La gu¨ªa tur¨ªstica alternativa de Louis Vuitton
En pleno siglo XXI, en una sociedad regida por la imagen, la fugacidad de un flash e Instagram, Louis Vuitton cree que se puede recorrer el mundo con los ojos. Su nueva colecci¨®n de libros de viaje, Fashion Eye, lo prueba a golpe de foto.
?Viajar te deja sin palabras; luego te convierte en narrador?. La frase la escribi¨® Ibn Battuta ¨Cel eminente explorador ber¨¦ber, con m¨¢s millas en su haber que el mism¨ªsimo Marco Polo¨C all¨¢ por el a?o 1300. Pero viene muy a mano para resumir la esencia de la nueva colecci¨®n de libros de Louis Vuitton: Fashion Eye. En los cinco vol¨²menes con los que se lanza este mismo mes ¨CMiami, Par¨ªs, Shangh¨¢i, India y California¨C no hay relatos, rese?as ni agenda de direcciones. ?nicamente las im¨¢genes capturadas por el objetivo de Guy Bourdin, Jeanloup Sieff, Wing Shya, Henry Clarke y Kourtney Roy, respectivamente. Que todos, elegidos a dedo por la casa francesa, sean fot¨®grafos relacionados con el mundo del estilismo no es fortuito. Recuperando la idea del cuaderno de notas de artista, esta aventura editorial ¨Cun cambio de direcci¨®n respecto a los libros de viaje acostumbrados¨C une las tres disciplinas que, desde sus or¨ªgenes, conforman la identidad (y el destino) de Louis Vuitton: viaje, moda y arte.
?No es la gu¨ªa tur¨ªstica al uso?, nos dice Kourtney Roy desde su estudio, en Par¨ªs. La canadiense ¨Cconocida por sus autorretratos, un cruce de la obra de Cindy Sherman y Bourdin¨C firma el tomo dedicado a California, para el que ha elegido tapas de color rosa chicle y la imagen del trasero de una pin-up, con el desierto de fondo y el ¨²nico atrezo de una caja de palomitas, en la contraportada. Basta esa instant¨¢nea para trasladarnos al Oeste americano. A las grandes llanuras y sus autopistas, salpicadas de moteles, diners y cadillacs. A las playas y los paseos llenos de palmeras y rubias despampanantes. Y a la cuna del cine, Hollywood, y la est¨¦tica golosa de faldas amplias y zapatos altos que aviv¨® el pa¨ªs tras la Segunda Guerra Mundial. Todas representaciones que, en el imaginario popular, forman el mito y la realidad del Estado Dorado. ?No me par¨¦ a retratar los monumentos de rigor. No me interesaban. Era esa visi¨®n de California la que quer¨ªa capturar?, explica la artista.
Publicar un libro basado en im¨¢genes tiene hoy m¨¢s sentido que nunca, en una sociedad que ha borrado toda frontera comunicativa a golpe de imagen, sin necesidad de mediar palabra. Que Instagram valga de prueba. ?Desde el nacimiento de la fotograf¨ªa, el mundo se ha ido moviendo m¨¢s y m¨¢s hacia lo visual?, dice la canadiense. ?La idea de un artista explorando el mundo a su alrededor a trav¨¦s de instant¨¢neas no es algo reciente. Ya lo hac¨ªan Robert Frank y Walker Evans. Fashion Eye, m¨¢s que una nueva forma de enfocar la creaci¨®n de im¨¢genes, es una nueva forma de crear libros con ellas?, opina.
Roy habla r¨¢pido, con respuestas claras pero que, se nota, no ha ensayado. Igual que sus fotos: pueden parecer cuidadosamente orquestadas, pero la mayor¨ªa son fruto de ?una bonita circunstancia?, dice. ?C¨®mo fot¨®grafo sabes que debes ir preparado. Pero en este caso, la preparaci¨®n era m¨¢s bien mental?. Tal vez ese sea el paralelismo m¨¢s directo con la fotograf¨ªa com¨²n de viaje: ?No hab¨ªa ruta. ?bamos conduciendo, mirando a nuestro alrededor y parando cuando encontr¨¢bamos en el camino algo que nos llamaba la atenci¨®n?, descubre. Como esa se?ora ¨C?Estupenda, tan bien peinada y maquillada?, nos cuenta¨C que conoci¨® en Palm Springs. De ese encuentro surgi¨® una de sus piezas favoritas: las dos tumbadas al borde de la piscina, bajo el sol de California. ?Quer¨ªa capturar esa belleza que, solo all¨ª, uno encuentra entre dos puntos del camino?, afirma.
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