Historias de cr¨ªmenes reales: ?por qu¨¦ las mujeres nos obsesionamos con ellas?
Estad¨ªsticamente, ellas consumen m¨¢s documentales sobre este tema que los hombres. Dos estudios revelan los motivos que se esconden detr¨¢s de esta preferencia.
Es altamente probable que, en el ¨²ltimo a?o y medio, te hayas obsesionado con alguna serie o pel¨ªcula documental sobre cr¨ªmenes reales. Quiz¨¢s haya sido Muerte en Le¨®n, Making a Murderer o Las cintas de Ted Bundy. Puede que de lo que no hayas podido dejar de hablar durante una semana, en cada pausa del caf¨¦ en la oficina y en cada cerveza compartida con amigos, haya sido sobre The Jinx o The Keepers o Lorena. Las historias sobre cr¨ªmenes reales est¨¢n viviendo en plataformas como Netflix, HBO o Amazon Prime un nuevo renacer: ya no se trata de documentales de baja calidad que tiran al morbo, con recreaciones bochornosas hechas por actores mediocres y grano de peli de serie B que acostumbr¨¢bamos a ver en las televisiones de madrugada. Ahora son documentales que hacen honor al g¨¦nero, que responden ?¨Ca veces mediante seis, ocho o diez episodios¨C al qu¨¦, c¨®mo, cu¨¢ndo, d¨®nde y por qu¨¦ y que tienen la capacidad de mantenernos en vilo el tiempo que le dediquemos a nuestro marat¨®n. Y todo parece apuntar a que las principales consumidoras de este tipo de documentales somos las mujeres.
Un estudio publicado en 2017 sobre podcasts sac¨® a la luz que, pese a que las personas que escuchan podcast son un 56% varones, cuando vamos a la categor¨ªa de cr¨ªmenes reales podemos encontrar hasta un 80% de p¨²blico femenino. Unos a?os antes, otro estudio del a?o 2010 publicado por Social Psychological and Personality Science, basado en las cr¨ªticas en Amazon a libros sobre cr¨ªmenes reales, revelaba que las mujeres consum¨ªamos el 70% de este contenido.?La pregunta es inevitable.
?Por qu¨¦ las mujeres estamos obsesionadas con el true crime?
En el libro Por qu¨¦ amamos a los asesinos en serie, el doctor Scott Bonn, profesor de sociolog¨ªa y criminolog¨ªa en la Universidad de Drew, explicaba la respuesta neurol¨®gica que sentimos al ver este tipo de documentales: la reacci¨®n es similar a cuando vamos conduciendo y observamos un accidente de tr¨¢fico y, aunque queramos evitarlo, nos paramos a mirar. En otras palabras, las acciones de los asesinos en serie pueden ser horribles, pero el ser humano no es capaz de apartar la vista de ellos.
Bonn tambi¨¦n apuntaba sobre la principal emoci¨®n que nos gu¨ªa cuando estamos viendo uno de estos documentales: el miedo. Estas producciones nos permiten ver cr¨ªmenes atroces en un ambiente controlado y, generalmente, con un final m¨¢s o menos satisfactorio: que el malo termine en la c¨¢rcel. Los seres humanos somos incapaces de entender las atrocidades que cometen los asesinos en serie, pero una parte de nosotros necesita entender el por qu¨¦ y buscar lo racional dentro de lo irracional para dejar de sentir ese miedo que nos acomete nada m¨¢s darle al play.
El factor g¨¦nero es inevitable: la mayor¨ªa de estos asesinos en serie que vemos en nuestro televisor son hombres que matan a mujeres. En el documental?Las cintas de Ted Bundy, una de las entrevistadas es una v¨ªctima del famoso asesino en serie que consigui¨® escapar y que cuenta con todo lujo de detalles cu¨¢les fueron los factores que le evitaron una muerte segura. El estudio antes mencionado del a?o 2010 apunta que este es uno de los motivos principales por el que las mujeres consumimos true crime: la posibilidad de encontrar t¨¦cnicas de autodefensa frente a un posible atacante.
Seg¨²n este estudio, las mujeres tambi¨¦n tenemos mayor tendencia a buscar contenido que explique la psicolog¨ªa y las motivaciones del propio asesino en serie que los hombres. Este inter¨¦s puede deberse, seg¨²n el estudio, a poder identificar rasgos de personalidad similares tanto en exparejas como en desconocidos que puedan abordarnos por la calle.
Adem¨¢s de buscar t¨¦cnicas de autodefensa y an¨¢lisis psicol¨®gicos que den pistas sobre el funcionamiento de la mente de un asesino, las mujeres tambi¨¦n encuentran en las historias de cr¨ªmenes reales las formas de manipulaci¨®n que un asesino utiliza con sus v¨ªctimas, que suelen describirse al inicio de la trama.
Seg¨²n este estudio, las mujeres no solo observamos estos documentales con la inevitabilidad de quien mira un accidente de tr¨¢fico o las im¨¢genes de los destrozos de un hurac¨¢n, sino que tienen tambi¨¦n un componente de aprendizaje: cuando vemos estos documentales sentimos que estamos descubriendo t¨¦cnicas de supervivencia que podr¨ªan ser de utilidad ante una situaci¨®n extrema.
La mayor problem¨¢tica: cuando se sexualiza al monstruo
Se conoce como hibristofilia a una parafilia sexual que consiste en sentir atracci¨®n y deseo por personas peligrosas. Numerosos asesinos en serie entre los que se encuentran Charles Manson, Jeffrey Dahmer o Ted Bundy recibieron cartas de amor, regalos e incluso dinero y propuestas matrimoniales de mujeres enamoradas que se obsesionaron con ellos despu¨¦s de su arresto. La reaparici¨®n de historias de asesinos en serie, tanto en g¨¦neros de no ficci¨®n como en g¨¦neros de ficci¨®n, tambi¨¦n ha llevado a algunas mujeres a sexualizar a figuras como Ted Bundy o Joe Goldberg, el protagonista de la serie de ficci¨®n You.
En el caso de You, fue el propio actor Penn Badgley (s¨ª, el de Gossip Girl) quien tuvo que poner orden a trav¨¦s de Twitter y pedir que se dejase de romantizar a un asesino en una serie que pretende poner el foco sobre la masculinidad t¨®xica. En el caso de Bundy, fue la plataforma de contenido audiovisual Netflix quien respond¨ªa a trav¨¦s de su cuenta de Twitter: ¡°He le¨ªdo muchos comentarios sobre lo supuestamente bueno que est¨¢ Ted Bundy y me gustar¨ªa recordar amigablemente que hay CIENTOS de t¨ªos buenos en nuestra plataforma¡ y la mayor¨ªa de ellos no son asesinos en serie¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.