Kara Walker, la artista reivindicada por FKA Twigs y Solange Knowles que pone la raza en el centro de su obra
Naci¨® en California y a sus 51 a?os se ha convertido en un referente que habla sobre la historia de la esclavitud. Su ¡®Fons Americanus¡¯, expuesta en la Tate Modern de Londres, protagoniza ¡®Don¡¯t Judge Me¡¯, el ¨²ltimo v¨ªdeo de la brit¨¢nica.
Kara Walker naci¨® hace 51 a?os en Stockton, una ciudad multicultural del Valle Central de California. De ni?a ve¨ªa a su padre, el artista Larry Walker, trabajar en el garaje de su casa; ella se sentaba a su lado y observaba mientras ¨¦l pintaba cuadros. Ha contado que hasta los 13 a?os no se dio cuenta de lo que significaba ser negra. Para ella, ese momento lleg¨® cuando su familia se mud¨® a Stone Mountain, en el estado sure?o de Georgia, donde su padre empez¨® a trabajar como profesor universitario. ¡°En esa parte del pa¨ªs siempre existe un aura de mitolog¨ªa y un sentimiento palpable de ser sure?o. Quiero decir, Lo que el viento se llev¨® se proyectaba todos los d¨ªas en el Omni Center de Atlanta¡¡±, afirmaba en una entrevista a Time Out en 2014 para mostrar el choque que para su yo adolescente supuso esa mudanza.
El cambio de ambiente, reconoce, marc¨® su trabajo. En sus inicios, cuando fue a estudiar a la norte?a Escuela de Dise?o de Rhode Island en 1994, no se atrev¨ªa a abordar el asunto de la raza en su obra. Pero comenz¨® a hacerlo con sus ahora ic¨®nicos cut-outs ¨Csiluetas de papel aparentemente c¨¢ndidas pero llenas de denuncia y cr¨ªtica hacia el comercio de esclavos¨C y ese tema hoy se ha convertido en su sello, la ha llevado a exponer en los centros de arte m¨¢s destacados del mundo, a convertirse en un referente de estilo ¨Cel Vogue de Anna Wintour la encumbr¨® a esa categor¨ªa en 2015 y es una habitual en la lista de invitados de la gala Met¨C y le ha valido el reconocimiento de figuras como las m¨²sicas Solange Knowles y FKA Twigs, quien ha elegido una de sus ¨²ltimas obras, Fons Americanus, como eje de su ¨²ltimo v¨ªdeo, Don¡¯t Judge Me.
Esa gran fuente de 13 metros de altura ha ocupado durante el ¨²ltimo a?o la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres. De esta manera, Walker se ha convertido en la primera mujer negra en conseguir el encargo anual para intervenir este espacio de la instituci¨®n, trabajo en el que la han precedido figuras como Ai Weiwei o Carsten Holler. Con el memorial de la reina Victoria que hay delante del Palacio de Buckingham como inspiraci¨®n, la artista cre¨® una alegor¨ªa con la que buscaba invertir la narrativa de la celebraci¨®n del concepto de imperio y explorar las historias conectadas de ?frica, Am¨¦rica y Europa. ¡°El monumento plantea preguntas inc¨®modas al explorar la historia de violencia hacia la gente negra de ?frica y su di¨¢spora¡±, subrayan en el museo. Ella misma explic¨® en 2019 en?The Guardian por qu¨¦ decidi¨® crear una fuente: ¡°Hay algo subversivo en incluir agua en tu trabajo cuando eres un artista negro, porque obviamente con ello te est¨¢s refiriendo a los conflictos que rodean el tr¨¢fico de esclavos trasatl¨¢ntico¡±.
¡°Mi trabajo siempre ha sido una m¨¢quina del tiempo que mira hacia atr¨¢s a lo largo de d¨¦cadas y siglos para llegar a un entendimiento de cu¨¢l es mi ¡®lugar¡¯ en el momento contempor¨¢neo¡±, dijo la artista en su presentaci¨®n. Porque aunque ahora se ha convertido en un referente, Walker ha tenido que lidiar con cr¨ªticas e incomprensi¨®n hacia un trabajo que explora las ideas de identidad, sexualidad y violencia a lo largo de su carrera.
