Hartos de Tinder: ?volver¨¢n las agencias de citas de toda la vida?
Las renovadas agencias de machtmakers se perfilan como una alternativa eficaz, r¨¢pida y profesional a la tarea de buscar pareja entre los decepcionados con los portales de citas y la ambig¨¹edad del mundo digital.
Sin duda, la soledad ser¨¢ el gran negocio del siglo XXI. Hace unos meses le¨ªa un reportaje en una revista norteamericana que dec¨ªa que en EEUU ya hay gente que, por dinero, pasea personas al modo de los que sacan a la calle a los perros de otros, los que no tienen tiempo para hacerlo. En este caso, los clientes pagan para tener una persona con la que charlar un rato, realizar alguna actividad o tomarse un caf¨¦.
Pero si las relaciones personales est¨¢n complicadas en la era de las comunicaciones, las amorosas lo son a¨²n m¨¢s. Las redes sociales que promet¨ªan conectar a la gente lo que han hecho ha sido aislarla, y las webs de citas que se vislumbraban como eficientes y r¨¢pidas celestinas virtuales, han convertido el divertido flirteo en una tarea m¨¢s de oficina. Registrase, rellenar formularios, contestar emails y pasarse horas y horas frente a una pantalla antes de abordar el dif¨ªcil, y ya poco com¨²n, ejercicio del face to face y traducir al mundo real la relaci¨®n digital. Algo que, a menudo, cotiza a la baja.
Uno de cada diez espa?oles ha usado alguna vez p¨¢ginas o aplicaciones de citas, pero solo el 7% de las mujeres y el 10% de los hombres han acabado encontrando pareja en ellas, seg¨²n apunta una encuesta que hizo El Peri¨®dico el pasado a?o. ¡°La accesibilidad y cantidad son dos de las ventajas-inconvenientes de estos portales¡±, apunta Patricia L¨®pez, coach y matchmaker (t¨¦rmino anglosaj¨®n para designar a las nuevas celestinas que trabajan en las nuevas agencias matrimoniales) en Unicis Madrid. ¡°La posibilidad de acceder a un n¨²mero ilimitado de personas puede ser vista como algo muy positivo pero tambi¨¦n puede desembocar en un consumismo. Consumimos gente como productos o bienes, lo que nos hace tener muy poca tolerancia hacia los dem¨¢s. ?Total hay muchos!, lo que se traduce en que al menor problema o gesto que nos desagrada borramos al candidato y vamos a por otro. Incluso, aunque esto no ocurra, siempre puede venir un tercero a distraernos, porque parece m¨¢s interesante o tiene mejor aspecto. La gente va de flor en flor sin quedarse en ninguna y al final esto provoca un cansancio. Se ha invertido mucho tiempo, energ¨ªa, ilusiones, expectativas y sentimientos para acabar peor que antes¡±, apunta esta coach.
La poca veracidad de los perfiles, los generosos retoques de Photoshop y la bipolaridad que ya muchos exhiben; con dos personalidades diferentes, una para la red y otra para la dura realidad, son otros de los inconvenientes que han hecho que muchos pronostiquen que la era Tinder pronto tocar¨¢ a su fin, al menos tal y como la conoc¨ªamos hasta ahora. Quiz¨¢ surja algo tan malvado como lo que relata Hang the DJ unos de los mejores y m¨¢s comentados episodios de la nueva temporada de Black Mirror.
A los cupidos de hoy en d¨ªa se les llama matchmakers y la diferencia es que no llevan los ojos vendados, sino bien abiertos y alternan los logaritmos que usan las webs de contactos con softwares de reconocimiento facial o los m¨¦todos m¨¢s tradicionales de emparejamiento, algunos de ellos utilizados todav¨ªa en comunidades religiosas o jud¨ªas ortodoxas (como cuenta un art¨ªculo de la revista Insider), en las que los solteros escriben sus perfiles junto con sus padres para darlos a sus mentores y que ¨¦stos les busquen pareja.
Las agencias de machtmakers son un poco m¨¢s caras que abonarse a alguna web de citas pero aseguran una rapidez y efectividad mayor, adem¨¢s de asesoramiento psicol¨®gico a los corazones solitarios, los que no han pasado p¨¢gina y duermen todav¨ªa con el fantasma de su ex, o los que tienen la autoestima demasiado alta y piden peras al olmo.
Existe tambi¨¦n lo que el art¨ªculo de Insider llama ¡®el experimento de la mermelada¡¯. En 1995, dos investigadores; Sheena Iyengar, de la Universidad de Columbia, y Mark Lepper, de la de Stanford, hicieron un experimento en una tienda de comestibles. Pusieron de 24 a 30 botes de mermelada en un gran expositor y 6 en otro m¨¢s peque?o. El expositor m¨¢s grande atra¨ªa a m¨¢s gente pero el peque?o registr¨® m¨¢s ventas. Es lo que se conoce como ¡®la paradoja de la elecci¨®n¡¯, es m¨¢s dif¨ªcil decidirse cuando hay demasiadas posibilidades, ya que esto genera incertidumbre. La funci¨®n de los matchmakers es reducir lo m¨¢s posible esas ilimitadas opciones.
