Lo mejor de Formentera fuera de temporada

En el punto m¨¢s alto de Formentera, el faro de la Mola, a 192 metros sobre el nivel del mar, una placa recuerda que Julio Verne eligi¨® el lugar como inspiraci¨®n para su novela Hector Servadac, en 1887. Ahora este acantilado forma parte del entramado de 32 rutas verdes que recorre esta isla balear de solo 83,24 km2. ?Por sus dimensiones, moverse es muy f¨¢cil, la cruzas en un cuarto de hora. Y fuera de temporada, pr¨¢cticamente solo, se puede disfrutar de espacios como la playa de Ses Illetes, una de las mejores del mundo con una tranquilidad absoluta?, explica Jordi Mar¨ª Mayans, cuarta generaci¨®n a cargo del hostal La Savina, que su bisabuela Francisca abri¨® en los a?os cuarenta, ?cuando los primeros visitantes despistados se ven¨ªan a pasar el d¨ªa en el ¨²nico barco que hab¨ªa desde Ibiza y luego no pod¨ªan volver?.

Todo ha cambiado desde entonces, pero quienes viven all¨ª ¨C12.280 habitantes en 2017, un 45% m¨¢s que hace una d¨¦cada¨C aseguran que mantiene su esencia: naturaleza, relajaci¨®n, vida sin prisas. Magia. ?Llegu¨¦ en el a?o 83 atra¨ªdo por el movimiento hippy, en el que la filosof¨ªa y el arte eran lo importante, la isla era especial por eso, adem¨¢s de por su belleza y energ¨ªa?, recuerda Jos¨¦ Marcos Garz¨®n, propietario de Ishvara, una tienda de artesan¨ªa en piel donde crea sandalias, bolsos o zuecos. Para ¨¦l ?es un lugar de paz y regeneraci¨®n, pero tambi¨¦n un sitio cosmopolita donde se vive en libertad?. Una esencia que cada octubre (este a?o del 12 al 14) recoge Formentera Zen (formentera.es), un evento con yoga, talleres, actividades subacu¨¢ticas y alimentos ecol¨®gicos.

La gastronom¨ªa saludable juega un papel central. La chef Ana Jim¨¦nez Garc¨ªa apela a la cocina de ra¨ªz en Quimera; pokes, cr¨ºpes y taboul¨¦ destacan en Can Pepito; la pizza healthy triunfa en Margarita; Chezz Gerdi reinterpreta los platos italianos ?con esp¨ªritu informal y hippy?, y el chef Borja Molins usa productos de kil¨®metro cero en Sol Post, restaurante del hotel Cala Saona.

Joan Antoni Ferrer Ferrer, uno de los propietarios, nieto del fundador del establecimiento, explica que ?antes de la llegada del turismo, la agricultura y ganader¨ªa a peque?a escala eran los pilares y por eso es importante mantener el esp¨ªritu agr¨ªcola del interior?, algo que hacen en su huerto propio biol¨®gico y trabajando con productores locales. Coincide en este enfoque sostenible Marta Guti¨¦rrez, directora general de Gecko Hotel & Beach Club: ?El ecoturismo es clave en la isla, por eso hemos adoptado una pol¨ªtica de pl¨¢stico cero y colaboramos con Save Posidonia Project; son objetivos fundamentales para seguir disfrutando de este para¨ªso?.

La Posidonia oce¨¢nica es el emblema del lugar, presente en las joyas de Majoral o los vestidos estampados de Kavra. ?Es el tesoro m¨¢s preciado, responsable del color turquesa del agua, y hay que protegerla?, subraya ?lvaro Sasiambarrena, socio de Can Tres junto a Pablo Casado y Bernardo Godino, un tr¨ªo que hace 10 a?os decidi¨® abrir estos apartamentos ?atra¨ªdo por la energ¨ªa que desprende la isla?.

La pintora Raquel Caramazana Bocanegra, natural de la localidad berciana de Toreno, tambi¨¦n sinti¨® hace nueve a?os esa energ¨ªa: decidi¨® vivir all¨ª e incluir sus paisajes y paisanajes en sus cuadros. ?Me sirve para aprender el car¨¢cter y la historia de un lugar que tiene mucho que contar, ofrezco im¨¢genes evocadoras de un sitio m¨¢gico donde en octubre se respira paz, porque Formentera no es solo playa?, apunta. De hecho, muchos visitantes acuden a la isla para avistar p¨¢jaros como la curruca rabilarga, el chorlitejo patinegro o la pardela balear, que anida en las rocas calizas de la Mola, all¨¢ donde descansa la placa dedicada a Julio Verne.