡®desenchufarse¡¯.
Frente al ordenador o en el metro. Hacer meditaci¨®n sin una profunda vida espiritual, espacios silenciosos o mucho tiempo se promete posible. Numerosas webs y aplicaciones m¨®viles han aprovechado el furor que causa esta pr¨¢ctica en la actualidad y ofrecen sesiones para evadirse (sin salir del todo del mundo).
En 2014, la Universidad de Pittsburgh demostr¨® que, tras un entrenamiento meditativo de solo 25 minutos diarios durante tres d¨ªas, la percepci¨®n del estr¨¦s mejora sustancialmente. No es extra?o entonces que hasta la mesa de trabajo se haya convertido en un espacio donde poner en pr¨¢ctica estos ejercicios. Calm.com, con 214.000 seguidores en Facebook, ofrece sesiones guiadas (en ingl¨¦s) de entre 2 y 20 minutos. Las instrucciones van desde tomar conciencia de la posici¨®n de la espalda hasta sentirse ?tal y como eres, vivo y presente?.
La Red ha descubierto sus propios mecanismos de relajaci¨®n. Los v¨ªdeos de gente desembolsando productos, planchando o susurrando y el ronroneo de los gatos inspiran a los internautas, que aseguran haber experimentado ASMR (las siglas en ingl¨¦s de ?respuesta sensorial meridiana aut¨®noma?). ?Tras visionar durante unos minutos estas im¨¢genes, la persona siente una especie de hormigueo en la cabeza y una intensa sensaci¨®n de calma. El fen¨®meno ha llamado la atenci¨®n de la Universidad de Yale, que propone estudiarlo.
?Una invitaci¨®n a conectar contigo mismo delante de una m¨¢quina es una contradicci¨®n en s¨ª misma?, reflexiona algo esc¨¦ptico Borja Vilaseca, coach y director del Master en Desarrollo Personal de la Universidad de Barcelona. ?l ve m¨¢s eficaces apps como Offtime (elegida una de las mejores de 2014 por Google) o Face Up, que bloquean Internet y animan a desenchufarse por unos instantes para concentrarse en la reflexi¨®n.
Offtime sugiere descansar del m¨®vil bloqueando llamadas y mensajes.
Pablo Ruiz
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