Time la incluy¨® en su lista de los 100 personajes m¨¢s influyentes en 2007,?The New Yorker le encarg¨® la portada en honor de Toni Morrison cuando falleci¨® en 2019, y ahora FKA Twigs reivindica su obra y Solange Knowles acude a sus exposiciones, pero en sus comienzos ¨Ccuando solo era una veintea?era que se hab¨ªa convertido en la segunda artista m¨¢s joven en recibir el prestigioso mecenazgo de la Fundaci¨®n John D. y Catherine T. MacArthur¨C se tuvo que enfrentar a muchas cr¨ªticas. Las siluetas negras que utilizaba fueron vistas como caricaturas ajustadas a los estereotipos blancos, se critic¨® que su arte estaba hecho precisamente para ese colectivo y la emblem¨¢tica activista y artista afroamericana Betye Saar afirm¨® que el trabajo de Walker era ¡°repugnante y negativo, una forma de traici¨®n a los esclavos¡± e inici¨® una campa?a en contra de la exhibici¨®n de sus obras en espacios p¨²blicos.
Walker sali¨® al paso de pol¨¦micas ahondando en su trabajo, que ve una forma de dar la vuelta a las narrativas y c¨¢nones establecidos, en la l¨ªnea de artistas como Kerry James Marshall. ¡°Creo que lo interesante, y quiz¨¢ un poco la trampa que me tend¨ª a m¨ª misma, es que yo no quer¨ªa hacer un trabajo sobre la esclavitud, y no lo estaba haciendo. Pero pens¨¦: ¡®Lo ¨²nico que la gente quiere ver de m¨ª es sobre esclavitud, porque, aparentemente, lo ¨²nico que soy es negra¡¯. As¨ª que me dije: ¡®Voy a utilizar todo lo que hago sobre poder y deseo y a utilizar las met¨¢foras de la narrativa de la esclavitud o del romance de esclavos como la v¨ªa para hablar de estos temas, porque esto es claramente algo que no va a desaparecer¡±, le dijo a la editora de la revista especializada en asuntos raciales gal-dem Magazine, Charlie Brinkhurst-Cuff, en su entrevista para The Guardian.
Ese ha sido siempre su objetivo: revisar una historia olvidada y poner protagonistas negros en el centro de sus creaciones. El mural de siluetas An Historical Romance of a Civil War as It Occurred Between the Dusky Thighs of One Young Negress and Her Heart fue su carta de presentaci¨®n en la escena art¨ªstica en 1994 y en su ficha del MoMA detallan que ¡°al revivir la t¨¦cnica del papel recortado del siglo XVIII para criticar las narrativas hist¨®ricas de la esclavitud y la perpetuaci¨®n en curso de los estereotipos ¨¦tnicos Walker transform¨® ese oficio artesano en una nueva clase de pintura hist¨®rica ¨¦pica¡±. Tambi¨¦n se ha empe?ado en llevar sus obras a espacios con un significado especial: en 2014 sorprendi¨® con A Subtely, una gigantesca esfinge que instal¨® en la antigua f¨¢brica de az¨²car Domino de Brooklyn rodeada de figuras caricaturescas hechas de melaza en la que hablaba una visi¨®n del mundo en la que refinar es sin¨®nimo de blanquear, y en 2018 present¨® su Katastw¨®f Karavan en la Trienal de Nueva Orleans para recordar un punto del r¨ªo Misisipi en el que se llevaba a los esclavos para ponerlos en cuarentena antes de ser vendidos.
Ahora prepara una nueva exposici¨®n con bocetos y dibujos que nunca han salido de su estudio para el Kunstmuseum de Basilea, cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para el pr¨®ximo mes de junio. ¡°En estos trabajos se reconocen los contrastes del claroscuro de Goya, la l¨ªnea vibrante de James Ensor o el ¨¦nfasis caricaturesco de Hogarth. Los ecos del arte hist¨®rico plantean la cuesti¨®n de las influencias de Walker y c¨®mo un artista afroamericano se suma a los conceptos de la historia del arte¡±, se?alan en el museo.
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