La nueva forma de aprender
Son tiempos convulsos para la ense?anza. Recortes, huelgas y, sobre todo, descontento de los profesores, pero tambi¨¦n de los padres, que quieren alternativas.
La educaci¨®n est¨¢ en crisis, as¨ª, sin rodeos. No solo porque algunas comunidades aut¨®nomas hayan decidido meter por ah¨ª la tijera. O porque los docentes est¨¦n en pie de guerra defendiendo algo m¨¢s que lo suyo. M¨¢s bien porque el modelo tradicional se muestra caduco seg¨²n se mire y, sobre todo, quien lo mire. Howard Gardner, recientemente premiado con el Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales, acaba de proponer un cambio en el modelo educativo. Los a?os de investigaci¨®n acumulados le han llevado a constatar que no hay una inteligencia ¨²nica, sino que ?cada individuo posee al menos ocho habilidades cognoscitivas?. Si esto es as¨ª, ?por qu¨¦ no se tiene en cuenta?
Aulas masificadas, educaci¨®n despersonalizada, profesores en busca de su autoridad (moral), irrupci¨®n de la poderosa tecnolog¨ªa, ausencia de motivaci¨®n, agotamiento del saber por saber¡ Por si fuera poco, Espa?a suspende a?o tras a?o en excelencia seg¨²n el informe PISA de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), mientras saca nota alta en fracaso escolar. Lo que se dice un desastre.
As¨ª las cosas, muchos miran a Finlandia con envidia. Un pa¨ªs que parece poseer el b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s para las dolencias educativas. Menos alumnos por clase, mayor y mejor relaci¨®n con el profesor, m¨¢s libertad y¡ como resultado, un expediente sin fisuras. La prueba de que otra educaci¨®n es posible. Incluso aqu¨ª, en Espa?a, salvando la distancia, hay vida m¨¢s all¨¢ de la ense?anza al uso. Cada vez son m¨¢s los padres que buscan modelos alternativos y m¨¢s los docentes, pedagogos e incluso centros que se embarcan en experiencias innovadoras. Dentro (el proyecto ?A Volar! ha pasado a la pr¨¢ctica gracias al Gobierno de Cantabria) y fuera del sistema.?
En Moixaina (Sant Cugat del Vall¨¨s, Barcelona), los ni?os de cero a seis a?os no saben de fichas, horarios ni programaci¨®n. Est¨¢n tan ocupados en pintar, plantar, crear y explorar que no tienen tiempo para rigideces acad¨¦micas. Nadie los rega?a si se salen de la raya (dibujando), si se manchan hasta las orejas o tienen ganas de cantar, porque nunca es tarde, ni pronto, ni deshora. El proyecto lo dise?aron las propias familias a su medida, una versi¨®n educativa del ?hazlo t¨² mismo?. El nombre de su blog es revelador, Persiguiendo Dinosaurios, como sus actividades: esqu¨ª de fondo en primavera (con raquetas de tenis en los pies y palos como bastones), guerras de cojines, customizaci¨®n de sus juguetes¡
Los ni?os de La Violeta (Galapagar, Madrid), que se define como ?espacio para el juego y la comunicaci¨®n? (hasta seis a?os), se sienten como en casa. Aqu¨ª se tiene devoci¨®n por los calcetines manchados y la pedagog¨ªa familiar. De hecho, son tres las maestras que est¨¢n con los ni?os y no una. ?Somos un grupo de confianza. No existe la imagen unidireccional y de autoridad del profesor del sistema tradicional?, explica Gema Cotallo, maestra y especialista en T¨¦cnicas de Expresi¨®n y Terapia Art¨ªstica. El aprendizaje sigue la direcci¨®n dentro-fuera y no al rev¨¦s, marcado por el impulso e inter¨¦s del ni?o, quien dise?a el espacio educativo. Nadie les ense?a a leer ni a escribir, llegan a todas las metas (o a ninguna) jugando y no son separados por edades. Es una corriente que se conoce en todo el mundo como ?educaci¨®n activa?. La Violeta es un centro ?donde el espantap¨¢jaros no espanta nada, los p¨¢jaros prueban los albaricoques y hacemos galletas de cereales?. ?Suena po¨¦tico, pero es real. Es lo que vivimos aqu¨ª?, a?ade Cotallo. Como guinda, un guitarrista de cabecera y sesi¨®n de masajes.
Seg¨²n la profesora y periodista Ileana Medina, ?todos estos m¨¦todos alternativos, aunque con sus peculiaridades, ofrecen una educaci¨®n m¨¢s personalizada, m¨¢s creativa y m¨¢s potenciadora del talento de los alumnos. En general, est¨¢n basados en la motivaci¨®n y no en la obediencia, en la personalizaci¨®n de la educaci¨®n, en ver a cada ni?o como algo ¨²nico e irrepetible?. Ll¨¢mese Escuela Libre Micael (siguen la pedagog¨ªa Waldorf en Las Rozas, Madrid), Colegio Parque Conde de Orgaz (tras la pedagog¨ªa Montessori, tambi¨¦n en la capital) o Escuela Libre Els Donyets (Olocau, Valencia). ?Se podr¨ªa introducir f¨¢cilmente en el sistema educativo p¨²blico. Bastar¨ªa con bajar la ratio de alumno por maestro, y cambiar el sistema tan encerrado en el aula y tan centrado en la inteligencia l¨®gica y ling¨¹¨ªstica hacia un sistema m¨¢s abierto a la naturaleza, a la vida, al movimiento y a los distintos tipos de inteligencias y talentos?, subraya Medina. Se lo hab¨ªamos o¨ªdo decir a Einstein: ?Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educaci¨®n reglada?; a Andreas Schleicher, director del informe PISA de la OCDE: ?Profesores del siglo XX intentan educar a j¨®venes del siglo XXI en unas escuelas del siglo XIX?; y al psiquiatra Claudio Naranjo: ?La escuela se usa para domesticar?.?
En el Global Education Forum, celebrado hace unos d¨ªas en Madrid, el gur¨² de la pedagog¨ªa Milton Chen destac¨® que hay que aprender de los j¨®venes porque ?son los que llevan el cambio en sus bolsillos?. Llegados a este punto bastar¨ªa, por ejemplo, con hurgar en la web del proyecto 4Education (laeducaciondelfuturo.es), nacido entre adolescentes. Fueron a divertirse a un campamento y salieron con el prop¨®sito de cambiar la educaci¨®n. ?Qui¨¦n dijo que otro mundo no es posible?
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