Connecting people, con grandes dosis de psicolog¨ªa
Samsara, en Barcelona, es una de las pocas agencias espa?olas que sobrevivi¨® al tsunami de la aparici¨®n de las webs de citas. Seg¨²n Maria del Carme Ban¨²s, fundadora y directora, ¡°las agencias matrimoniales aparecieron en Espa?a entorno a los a?os 60 y su funci¨®n era encontrar pareja a los viudos/as o solterones/as. Gente que no iba a discotecas, que no sal¨ªa y lo ten¨ªa complicado para relacionarse con personas nuevas. Samsara naci¨® en 1995. La ley de divorcio dejaba a muchos desparejados y con ganas de iniciar una nueva relaci¨®n, pero en el 2000 empezaron a popularizarse los portales de citas. Nosotros nos mantuvimos porque est¨¢bamos bien posicionados, ¨¦ramos serios y d¨¢bamos muy buen servicio. Nuestra labor era como la de un m¨¦dico o un abogado y se estructura en cuatro pasos: conocimiento de la persona, presentaci¨®n de candidatos afines, proporcionar medios para conocerse y acompa?amiento durante el proceso¡±, se?ala Ban¨²s.
Tal vez las redes sociales y los portales de citas sean una buena opci¨®n si uno busca un ligue de una noche, o de varias. Pero si se est¨¢ determinado a buscar el alma gemela, lo mejor es volver a los m¨¦todos tradicionales: salir, apuntarse a actividades para conocer gente o decirle a los amigos que tiren de agenda y practiquen el eslogan de Nokia, ¡°connecting people¡± (conectando gente).
Los solteros/as de 45 para arriba se encuentran especialmente desorientados, en tierra de nadie. Una situaci¨®n similar a los trabajadores en paro de esa misma edad, con la amenaza de no volver m¨¢s al mundo laboral en lo que les queda de vida, a menos que vendan su alma al diablo a cambio de un tratamiento antiaging, integral y c¨®smico.
Silvia, con 46 (Madrid) y sin pareja, recuerda su periodo Tinder con grandes dosis de sarcasmo y acidez, ahora que ha abrazado lo que muchos ya llaman la ¡®post-app life¡¯. ¡°Me suscrib¨ª a varias webs de contactos con la idea de bueno, vale, los tiempos cambian y hay que ir con ellos y si ahora se conoce gente en Internet, pues habr¨¢ que estar en Internet, pero el a?o y medio que dur¨® la experiencia me ha proporcionado material con el que podr¨ªa escribir un libro. Los hombres de mi edad buscan chicas de 30 y los que no lo hacen son, generalmente, material da?ado. A mi me han tomado por una m¨¢quina, un hombre, una lesbiana, una pervertida, una mujer fr¨ªgida y una virgen en busca de su primera experiencia. Lo ¨²nico cierto es que casi todo es mentira y que debes invertir mucho tiempo, mucho m¨¢s que si te dedicas a salir. Una amiga m¨ªa encontr¨® pareja en un portal, pero es el ¨²nico caso que conozco. A mi siempre me hab¨ªa gustado el flirteo pero llegu¨¦ a odiarlo y ahora estoy volviendo a recuperar el gusto por ¨¦l¡±.
¡°Una de las labores que hacemos en la agencia¡±, cuenta Mar¨ªa del Carme Ban¨²s, ¡°es la de asesoramiento psicol¨®gico. Nos preguntamos por qu¨¦ no han funcionado las relaciones anteriores y diferenciamos entre lo que la gente nos pide y lo que realmente necesitan. La pregunta del mill¨®n es ?qu¨¦ te hace falta en una relaci¨®n de pareja para ser feliz?, mientras la gente se enzarza en la edad, altura, apariencia f¨ªsica o gustos afines. Los hombres suelen pedir mujeres m¨¢s j¨®venes, pero si le presentas una de su edad (que tu crees que puede ser compatible) y le das tiempo para que se conozcan, luego te agradecen que hayas pasado por alto este requisito¡±. La cuota de Samsara ronda los 1.000 € e incluye todos los servicios durante un a?o entero.
Los ricos tambi¨¦n lloran (sobre todo si est¨¢n solos)
Si encontrar la media naranja es complicado para la plebe, mucho m¨¢s lo es para las clases pudientes y acomodadas, que a?aden a su lista de dudas existenciales, ¡°?me querr¨¢ solo por mi dinero?¡±. A pesar de que hay tambi¨¦n portales exclusivos y de pago en la red, la mayor¨ªa de las fortunas son muy celosas de su intimidad, por eso muchos recurren a servicios especializados.
Personal Matchmaker International es una agencia de alto nivel que acaba de desembarcar en Espa?a (Barcelona) y que se basa en tres premisas clave: privacidad m¨¢xima, una base de datos internacional con perfiles de hombres y mujeres sofisticados y una garant¨ªa de cinco a?os para encontrar una relaci¨®n duradera. La compa?¨ªa se fund¨® en Holanda hace 15 a?os y actualmente est¨¢ presente en los Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Luxemburgo y Suiza.
¡°La cuota de full member oscila entre los 10.000 y los 15.000 euros para los hombres (5 a?os) y los 175 euros para mujeres (2 a?os)¡±, apunta Robert Smits, responsable de la compa?¨ªa para Espa?a. ¡°La raz¨®n de que las chicas paguen mucho menos es que nuestros clientes son de un 85 a un 90% hombres, y tenemos una gran demanda de candidatas¡±.
Lo primero que se me viene a la cabeza es que el sistema de tarifas es un potente reclamo para las cazafortunas de todo el mundo, pero Smits subraya, ¡°buscamos que nuestros candidatos sean independientes econ¨®micamente y de un cierto nivel, que no siempre se basa en el n¨²mero de ceros de su cuenta bancaria sino en la cultura, educaci¨®n, experiencia, idiomas que se hablan, carisma, etc. Porque hoy en d¨ªa sabemos que la clase y el dinero no siempre van juntos¡±.
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