Locas por la barra de striptease
Aprendemos sus bailes y nos contorneamos junto a una barra, vestimos sus ropas y calzamos sus plataformas. ?Son las strippers el nuevo modelo sexual a seguir?
Durante una temporada, la actriz Emma Watson combinaba sus estudios de literatura inglesa en la universidad de Oxford, analizando la escritura de Virginia Wolf, con sus clases de pole dance los s¨¢bados por la ma?ana. Estaba preparando su papel en la pel¨ªcula de Sofia Coppola The Bling Ring, en la que una banda de adolescentes se dedica a robar en casas de celebrities, y Emma ten¨ªa una escena en la que deb¨ªa bailar en la barra americana.???
Desde que el baile del ca?o, como se conoce en Argentina a esta disciplina, se ha popularizado en todo el mundo, muchas mujeres llevan una vida similar a la de Emma, propia de thrillers o argumentos de novela de suspense. La ejecutiva exitosa que da rienda suelta a sus instintos y baila como una stripper para su pareja en la habitaci¨®n de invitados, donde ha instalado una sala a modo de club de alterne, o la ama de casa que no llega a fin de mes y decide trabajar en un night club. La diferencia es que ahora no tendr¨ªan por qu¨¦ esconderlo, es m¨¢s, estar¨ªan de moda y ser¨ªa un punto muy positivo en sus curriculums. Famosas del cine, la moda o la m¨²sica afirman que practican el pole dance ¨Cmuchas tuvieron que aprenderlo para sus papeles¨C como disciplina para mantenerse en forma y para mejorar la autoestima. Entre ellas, se encuentran Jennifer Love Hewitt, Demi Moore, Teri Hatcher, Kate Hudson, Carmen Electra, Kate Moss (maravillosa en el v¨ªdeo de The White Stripes), Britney Spears, Shakira, Lindsay Lohan o Cindy Crawford, que reconoce que le ayud¨® a retomar la sexualidad tras tener a sus hijos.
Los or¨ªgenes del pole dance est¨¢n en la d¨¦cada de los a?os 20 en Norteam¨¦rica, donde se realizaban ferias ambulantes y alrededor de la carpa central se instalaban otras de menor tama?o para presentar diferentes espect¨¢culos al mismo tiempo. Uno de esos n¨²meros inclu¨ªa siempre a bailarinas er¨®ticas que utilizaban un reducido escenario para su show. Las chicas dispon¨ªan de tan poco espacio que ten¨ªan que acercarse al tubo que sosten¨ªa el toldo y lo usaban como instrumento para bailar. Con el tiempo, el espect¨¢culo se traslad¨® a los clubs nocturnos, pero se conserv¨® la barra como elemento ya integrante del escenario. Se dice que en la d¨¦cada de los 90, la modelo Fawnia Mondey fue la primera que trasform¨® esta pr¨¢ctica en una actividad cotidiana para ejercitar el cuerpo.?
En la capital brit¨¢nica los clubs de mala reputaci¨®n del Soho empezaron a dar clases a las chicas buenas que quer¨ªan empezar a ser malas y las profesoras eran, en muchos casos, las propias strippers. Claro que luego, cuando el pole dance empez¨® a ser cada vez m¨¢s conocido, muchas academias lo despojaron de su componente er¨®tico para que hasta las m¨¢s rancias se atrevieran a pagar la matricula, a?adi¨¦ndole el rasgo de acrob¨¢tico, tipo contorsionista del Circo del Sol. Los partidarios de esta modalidad aseguran que es un deporte muy completo, han creado federaciones y campeonatos y luchan para que est¨¦ incluido como nueva disciplina en los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de 2016. Pero privar a esta pr¨¢ctica de su evidente lado sensual me recuerda a la triste definici¨®n que un amigo hizo una vez del sexo: ¡°Mucho ejercicio f¨ªsico y un minuto de placer¡±.
