Katy Perry, ?papisa del imperio o bruja illuminati?, y otros asuntos que se abordan en ¡®Trincheras de la Cultura Pop¡¯

S¨ª, yo tambi¨¦n me enganch¨¦. ?C¨®mo es posible que podamos vibrar en una ceremonia de toma de posesi¨®n presidencial de un Estado del que conocemos todas sus bajezas? No era solo el optimismo instant¨¢neo, casi alivio, provocado el fin de ciclo de la era Trump despu¨¦s de la tensi¨®n reciente. No era solo el subid¨®n de ver a Kamala Harris jurar el cargo como primera mujer vicepresidenta, siendo adem¨¢s afrodescendiente. No, no era solo eso. Frente a los m¨¢s o menos sobrios atuendos, seres y estares de las pol¨ªticas y pol¨ªticos, las segundas damas y del hasta primer segundo caballero, llegaron las divas. La purpurina, el glamour. Las diosas, las brujas. Lleg¨® el volumen imposible de la falda de Lady Gaga y su sinsajo prendido que se hizo trending topic y que en realidad era una paloma de la paz; lleg¨® el blanco sufragista con chorreras latinas de Jennifer L¨®pez y su invocaci¨®n en castellano. Y como traca final de la ceremonia lleg¨® Katy Perry, oficiante de la apoteosis, trat¨¢ndose ic¨®nicamente y de t¨² a t¨² con el mism¨ªsimo Abraham Lincoln. ?Qui¨¦n quiere justicia pol¨ªtica teniendo el espect¨¢culo?

As¨ª es como las sacerdotisas de la cultura pop derriban todas nuestras resistencias hasta convertirse en las nuevas m¨ªsticas de nuestro sistema. Hipn¨®ticas chamanas capaces de hacer saltar hasta una lagrimita con un imperio que sabemos injusto y destructivo. No en vano, son consideradas protagonistas de un mont¨®n de teor¨ªas conspiranoicas, seg¨²n las cuales los illuminati han logrado reprogramar a estas divas para que nos embauquen hacia el Nuevo Orden Mundial a trav¨¦s de sus c¨®digos de estilo y performances. Yo no apostar¨ªa tanto, aunque llegados a este punto de 2021, todo es posible. ?Katy, quieres mi alma? Va, t¨®mala, me entrego a vuestra religi¨®n. Hay que rendirse ante la capacidad de seducci¨®n de la cultura popular estadounidense. Es inagotable y casi infalible. Y, por suerte, una vez m¨¢s, las redes me demostraron que no estoy sola en esto. Tambi¨¦n es cierto que jam¨¢s hubiera desentra?ado la ceremonia (y mi enganche emocional a ella) ni sus outfits en esta clave m¨ªtica si no hubiera sido por la escucha reciente del ¨²ltimo episodio de Trincheras de la cultura pop, #28 Reinas del pop. ?Qu¨¦ aburrida ser¨ªa nuestra vida sin la cr¨ªtica cultural!

¡°Las divas de la m¨²sica, en tanto figuras clave de la cultura pop, nos remiten a imaginarios ancestrales de profunda impronta religiosa¡±. As¨ª comienza la periodista y cr¨ªtica cultural, entre otras muchas cosas, Elisa G. McCausland. Para ella, las divas pop contempor¨¢neas son las aut¨¦nticas sacerdotisas de la cultura de mercado, una nueva ejemplificaci¨®n de la diosa, y por tanto de la bruja, al servicio del tardocapitalismo. ?C¨®mo? A ver, si te lo dice ella con su voz hipn¨®tica, t¨² entras. Podcaster de larga tradici¨®n, McCausland se al¨ªa en Trincheras de la cultura pop con Diego Salgado, cr¨ªtico de cine. Ambos son autores a cuatro manos de Supernovas: Una H? feminista de la ciencia ficci¨®n audiovisual (errata naturae) y comandan juntos este podcast bajo el paraguas de Radio Consonni. Y la verdad es que sus mentes son como dos supernovas chocando. Polvo de estrella de cr¨ªtica cultural inagotable.

La necesidad de este episodio se les present¨® a Elisa y a Diego a ra¨ªz de la acusaci¨®n de brujer¨ªa que hizo contra Beyonc¨¦ su m¨ªtica exbaterista, Kimberly Johnson, en 2018. Seg¨²n esta, Beyonc¨¦ habr¨ªa usado la ¡°magia negra¡± en su contra, am¨¦n de stalkearla y controlar sus decisiones personales, desde lo laboral a lo est¨¦tico, mediante hechizos. Seg¨²n Johnson, Beyonc¨¦ lleg¨® al punto de matar a su gato para intimidarla. El caso se sobresey¨®, pero ah¨ª ha quedado rondando la sombra de las artes m¨¢gicas oscuras sobre Beyonc¨¦.

Este cap¨ªtulo traza una magn¨ªfica genealog¨ªa de las divas del pop, comenzando con la dualidad Afrodita/Atenea y la virgen/femme fatal, conectando a la artista de burlesque y cabaret con Josephine Baker, Aretha Franklin, Marylin Monroe o Barbra Streisand; genealog¨ªa que eclosiona, claro est¨¢, con Madonna, madre de todas nuestras divas del pop contempor¨¢neo. Todas ellas han explotado imaginarios entre lo m¨¢gico y lo siniestro, haciendo de la cultura pop una suerte de nueva religi¨®n que vincula lo popular con el consumo. Y han convertido sus estampas y sus estilismos en algo igual de relevante que sus producciones. Pues claro, la iconicidad, para la que se la trabaja. Mito, fantas¨ªa consumible y devoci¨®n. El recorrido que hacen Elisa y Diego es apabullante. Te ves asintiendo cada dos por tres mientras escuchas, reconociendo claves, como el d¨ªa de la investidura durante cada una de las actuaciones de las reinonas. Yes.

Despu¨¦s de escuchar este podcast, comprendes mucho mejor ese paso crucial de estrella al icono. A partir de ah¨ª, no podr¨¢s dejar de verlas como brujas (o diosas) que iluminaron la ceremonia de investidura de Biden y Harris. Frente a ellas, los mitones de Sanders tejidos a mano al parecer, por una colega, maestra de Vermont, como otra declaraci¨®n de intenciones. ?Tendremos dentro de cuatro a?os investidura Sanders/Ocasio Cortez acompa?ados esta vez con las divas del folk? Pues ojal¨¢. Que siga el espect¨¢culo.