La revancha de las verduras feas
Espa?a, Reino Unido y Francia desarrollan varias iniciativas para impulsar la venta y consumo de verduras y frutas no est¨¦ticas.
Hemos llevado la tiran¨ªa de la belleza tan lejos que durante d¨¦cadas ha afectado incluso a frutas y verduras. Igual que mujeres de todo el mundo deb¨ªan cumplir c¨¢nones de belleza incompatibles con la naturaleza humana, vegetales de todo el mundo deb¨ªan cumplir c¨¢nones de belleza incompatibles con la naturaleza hortofrut¨ªcola. El paralelismo es tan sorprendente que si desde hace a?os vemos campa?as y marcas luchando contra los estereotipos f¨ªsico, ahora supermercados y emprendedores tambi¨¦n luchan contra la discriminaci¨®n de las piezas vitam¨ªnicas menos agraciadas, porque esas zanahorias con nariz, esas patatas con bultos o las peras con forma de zapato son igual de sanas que las que lucen perfectas en los estantes de las fruter¨ªas.
Este movimiento por las frutas y verduras feas es un fen¨®meno que comenz¨® hace unos a?os en Europa y al que han sumando grandes superficies como Eroski en Espa?a, Intermarch¨¦ en Francia y varios supermercados brit¨¢nicos. Emprendedores de Portugal y startups afinacadas en San Francisco tambi¨¦n se han sumado a la revancha de la belleza interior de los alimentos m¨¢s saludables.
Seg¨²n la FAO al a?o se desperdician 1.300 millones de alimentos y los n¨²meros de las consecuencias de este derroche averg¨¹enzan si se comparan con los de la malnutrici¨®n y la escasez de comida que sufre buena parte de la poblaci¨®n mundial.
Aunque no solo se tiran alimentos frescos, en 2009 la UE levant¨® las normas est¨¦ticas que reg¨ªan la forma, tama?o y color de las frutas y verduras cuya apariencia no tiene nada que ver con sus caracter¨ªsticas y 2014 fue declarado el a?o contra el desperdicio: ¡°en la ¨¦poca de nuestros abuelos esto no ocurr¨ªa, nadie demandaba calabacines o pl¨¢tanos perfectos y no existe ninguna diferencia entre una pieza fea y otra perfecta, las caracter¨ªsticas nutricionales son id¨¦nticas, solo se trata criterios sobre la apariencia que contribuyen al despilfarro de comida. Para quien consume agricultura ecol¨®gica, por ejemplo, esa perfecci¨®n externa no es importante¡±. Lo explica Mireia Barca, cofundadora de la plataforma Aprofitem els Aliments y fundadora de Espigoladors una empresa social que recupera la figura de quien busca tras las cosechas para ver qu¨¦ queda en el campo que pueda aprovecharse. ¡°Tratamos de unir tres ejes, luchar contra el despilfarro de comida, ofrecer productos sanos y saludables a personas en riesgo de exclusi¨®n social y dar oportunidades a estas personas¡±. Comercializan sus productos a trav¨¦s de la marca Es Im-Perfect y tienen muy claro su mensaje ¡°todos tenemos imperfecciones pero vivimos en un mundo que nos obliga a ser perfectos y ocultarlas. A las frutas y verduras les ocurre lo mismo y nosotros queremos reivindicar la imperfecci¨®n¡±.
Poco a poco, su mensaje va calando y Barca asegura que cada vez m¨¢s personas con sensibilidad medioambiental y social eligen a las feas para contribuir a que el disparate de las frutas y verduras perfectas acabe de una vez: ¡°Ya estamos en unos 120 puntos de venta y la acogida est¨¢ siendo muy buena. La comida no puede tirarse y hay mucha gente que sabe que est¨¢ comiendo un producto de calidad, artesanal y que adem¨¢s iba a acabar en la basura de no comercializarse de esta manera. Creo que nos espera un movimiento creciente en este sentido¡±, asegura. Ser¨ªa un movimiento de gente bastante bonita, de esa que no juzga el interior por lo externo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.