Las nuevas fot¨®grafas er¨®ticas que te gustar¨¢ conocer
Estos son algunos de las mejores trabajos er¨®ticos del momento. Sus autoras reflejan una particular visi¨®n del sexo femenino actual.
Cuando a Christine Spengler, una de las pioneras del fotoperiodismo franc¨¦s, la mujer que registr¨® en im¨¢genes la guerra de Vietnam, de Beirut o de Camboya, le preguntaron en qu¨¦ se diferenciaban las fot¨®grafas mujeres de sus colegas varones contest¨® que los hombres iban siempre con teleobjetivo, mientras ella segu¨ªa fiel a su Nikon y grano angular de 28 mm que le obliga a estar cerca de la gente.
En un terreno m¨¢s sexual, otra mujer Bunny Yeager, a la que algunos llaman la madre de la fotograf¨ªa er¨®tica norteamericana, fue la inventora de una nueva forma retratar la sensualidad femenina, popularizando y encumbrando el g¨¦nero de las pin ups. Antes de que Yeager se pusiera detr¨¢s de la c¨¢mara ¨Cempez¨® en el mundo de la fotograf¨ªa como modelo¨C, las chicas que posaban para calendarios o revistas de adultos eran mujeres an¨®nimas, en poses estudiadas para ir directamente al hipot¨¢lamo masculino. Pero las fotos de Bunny no retrataban a mujeres desvalidas que se dejaban inmortalizar para poder ganarse unos d¨®lares y pagar el alquiler. Ella las elev¨® a la categor¨ªa de mito, como sucedi¨® con Betty Page, y cre¨® un g¨¦nero, una clase social orgullosa de s¨ª misma y a la que muchas otras mujeres trataban de imitar. Las sesiones de fotos con Yeager inclu¨ªan una estrecha colaboraci¨®n entre fot¨®grafa y modelo. Ambas estudiaban las poses, los desnudos o la poca ropa que llevar¨ªan encima las chicas y populariz¨® el biquini, la prenda con m¨¢s tela que utilizaban y que, en muchas ocasiones, ellas mismas dise?aban y fabricaban. Este punto de vista eminentemente femenino de la sensualidad encandil¨® por igual a hombres y mujeres. Durante muchos a?os Bunny trabaj¨® para la revista Playboy en exclusiva, creando una idea de sensualidad que ha llegado hasta nuestros d¨ªas. Las fotos de la entonces desconocida Ursula Andress, en biquini blanco, en la primera pel¨ªcula de la saga James Bond, Dr No (1962), fueron suyas.
El periodo sexual en el que nos encontramos ahora tiene la caracter¨ªstica de que est¨¢ protagonizado, mayormente, por la mujeres: ellas son las que acuden m¨¢s asiduamente a las consultas de sexolog¨ªa ¨Cmuchas veces arrastrando a sus parejas¨C, ellas son las mayores consumidoras de juguetes er¨®ticos ¨Cseg¨²n una encuesta de Sexplace, la franquicia m¨¢s grande de Espa?a, el 89% de los compradores son mujeres- y ellas son las que leen m¨¢s literatura subida de tono. No es de extra?ar que muchas mujeres fot¨®grafas busquen nuevas im¨¢genes que plasmen la et¨¦rea idea de sexo o sensualidad. Nuevos ¨¢ngulos en los que ejercer de voyeur, que no siempre coinciden con el estereotipo de la idea femenina del sexo y que, a veces, pueden sorprendernos por su contundencia o aspereza. Las chicas ya no visten de rosa, no quieren ser princesas y su idea el erotismo puede ser, en ocasiones, mucho m¨¢s perversa que la de sus colegas varones.
Una monja en lencer¨ªa que chupa un polo o un ojo masculino que se asoma entre las piernas de una mujer, son dos de las im¨¢genes firmadas por la fot¨®grafa barcelonesa Sarah Pain quien, seg¨²n cuenta en su web, mantiene desde muy joven un idilio con la c¨¢mara ¡°que me hace imaginar que la persona m¨¢s recatada puede tener un lado m¨¢s lascivo, que la m¨¢s peligrosa puede tener un lado m¨¢s dulce¡±. Sus primeros trabajos se agruparon bajo el t¨ªtulo de Erotic Souls ,¡°fotografiaba gente normal en la que quer¨ªa buscar el lado m¨¢s sexual, para demostrar que todos podemos actuar como agentes er¨®genos, sin que seamos como las altas, sexys y perfectas mujeres de Helmut Newton. La segunda parte de esta serie se llamar¨¢ Dark Souls y quiero adentrarme m¨¢s en el lado oscuro de todo el mundo. Ser¨¢n fotos m¨¢s fuertes y puede que gusten menos porque tendr¨¢n una est¨¦tica BDSM o incluso algo sangrienta. ?ltimamente me fascinan las fotos de Nobuyoshi Araki, entorno al arte japon¨¦s del bondage¡±.
?
Una de las fotos de Sara Pain.