Chiqui Mart¨ª, una de las m¨¢s acreditadas profesionales de la danza er¨®tica en nuestro pa¨ªs, bailarina de striptease en activo y famosa por su aparici¨®n en Cr¨®nicas Marcianas, dirige Strip-Art Studio, en Barcelona, una de las pocas academias en Espa?a donde se ense?a el pole dance genuino, es decir con erotismo incluido. ¡°Admito que haya modalidades de este baile que se centren m¨¢s en la disciplina f¨ªsica, pero la sensualidad es inherente a esta pr¨¢ctica y quit¨¢rsela ser¨ªa renunciar a su esencia¡±, comenta Mart¨ª que, adem¨¢s de barra americana, da tambi¨¦n clases de sensualidad, autoestima y seducci¨®n a profesionales y amateurs .¡°Tengo alumnas de todas las tallas y edades. La mayor de todas tiene 72 a?os y est¨¢ aprendiendo barra. Adem¨¢s de que este baile te pone en forma, es una excelente manera de sentirte sexy, aprender a amar a tu cuerpo, mejorar la autoestima y la vida sexual. Muchas de mis clientas vienen por recomendaci¨®n de su sex¨®logo o psic¨®logo¡±.
La pr¨¢ctica de este ejercicio conlleva, adem¨¢s, un cierto tipo de atuendo a tono con el trabajo que se va a realizar, lo que ha provocado la aparici¨®n de tiendas que venden prendas con el denominador com¨²n de llevar muy poca tela, y ha puesto de moda el look stripper. Taylor Momsen, la actriz, modelo y m¨²sico estadounidense, reconoc¨ªa en una entrevista a Interview Magazine que la ropa y los zapatos que utiliza en sus actuaciones los compra en tiendas de strippers, lo mismo que la respetable y fant¨¢stica Helen Mirren que desvelaba al InStyle americano su pasi¨®n por el calzado: ¡°Adoro los zapatos extravagantes, a veces compro modelos de stripper en las tiendas de Hollywood Boulevard. ?Las plataformas de pl¨¢stico te hacen parecer 20 cent¨ªmetros m¨¢s alta!¡±.
Los locales de striptease siguen siendo un lugar de referencia para celebrar despedidas de soltera, cumplea?os y hasta divorcios, pero el papel de la mujer en ellos ha cambiando un poco. Ahora las chicas quieren ser m¨¢s activas y en vez de esperar a que un boy le restriegue su miembro por la cara prefieren bailar ellas mismas o ver a las profesionales para aprender. No hace mucho que Rihanna se divert¨ªa tirando dinero a las chicas en un local de este tipo en Nueva York, y Miley Cyrus celebr¨® su 20 cumplea?os con la presencia de una showgirl.
Entonces, ?son las strippers los nuevos modelos de conducta sexual? Seg¨²n Francisca Molero,? ginec¨®loga y sex¨®loga del Institut Clinic de Sexolog¨ªa, de Barcelona, ¡°es una moda. El sexo y el erotismo vende y se rescatan actitudes transgresoras de otras ¨¦pocas, pero tambi¨¦n tiene que ver con ese lado m¨¢s l¨²dico de la sexualidad que empezamos a considerar. La falta de deseo, un problema de nuestra ¨¦poca, hace que la gente ponga m¨¢s atenci¨®n a los preparativos, al decorado, al vestuario y las actitudes y los sex¨®logos estamos revisando verdades que antes se consideraban inamovibles, como la de que la estimulaci¨®n visual es m¨¢s propia del hombre que de la mujer. No siempre es cierto, a nosotras tambi¨¦n nos gusta ver¡±.
Take a walk on the wild side, en palabras de Lou Reed, parece ser la nueva consigna para mejorar la vida sexual y la forma f¨ªsica mediante el pole dance. Muchos famosos fueron antes bailarines de striptease entre ellos, Channing Tatum, Courtney Love, Brad Pitt y hasta el propio Javier Bardem prob¨® una vez, lo que influy¨® en su decisi¨®n de ser actor. La edad no es problema, f¨ªjense si no en las? a menudo maduritas chicas del burlesque. Adem¨¢s, ?no siguen a vueltas con retrasar cada vez m¨¢s la edad de jubilaci¨®n?
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