La gastronom¨ªa se vuelve n¨®mada: llegan los restaurantes ¡®pop up¡¯
La fiebre por las iniciativas que organizan cenas tem¨¢ticas temporales lleva meses expandi¨¦ndose por todo el planeta.
El 2013 va a certificar el auge o ca¨ªda de los restaurantes pop-up. Son lugares de una sola noche o de pocas semanas, que organizan cenas tem¨¢ticas y que llevan meses expandi¨¦ndose por todo el planeta. Estas propuestas entienden el lujo como algo dif¨ªcil de lograr, sin necesidad de ser ostentoso o caro. Su condici¨®n de eventos n¨®madas y tem¨¢ticos, con plazas limitadas, les confiere un factor ef¨ªmero que saben explotar.
En Espa?a ya existen ejemplos como Titanic Pop-up Barcelona, que ultima los detalles para sus cenas de San Valent¨ªn. Con ambientaci¨®n inspirada en el Titanic, durante solo dos noches y en un lugar por determinar en el barrio del Raval. Tras el tim¨®n est¨¢ el sueco David Elfstram, quien trabaja en el Bar Mut barcelon¨¦s.
En breve tambi¨¦n visitar¨¢ nuestro pa¨ªs, en concreto a Ibiza, Pret A Diner. Rechaza el t¨¦rmino de restaurante pop-up y se autodenomina una ¡°experiencia social¡±. Organiza cenas de unas pocas noches encargadas a cocineros con estrella Michelin, como Matthias Schmidt o Juan Amador. Sus fundadores, KP Kofler y Olivia Steele, apelan a lo desconocido para sorprender a sus invitados.
Cannes, Londres, R¨ªo de Janeiro o Berl¨ªn son algunos de los destinos pasados y futuros de estas cenas destinadas a ¡°entusiastas de la cultura, exploradores urbanos, viajeros globales, fan¨¢ticos de la comida, party animals o coleccionistas de gente¡±, explican sus creadores.
Y es que m¨²sica, cocktails y arte condimentan sus reputados men¨²s servidos en variopintos lugares. Nadie puede sumarse al club como miembro. Las dos modalidades para dormar parte de Pret a Diner son la de patr¨®n, que paga 450 libras anuales (520 euros) para apoyar el proyecto, o la de amigo, cuyo coste de suscripci¨®n de de diez libras al anyo (11,5 euros).
En 2011 convirtieron las plantas 24 y 25 de un rascacielos de Frankfurt en una casa del ¨¢rbol y hace unos meses demostraron en Londres que ¡°los italianos lo hacen mejor¡±, con la cocina y arte transalpinos como protagonistas en el Fifty St James, un antiguo casino y club privado de Mayfair.
A partir de marzo, el sal¨®n de belleza The Secret Room de Barcelona esconder¨¢ los secadores y las planchas de alisado para convertirse en un restaurante con car¨¢cter clandestino.
Cortes¨ªa de We pop Restaurant
Tambi¨¦n n¨®madas, aunque dentro de los l¨ªmites de Berl¨ªn, son las cenas de Speisenklub Neuk?lln. Es un proyecto personal de la hispano-alemana Cathrin Brandes. Decidi¨® en 2011 utilizar su experiencia en el sector de la restauraci¨®n para hacer algo propio. Pidi¨® ayuda a su hermana Elena y al artista Thomas Greb, quien se encarga de la decoraci¨®n y puesta en escena. Desde entonces organizan el ¨²ltimo domingo de cada mes un encuentro gastron¨®mico y cultural para no m¨¢s de 30 personas, entre aquellos que se hayan inscrito como socios del club, un listado cada vez m¨¢s internacional.
Lo que ofrecen son cenas tem¨¢ticas, que solo ocurren una vez y en lugares insospechados. De todo puede pasar en este club. Un elogio al queso en forma de men¨² degustaci¨®n, una barbacoa en el parque Tiergarten, una noche vegana en un piso de Neuk?lln o una velada con proyecci¨®n cinematogr¨¢fica en un mercado de Kreuzberg.
¡°El foco no solamente est¨¢ en la comida, tambi¨¦n en el evento social de conocer a gente nueva. Tenemos un orden de mesa distinto cada vez, separando a parejas y grupos. Los men¨²s tienen un toque moderno, lo que nos interesa sobre todo es ofrecer combinaciones nuevas de sabores y aromas intensos¡±, cuenta a S Moda Cathrin Brandes.
Los ingredientes utilizados suelen ser de la zona ¡°si el men¨² lo permite¡±, a los que se suma una cuidada selecci¨®n de carnes que proceden de Insel ?he, una isla diminuta del Mar B¨¢ltico. ¡°Los primeros miembros fueron los amigos, luego los amigos de los amigos¡ Era gente de entre 30 y 45 a?os que en su mayor¨ªa trabaja en sectores creativos -explica su fundadora-. Desde que llegamos a Facebook el perfil ha cambiado y se ha ampliado a personas de entre los 20 y 70, aunque el comensal var¨ªa seg¨²n la tem¨¢tica de la cita¡±. Ahora son 300 socios, algunos visitantes fijos y otros espor¨¢dicos.
A pesar de no ser un restaurante al uso, o precisamente por eso, Speisenklub Neuk?lln es ya un referente en la restauraci¨®n berlinesa. Su propuesta se encuentra entre las mejores opciones gastron¨®micas de Berl¨ªn que ha seleccionado la gu¨ªa ¡°Die Stadt kocht¡± -La ciudad cocina-. El libro de la periodista alemana Eva-Maria Hilker y el fot¨®grafo Florian Bolk incluye al club junto a restaurantes consagrados, como Cookies Cream, Volt o Hartmanns.
Tambi¨¦n en Barcelona acaba de llegar We Pop de la empresa alimenticia Cr¨¦Ol¨¦. En el mes de marz¨® se instala en un sal¨®n de belleza, The Secret Room, para ofrecer barbacoas clandestinas en pleno Paseo de Gracia. La cerveza catalana Moritz y los postres de la pasteler¨ªa Crust¨® ponen el sabor local. La capital catalana parece haber tomado la delantera en cuanto a restaurantes pop-up en Espa?a. El chef Jaime Riesco, propietario del restaurante Picnic, fue el encargado de inaugurar el pasado 1 de febrero The Supper Club en el Raval.
Imagen de una de las mesas lista para las cenas de Speisen Neuk?lln.
Speisen Neuk?lln
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