Algunos de los lanzamientos editoriales m¨¢s novedosos de los ¨²ltimos a?os giran entorno al erotismo inteligente destinado a mujeres. Adult es una revista editada en EEUU e ideada por la periodista Sarah Nicole Prickett, colaboradora entre otras publicaciones del New Inquiry. En Espa?a Odiseo, publicada en Barcelona, fue la primera que ha roto el hielo, y aunque en un principio estaba orientada al hombre, ahora se dirige a los dos sexos. Sin embargo, los desnudos femeninos superan con creces a los masculinos, bastante escasos, por cierto. Seg¨²n Carlota Santamar¨ªa, directora creativa junto con Albert Folch, ¡°para el hombre la visi¨®n de un cuerpo femenino desnudo est¨¢ asociada a un estimulo er¨®tico. Para una mujer un desnudo masculino puede no llegar a ser suficientemente estimulante. Hace tiempo asist¨ª a un seminario llamado Vision and Difference: Transcending the Gaze en el International Center of Photography de Nueva York, d¨®nde se trataba el tema de como la diferencia de genero trasciende en la fotograf¨ªa. Curiosamente los quince asistentes eran mujeres y el conjunto llego a la conclusi¨®n de que para que una fotograf¨ªa sea er¨®tica para ellas, un hombre solo y desnudo no es, necesariamente, atractivo. Es m¨¢s sugerente si est¨¢ acompa?ado de una mujer y hay una narrativa que estimule la imaginaci¨®n. A su vez, el grupo de mujeres reconoci¨® que los desnudos femeninos les parec¨ªan er¨®ticos, quiz¨¢s por un efecto de empat¨ªa¡±.
Para Sarah Pain, ¡°la mujer es m¨¢s imaginativa y necesita recrear algo, m¨¢s que se lo presenten en bandeja. Es muy probable que nos excite m¨¢s ver a nuestro actor favorito vestido de Armani que tal y como dios lo trajo al mundo. La fotograf¨ªa se lleva muy bien con el calificativo de er¨®tico, porque ambos conceptos sugieren, recrean, crean met¨¢foras y tienes mil y una interpretaciones diferentes¡±.
Una imagen de la fot¨®grafa Rita Lino.
La fot¨®grafa portuguesa Rita Lino, antes afincada en Barcelona y ahora en Berl¨ªn, usa su propio cuerpo para convertir al espectador en voyeur de su cotidianeidad, aunque seg¨²n sus propias palabras nunca hay intenci¨®n sexual en su trabajo. ¡°No me veo a mi misma como una fot¨®grafa er¨®tica. Simplemente trato de captar la verdad y belleza de un cuerpo desnudo, el erotismo proviene de los ojos del espectador¡±. Seg¨²n Lino, la fotograf¨ªa vive hoy uno de sus mejores momentos porque ¡°es muy f¨¢cil hacer click, descargar y ense?arla a todo el mundo y se absorben muchas cosas ¨Cpara bien o para mal¨C y, por supuesto, cada imagen tiene miles de significados distintos¡±. Rita no es partidaria de hacer distinciones de g¨¦nero a la hora de colocarse tras la c¨¢mara, ¡°lo que resulta curioso es que mucha gente me dice que mi trabajo parece hecho por un hombre. Soy una mujer que retrata el cuerpo de una mujer con una visi¨®n masculina. No se muy bien lo que eso significa, pero es intrigante¡±.
Arina Sergei, de origen ruso, es quiz¨¢s una de las fot¨®grafas er¨®ticas m¨¢s interesantes del momento por la variedad de sus registros y por la fuerza y creatividad de sus im¨¢genes. En primer plano, alguien fija, con una grapadora, una cremallera a una vulva. En otra foto, la anatom¨ªa de un cuerpo femenino se entrev¨¦ tras el l¨¢tex semitransparente que lo cubre; mientras en una tercera, un hombre, totalmente escayolado y con el pene erecto, yace en una cama mientras una mujer desnuda parece dispuesta a saltar sobre ¨¦l. Muchas de las im¨¢genes de Sergei parecen hechas bajo el efecto de las drogas o de una imaginaci¨®n desbordante, en la que muchas veces no existe la fuerza de la gravedad, hay efectos especiales, una iron¨ªa corrosiva y donde las parafilias y orientaciones sexuales se han quedado cortas y no son suficientes para clasificar este amplio imaginario del sexo.
La francesa Bettina Rheims parece especialmente interesada en otras formas de sexualidad, a parte de la hetero, como demuestra en sus series Gender Studies, sobre hombres con aspecto andr¨®gino y femenino o Morceaux Choisis, instant¨¢neas bastante expl¨ªcitas sobre el amor y los bocados l¨¦sbicos. Marrie Bot, fot¨®grafa holandesa, ha ido todav¨ªa m¨¢s all¨¢ y ha espiado momentos de la sexualidad de los ancianos, tras preguntarse por qu¨¦ en los medios de comunicaci¨®n el amor y el sexo siempre estaban representado por personas j¨®venes. As¨ª que decidi¨® emprender un proyecto que titul¨® Timeless Love para el que consigui¨® que tres parejas de 50 a 85 a?os posaran para ella en sus propias casas. Un erotismo tratado desde el punto de vista de una reportera gr¨¢fica, a la luz del d¨ªa y sin filtros que lo suavicen. Los inglesa Jessica Roder, como cuenta en su web, tras explorar diferentes campos de la fotograf¨ªa se atreve con el lado er¨®tico. Su serie Erotic Couples podr¨ªa ser una versi¨®n en im¨¢genes fijas de una pel¨ªcula porno, con estampas m¨¢s o menos expl¨ªcitas, que captan bastante bien el revoltijo de cuerpos, la qu¨ªmica y la atm¨®sfera del sexo. O, si lo prefieren, de la forma en que carnalmente se manufactura el amor.
Portadas de la revista er¨®tica Odiseo.
Una serie de Rita Lino.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.